YO IRÉ CONTIGO

2442 Words
Caminaba por los pasillos de lo que parecía una gloriosa y magnífica mansión, la verdad era que no la había reparado mucho Una mujer había entrado poco después de aquella que ni siquiera su nombre había preguntado, la mujer, que si vestida de sirviente Contrario a aquella horrible que había golpeado, parecía estar llena de miedo, temblaba, mientras me traía la comida También agradecía que gracias a que no confiaba en ella, había buscado en lo que parecía ser los estantes del cuarto de baño y había encontrado algunos medicamentos para el dolor Eso me había ayudado de sobre manera, más cuando se trataba del hecho de que me dolía todo, incluso caminar, justamente como lo hacía ahora mismo ―El señor se encuentra en la oficina haciendo algunos arreglos, me pidió que la guiará… El hombre de cabellos platinados me dio una mirada, una cargada de lo que parecía preocupación, pero no era de aquella preocupación por cariño No, él parecía temer que yo hiciera algo, que dijera o actuara de alguna manera, que solo le diera problemas Fue por ello por lo que a pesar de que ya había hablado de más esta mañana, no pude soportar y solo le pregunté de una buena vez, que ocurría con él y conmigo Y ¿él por qué de sus miradas? ― ¿No te agrado? ¿No nos llevamos bien? Eres al parecer la mano derecha de… mi esposo, es curioso, me observas como si fuese una molestia ―Jamás me atrevería a hacer algo semejante mi señora ―Pero lo haces, en cada expresión de su parte, pareces estar esperando algún tipo de agravio de mi parte… Él se quedó en silencio, me observo por unos segundos, y luego de lo que creí una eternidad y estaba convencida de que no me diría nada, este solo hablo ―No es que no me agrade, pero tu era una persona de la que nunca sé sabía que esperar, y la verdad es que estoy esperando a saber cuál será su próximo movimiento… ―Te di muchos problemas al parecer… Él me observó un poco sorprendido por mis palabras, detuvo sus pasos, y una enorme puerta marrón se posó ante nosotros Él pareció no saber qué decir, pero la verdad era que había decidido que sería muy mala con las malas personas Pero ¿debía ser malas con las buenas personas? Él no parecía una mala persona, no me había regalado y tratado de mala manera en lo poco que habíamos interactuado No sentía aquella sensación que tenían las personas al verme, como en muchos sirvientes al verme, o de esa mujer Incluso de mi supuesto esposo, por esa razón, consideraba que él no me odiaba, o me destetaba, solo, no sabía cómo tratarme O tal vez, yo no le di un pie para tratarme, por lo menos la mujer que estaba en este cuerpo fue por ello, que decidí que tal vez debía iniciar con el pie derecho No sabría cuánto tiempo estaría en este cuerpo y lo cierto era que además de saber que tendría enemigos, quería tener amigos Algunos que por lo menos, pudiese decir que podía confiar en ellos, que no me enterarían una puñalada por la espalda ―Lamento mi actitud, no debí actuar de la manera en la que lo hice, la verdad es que no lo recuerdo, pero puedo entender que al parecer no fue fácil para ti, así que me disculpó de todo corazón, intentaré no cometer esos mismos errores, aunque no sepa cuáles fueron, lo intentaré… Sonreí un poco incómoda hacia él, note como sus mejillas se tornaron de leve carmesí, algo que intente ignorar, para no avergonzarlo más ―Ahora una pregunta… ¿El señor diablo está enojado conmigo? ― ¿Señor diablo? ¿Cuándo no lo estoy? Estuve a punto de dar un grito, la sorpresa fue mucha, pues la puerta fue abierta sin más, ahí estaba él, a sus ojos verdes, sus cabellos negros bien peinado y su traje completamente n***o Mientras parecía estar observándome un poco divertido por mi expresión de terror El hombre de cabello platinado solo hizo un pequeño movimiento de cabeza, colmado de respeto y sin más dé se fue, solo me dejaría con este hombre que me aterraba ―Nos vemos… ah… ―Hazel, señora, ese es mi nombre… ―Ya veo… Hazel… De nuevo sonreí un poco hacia él, en lo que noté como mi supuesto esposo tenía sus brazos cruzados, mientras se recostaba en el marco de la puerta ― ¿Qué se supone que haces con Hazel? ―Solo lo despido… ― ¿Solo lo despide, tú no eres de las que despide? Tú más bien eres… ―Basta… no sé qué clase de mujer usted considera que soy, pero yo he pedido que no será esa mujer, si no le agrada no puedo hacer nada por ello, pero no estoy dispuesta a jugar ese juego suyo… ― ¿Juego? ―Si… es juego en donde usted es el que tiene que hacerse una idea y yo debo actuar como usted dicte, la mujer que fui antes de ese accidente no es la misma que usted ve en estos momentos, puede pensar lo que quiera, que soy otra persona, que he madurado o que la muerte logro hacer que sentara los pies sobre la tierra, pero ya me canse de esos comentarios Él se quedó en silencio, lo hizo por unos segundos, todo mientras seguía ahí, parados, justamente uno frente al otro Creía que se daría media vuelta, que me cerraría la puerta en la cara y me mandaría al diablo, pero él solo mostró una pequeña sonrisa Una que no sabía cómo interpretar, pero antes de que siquiera pudiese preguntar que ocurría por su cabeza Él solo se movió un poco, lo hizo con el afán de que yo pudiese adentrarme en la oficina ―Entonces dejaré de suponer, digamos que estoy conociendo una nueva esposa, ¿te agrada eso? ―No importa, usted y yo nos divorciaremos, así que no importa mucho conocernos o no… ―Parece que esa decisión no ha cambiado, ¿no cambiara en el futuro? ¿No te arrepentirás de eso? Tal vez quieras saber algo de este matrimonio, cuando nos casamos, hace cuantos… ―He descubierto algunas cosas, nos casamos al parecer por algo así como un contrato, no es un matrimonio por amor, es más que notable al ver a mi supuesto esposo que no estaba nada contento cuando desperté, así que puedo deducir que yo no le agrado, ¿estoy equivocada señor diablo? Él sonrió un poco, pero no negó o asintió a mis palabras, parecía más divertido con el hecho de que lo llamara señor diablo Al hecho de que yo hablara de esta manera hacia él. Nos sentamos frente a frente, creía que el silencio nos iba a invadir, que solo nos quedaríamos ahí observándonos Pero él habló sin siquiera dejarme una oportunidad para una conciliación sobre nuestro divorcio ―Nos divorciaremos en cuanto acabé nuestro trato, en cuanto logremos destruir a los Frost ― ¿Qué? ¿Por qué no hacerlo ahora? ¿Por qué no acabar con esto de una buena vez? ―Pareces un poco apresurada, por acabar este matrimonio Me quedé en silencio, ciertamente si estaba muy necesitada, sentía que, a la menor posibilidad, este hombre haría algo que no me agradaría Que posiblemente me mataría como Dristan, que al final de cuentas, yo acabaría muy mal por su parte y eso no me agradaba para nada Pero él era el único que sentía que podía tomar como una ayuda, él parecía tener algo personal contra ellos No sabía específicamente que era, pero ya había mencionado a Nixie, no sabía si fueron amantes o si solo llego a insultarlo de otra manera Pero esta era una ventaja, bien decía mi padre, que cuando tienes una razón exacta, es posible lograr tus deseos Así que él era mi aliado perfecto, uno que tenía una razón, uno que no hablaba porque sí, uno que me daría la oportunidad de vengarme de esas basuras ―Bien… no hay más opción… pero quiero algo más, quiero que firmemos un contrato, uno donde aclaremos esta situación, donde dejemos claro nuestro divorcio, sin contar con el hecho de que en este quiero que dejes claro que ninguno de los dos tiene derecho a tener un amante y en caso de ser así, el trato acaba, cada uno toma un camino y el divorcio se da oficialmente Él me observó por unos segundos, lo hizo de manera, afirme, un miedo atroz me provoco su mirada, este hombre con su mirada intensa Y sus expresiones llenas de lo que parecía apatía, ciertamente me molestaban y atemorizaban un poco ―Hecho… hagámoslo así… Di un suspiro lleno de alivio cuando él aceptó, por lo menos esta vez no me mataría la amante de mi esposo Por lo menos en esto tenía un poco de fe ―Nos iremos mañana en la mañana por cierto… ― ¿Qué? ¿De qué habla? ¿Irnos? ¿A dónde? No podemos irnos, iniciaremos con la venganza, además ―Estás enferma, tienes una estabilidad que no sé cuándo acabara, tus padres están nerviosos, tu hermano está demasiado estresado, ellos me pidieron que te llevara no pude negarme, primero debes recuperarte, el plan que tengo trazado te necesita sana ahora estás pálida y un poco lamentable, así que necesitas recuperarte primero Eso me molesto, quería discutir con él, quería decirle muchas cosas, pero él parecía ser que por mucho que llegara a discutir sobre la situación No daría su brazo a torcer, por lo que mordí mi labio inferior y me quede perdida en mis pensamientos En el hecho de que debía hacer, como debía hacerlo, tenía tanto porque preocuparme, tenía tanto que procesar Temía que este hombre al final de cuentas, no me haya dicho la verdad, que no me ayudará, que solo me haya dicho aquellas palabras para contenerme Que haya engañado Entonces sentí una mano de manera delicada en mi mejilla, mientras la otra de manera delicada, separaba mis labios, pues al parecer los estaba mordiendo con fuerza Observe frente a mí, y note al hermoso hombre, con pestañas largas, unas cejas pobladas y un rostro pálido, tan blanco, y hermoso, que no parecía el rostro de un hombre Digo, estaba tan bien cuidado, juro que estuve a punto de levantar mi mano y poder sentir su piel, pero su voz tan ronca, son aquel acento, logro sacarme de mis pensamientos tan extraños ― ¿Deja de pensar en tanto? Y entonces sin más, justamente cuando nos quedamos observándonos, lo que yo podría jurar eran hora, pude sentir un pequeño golpe en mi frente Estábamos a solo centímetros, su olor a cítricos me invadió, mientras su aliento a menta, llego a hacerme estremecer, al, ver cómo me mostraba una pequeña sonrisa Que podría jurar que haría que cualquier mujer, hiciera lo que este pidiera, mientras mis deseos de querer tocarlo, no se alejaban de mi mente ni por un segundo ¿Qué era esto? Su mano seguía en mi mejilla y me observaba fijamente, lo hizo por unos segundo más, que creía eran eternos Fue entonces cuando hablo en un tono que no había usado hacia mí en todo lo que nos habíamos llegado a conocer ―Aunque no lo parezca, me alegra que no te hayamos tenido que desconectar, aunque parezca que soy el peor esposo del mundo, te juro que me culpaba a mí mismo, por no haber hecho las cosas de manera diferentes contigo, que… ― ¿Qué? ―No importa, después de todo, ya estás bien… ¿No? Él se alejó, lo hizo con rapidez, pasos su mano por su cuello, posiblemente incómodo por alguna razón Yo quería hacer preguntas, quería saber que era eso que lo tenía tan acomplejado y dudoso, pero no lo hice Me tragué mis preguntas y di un largo suspiro, tal vez ahora no era el momento y quizás nunca lo sea ―Respecto a tu dama, me entenderé que tuviste problemas con ella esta mañana, ¿hay algo de lo que me deba enterar? Lo sabía, no me iba a librar muy bien que digamos sobre el hecho de haber golpeado a esa maldita mujer ―Ella me insultó, de hecho… ella… fue la de cierta manera es la culpable de que yo me haya lanzado del quinto piso de ese hotel… Él me observó de manera seria, camino hacia mí y de nuevo la cercanía, logro que me tornara un poco nerviosa, por su reacción tan repentina ― ¿Qué acabas decir? ¿Estás segura? Parecía un poco alterado, ¿acaso está enojado conmigo por haber dicho algo referente a esta mujer? ¿Ella era caso su amante? Había escuchado como ella hablaba de este hombre como si fuese algún tipo de dios, cada que lo mencionaba Parecia una caricia para ella, creía que solo era admiración, pero ahora al ver su reacción, pude deducir que posiblemente si lo sean Que ellos sean amantes y por esta razón, él estaba tan alterado ―Si… estoy segura, así que… ¿Qué harás? ¿Me regañarás? ¿Seré yo quien pague por sus actos? ― ¿Qué dices? Si ella es la culpable, debe pagar, no estoy enojado por lo que hagas con los empleados, de ellos te puedes encargar todo lo que desees, tanto en este lugar como en Polonia, así que no debes preocuparte por ello, pero de esa mujer, me encargo yo… Él se alejó, parecía estar dispuesto a salir de la habitación, pero entonces noté como la puerta era abierta sin más Como Hazel entraba en el lugar y hablaba muy bajo, no lo suficiente, pues escuche las palabras adecuadas en la situación ―El señor Frost, está haciendo inconvenientes en el club del este, me temo que debemos ir a advertirle algo mi señor, la familia principal, no quiere ser expuestos por este hombre… Dristan, él había hecho algo, note como mi supuesto esposo, me observaba un poco incómodo, y sabía muy bien cuáles serían sus palabras Pero yo no lo permitiría ―Yo voy… ―No, no iras, no puedes ir, yo… ―Déjame ir, prometo que me portaré bien… ―Señor… Él dio un suspiro, me observo por unos segundos, todo mientras yo me levantaba lista para irme con ellos, quisiera, o no Por lo que mostró una pequeña sonrisa y hablo en un tono, que podría jurar que era divertido ―Bien… pero no saldrás del auto ¿hecho? ―Hecho…
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