Izan ―Si… no te preocupes padre, yo la cuidaré, yo me encargaré de que todo sea como dices… sí… adiós… La llamada por parte de Nolan acaba, en lo que mi esposa observa a su hermano con una pequeña sonrisa y parece tranquila Como si aquello que este dijese, le diera la confianza que ella necesita ¿Qué no le basta con mi ayuda? ¿Por qué tenemos que inmiscuir a este tonto escandaloso? Tenía una clara expresión de fastidio Aunque era claro, que no era notada, pues ahora mismo caminaba tras ellos, en este ostentoso centro comercial, mientras los hermanos caminaban con los brazos entrelazados Yo solo iba tras ellos, como si me tratara, no más que de un simple guarda espalda y no del maldito diablo de Polonia ―Esto saldrá mejor de lo que planea ese tonto, mi pequeña hermana, ya lo verás, s