¿QUIÉN ERES?

2347 Words
Mis ojos pesaban, el cuerpo me dolía como nada en el mundo, mientras sentía que mi cabeza iba a explotar, fue por ello por lo que di un pequeño quejido. Todo mientras pude sentir como inicio a mostrar un incesante sonido y como parecía ser que estaba concertado a mí ¿Qué era esto? ¿Cómo había llegado a un hospital? Observe a mis costados y note las paredes blancas, el techo y la incómoda cama de hospital Instintivamente, bajé mis manos hacia mi abdomen, mi hijo, ¿me había enfermado? ¿Mi hijo estaba a punto de nacer? Pero entonces no sentí nada, mi bebé no estaba y mi corazón inicio a latir como loco, lo hizo de manera desenfrenada Mientras como si fuese algún tipo de epifanía, los recuerdos llegaron a mí, Nixie apuñalando mi abdomen, yo siendo llevaba da a un auto Y yo quemándome, siendo muriendo por las llamas de aquel auto, pero, pero no entiendo nada, pase mis manos por mi rostro No me dolía nada, absolutamente nada y entonces, todo parecía estar a punto de enloquecerme, estaba a punto de creer que era un completo sueño ―Oh… la señora ha despertado ¿Cómo? La mujer, que había entrado a la habitación, con un traje de enfermera, me observo como si me tratara de un fantasma, mientras que yo no tenía la menor idea de lo que ocurría ―llamaré al doctor, lo haré de inmediato… Ella salió corriendo, yo levente mi mano, aquella pálida mano, con un pequeño tatuaje en la muñeca, una estrella Aquello que me sorprendió aún más, yo no tenía tatuajes, nunca en mi vida me había atrevido hacer algo como aquello, no cuando al final de todo, mi padre o Dristan llegarían a pesar en mí de manera inadecuada No querría problemas, pero ¿Cómo llego esto allí? El miedo, la extrañeza de la situación, todo me tenía más que incomoda, fue por esa razón, que, a pesar de la incomodada, del dolor en mi cuerpo Y el hecho de sentirme tan completamente mareada, solo me levante de la cama, me arrastre hasta la ventana de vidrio, y mientras daba cada paso casi a rastras Y aun pegada de la cama, no podía créelo, simplemente me parecía no más que una completa mentira, una que me tenía tan nerviosa que hacía que mi corazón enloqueciera aún más ― ¿Quién eres? Yo… yo no soy esta mujer… yo… ―Señora… escuché que ha despertado, usted… El hombre que había entrado a la habitación me observaba extrañado, estaba segura de que mi expresión era digna de una burla Mientras que yo tenía mi mano en el pecho, y de nuevo observe a la mujer en el vidrio, su cabello rubio, su piel pálida, sus ojos podría jurar que se veían azules Sus rasgos no se parecían en nada a mí, no podía ser ciertos, esta mujer, no era yo, y esto estaba a punto de lograr que tuviera un colapso mental ― ¿Quién? ¿Quién? ― ¿Señora? Aquel coloco su mano en mi hombro, algo que solo logro que me apartara de manera brusca, mientras lo observaba como lo que era No más que una desconocida ―No me toque, yo no lo conozco, así que no me toque… El hombre me observo con los ojos muy abiertos, todo mientras yo aún en medio de la confusión, y del terrible sueño que al parecer estaba teniendo Yo estaba completamente extrañada con la situación, más con el hecho de que este hombre estaba hablando otro idioma, y yo no tenía la menor idea ¿Cómo era que le entendía? Pero seguramente, era un sueño, no había más opción, un sueño tras sueño, primero todo lo sucedido con Dristan y Nixie y ahora estar en el cuerpo de otra mujer No había más que pensar, por qué ¿Cómo era posible despertar en el cuerpo de otra mujer? ¿Cómo era posible que yo sin más solo llegara a esta situación? Era imposible, yo jamás tendría la suerte de volver a la vida en otra mujer, para vengarme de las atrocidades que ocurrieron en mi sueño Yo jamás perdería a mi hijo, no, Dristan no me quitaría algo tan preciado, él no lo haría, no lo haría, ¿verdad? No lo haría ― ¿Qué está diciendo, señora? Si es una nueva treta para que el señor le preste atención yo… Sus palabras quedaron a medio salir, me observó a los ojos y frunció el ceño, todo mientras que yo parecía aún más perdida con la situación ― ¿De verdad no sabe quién soy? ¿Está hablando en serio? ― ¿Tengo cara de estar mintiendo? ¿Quién es usted? ¿Quién soy yo? ¿Dónde estoy? ¿Por qué? ¿Por qué me llama señora? No… esto es un sueño, ¿no es así? Estoy soñando, solo estoy soñando Me di algunas palmadas en el rostro, aquellas dolieron un más y lograron que el dolor en mi cabeza llegara aún punto demandante Mientras que el hombre me observaba como si estuviese, no más que demente, como si no pudiese creer lo que veía ―Señora… Entonces lo supe, esto no era un sueño, no lo era, yo estaba, pero ¿Cómo? No puede ser, no puede, no, no Bajé mis manos a mi abdomen, lo hice, mientras me rompía por completo, lo hice mientras lloraba desenfrenadamente y el hombre me observaba lleno de impresión al verme de tal manera Pero no, yo necesitaba más, necesitaba confirmarlo, por lo que observe a mi alrededor y aunque mis lágrimas no se habían detenido Y el hombre me observaba como a una extraña, yo observaba todas las maneras de salir de este lugar y confirmarlo, no importaba cuál lejos estuviera No me importaba nada, debía confirmarlo, deba verlo por mí propios, ojos, debía saber que esto no era un sueño, que esto era la verdad y que mis sospechas eran ciertas ―Llamaré al médico, lo haré de inmediato, usted no se mueva… ¿A dónde se va a mover? ¿No es así? Aquel hombre, su cabello platinado y corto, su cuerpo moreno, y traje de alta gama, aquel me observó por unos segundos, todo mientras salía de prisa de la habitación Y como si fuese una señal del destino, me quite todo lo que se conectaba a mi cuerpo, y sin importar mis pies descalzos y mi ropa de hospital Salí de la habitación, lo hice mientras buscaba una señal, una que demostrara que esto era un sueño, que solo era mi imaginación Observe el nombre del hospital, observe que era el mismo lugar al que fui durante mi embarazo, aquel que sabía cómo entrara y salir sin ningún problema Esto era una señal, no más que un sueño, un simple sueño, mi subconsciente me decía a gritos que despertara, que todo no se me daría tan fácilmente Yo era la mujer con peor suerte, incluso en mis sueños, ¿cómo es que ahora todo cambiaria? ¿Cómo es que todo solo sería mejor sin más? No, no había mejoría, en mis sueños incluso seguían torturándome, mi hijo no estaba conmigo, mi esposo me había tratado de la peor manera Él me había asesinado junto a su amante, él había, cálmate Leída, debes calmarte, esto no es real, no lo es Pues de ser real, como era que había logrado salir del hospital sin problemas, ¿Cómo era que yo logre caminar por las calles sin ningún problema? Pero entonces detuve mis pasos, lo hice mientras observaba el periódico, justamente frente a mí, aquel que tomé con las manos temblando Ignorando el tendero que se quejaba por leer sin pagar, pero no me importó, no cuando mi fotografía estaba allí, mi verdadero rostro Aquel que había visto, aquel que yo conocía a la perfección, cada detalle, cada gesto, aquel que se mostraba con unas enormes letras en negrillas, indicando “Trágico accidente para la familia Frost y Moon” Esto no podía ser verdad, no podía, me negaba a que fuese cierto, no podía, simplemente no… ―Si no va a pagar, devuélvamelo loca… Observé al hombre, este parecía aburrido y de mal humor, todo mientras que yo, en medio de mi inestable situación, solo pude preguntar lo único que vino a mi mente ― ¿Este no es sueño? ¿Esto es real? ― ¿De qué diablos está hablando? ¿Crees que soñaría con mi maldito día de mierda? No digas estupideces, vaya de nuevo al hospital, al parecer la dejaron peor… Él me arrebató el periódico, todo mientras yo bajé mis manos a mi abdomen, negué una y otra vez Me negaba a creer que, de verdad, esto era real Corrí, lo hice con fuerza, todo mientras escuchaba la voz de aquel hombre malhumorado, pero no ahora, no me interesaba escucharlo Quería confírmalo por mí misma, quería saber que efectivamente las palabras de esta mujer eran ciertas, que ahora mismo mi realidad era esta Que yo estaba siendo sepultada, que yo al final tuve un final como este, no más que un final lamentable, por lo que cuando a pesar del cansancio Del dolor y la tristeza queme abarcaba, llegue al cementerio familiar, aquel donde mi padre y mi madre habían sido sepultados, aquel al que ahora estaba siendo sepultada junto a mi hijo ―Dris… ella era tan joven… y el bebé en su interior, no puede créelo, Dris, no puedo, qué dolor tan grande estoy sintiendo, qué dolor tan insoportable, tan terrible… Aquel sepulcro, donde parecía que no merecía siquiera un poco de respeto, pues aquella mujer estaba allí, solo mostrándose lamentable, mientras todos la consolaban ―No deberíamos estar mucho aquí Nixie, puedes enfermar, es hora de irnos, no vemos que más debemos hacer aquí… ―Tienes toda la razón Dris… todos debemos descansar Que burla, ¿Qué burla es esta? Apreté mis manos en puño, todo mientras notaba como uno a uno se marchaba Como mi madrastra era abrazada por mi cuñada, aquella maldita perra que me trato como basura, y aquella que ahora mismo Usaba mi ropa para mi propio funeral, como mis suegros veían, mi tumba como si hasta estando muerta tuviese que darles pleitesía y no fuese más que basura Como me quedaba sola en este lugar, como sin más, la lluvia iniciaba, y como parecía que estos escapaban con aún más fuerza del lugar ¿No les basto con acabar con mi vida? ¿No les basto con asesinar a mi hijo? ¿Cómo puede haber personas tan crueles? ¿Cómo? Di varios pasos hacia la tumba, lo hice mientras mi corazón latía como loco, todo mientras negaba una y otra vez y veía los nombres en la tumba “Leída Moon e hijo” ―No te colocaron un nombre mi cielo, yo tampoco lo hice, lo lamento… cuanto lo lamento, creía que cuando nacieras, él te amaría, que él te daría un nombre, incluso pensé en ponerte el nombre de mi padre, pensé… pese… Me rompí por completo, me arrodillé frente a la tumba, aquella con la tierra blanda y mojada por lluvia, aquella de la que tuve que usar toda mi fuerza de voluntad Para no intentar cavarla con mis propias manos y revisar que era yo, que efectivamente era verdad, que esto no era un sueño Pero ¿Qué más necesitaba? ¿Qué más? Mi ahora cabello rubio cayendo, el pequeño tatuaje en mi muñeca y el rostro que vi tan diferente al mío Además de ver todo esto, de saber muy dentro de mí que era real, que yo había muerto por ellos, que eran unos monstruos, que eran aquellos seres ruines que habían acabado conmigo por codicia ―Lo odio… lo odio tanto… ¿Cómo pudieron hacerte esto? ¿Cómo? ¡¿Cómo pudieron?! Grité lo las duro que pude, lo que mi garganta y mi voz tan diferente a la anterior pudieron Furia, con una rabia terrible y, pero, sobre todo, un deseo terrible de acabar con ellos, de destrozarlos por completo, de ir hacia ellos y matarlos, aunque sea con mis propias manos Tal vez había vuelto para este momento, para hablar con ellos, para asesinarlos, para acabar con sus vidas, justamente como ellos la hicieron con la de mi precioso hijo Con mi vida, hacerlos pagar ― ¿Tienes idea de cuanto llevo buscándote? No sabía que los muertos pueden caminar entre los vivos, pero sin duda alguna tú eres la viva imagen que es posible… Observe al hombre que estaba justamente tras de mí, aquel con sus manos en sus bolsillos y su cabello n***o azabache, un poco largo llegaba a su frente, con aquellos ojos verdes que no parecían reales Todo mientras me observaban como si fuese no más que una molestia para todos me observaba justamente como lo hacía Dristan cada que tenía que lidiar conmigo ― ¿No te cansas de ser una molestia? ¿No te cansas de darme no más que problemas? ¿Qué carajo haces aquí? ¿Y cómo es que estas? Olvídalo Entonces su teléfono sonó, él me dio una mirada, observo su teléfono, mientras que yo lo observaba no más como un desconocido Pero de alguna extraña manera, no podía moverme, a menos que de que este me indicara que me autorizaba a ello Esta presión en mi pecho, en la boca de mi estómago, todo esto que hacía que no supiera cómo reaccionar O siquiera como tratar con una bestia como aquel, pues justamente eso parecía un ser muy salvaje que podría atacarme al menor movimiento ― ¿Quién eres? Mis palabras salieron en u susurro, todo mientras él ladeaba la cabeza, me observaba por unos segundos, sus labios carnosos, se apretaron en una línea Y cuando creía que no me daría una respuesta, su voz con aquel acento e idioma que un no lograba indicar se escuchó con facilidad ― ¿Quién más? Soy tu esposo, soy el amado esposo, de una esposa muy molesta…
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