CAPÍTULO DIECISÉIS Por un momento, Riley no supo cómo manejar esto. Tenía que emitir una advertencia lo más pronto posible, pero sin causar pánico. Entonces pensó en quién podría ayudarla. Lucy Vargas planeaba trabajar hoy. Y Riley había tenido pensado llamarla de todos modos para ver cómo iba. Tomó su teléfono y marcó el número de Lucy. “Hola, Riley. Me alegra tu llamada”, dijo Lucy. “Fui a casa de los Yoh y entrevisté a los padres de Constance”. Riley escuchó con impaciencia. Sabía poco de la muerte de Constance Yoh excepto que fue encontrada ahorcada en su casa y que tomó una dosis alta de alprazolam. “¿Qué te dijeron sus padres?”, preguntó Riley. “Dijeron que habían estado preocupados por las notas de Constance. No habían sido perfectas. Dijeron que Constance también se preocupó