CAPÍTULO CATORCE Riley sabía que iban a entrevistar a una familia rica, pero ver la mansión Farrell igual le quitó el aliento. Bill, conduciendo el carro prestado del FBI, había seguido las instrucciones del GPS a un suburbio lujoso al norte de Atlanta. Ella le preguntó: “¿Estás seguro que esta es la dirección? No parece una casa”. “Al parecer sí lo es”, respondió Bill. Era un edificio palaciego con techos de teja y setos perfectamente cuidados, situados en un amplio jardín. Parecía un museo europeo. Por la información que Flores le había dado, Riley sabía que el patriarca, Andrew Farrell, era el jefe y fundador de Gestión de Fondos Farrell. Riley no comprendía realmente la naturaleza del negocio, salvo que tenía algo que ver con altas finanzas, posiblemente fondos de cobertura. Bill