Nadie se lo esperaba, ni la prensa se vio enterada hasta que llegó el momento, las dos familias más prestigiosas y adineradas del país, los Collins y los Sinclair, se unirían por medio de un matrimonio. ¿Cómo era posible este suceso cuando todo el mundo pensaba que ambas familias, eran rivales? Las campanas de la iglesia sonaban, los invitados iban llegando y fueron acomodados en sus respectivos asientos, la crema y nata de la sociedad asistía a la boda del año. Máximo esperaba en uno de los salones de la iglesia, vestido con su traje Brioni hecho a la medida, atractivo y elegante, el novio se paseaba de un lado para el otro, nervioso. Un golpeteo sonó en la entrada, «¿Tan rápido? ¿Ya es la hora?», se preguntó Máximo, al tiempo que se dirigió a la puerta para abrir, frente a él, su ami