¡Escapemos! La fiesta tenía un tono muy agradable, habían muchos pasapalos y trago. De verdad la estaba disfrutando mucho. Pero entonces empecé a percibir en David un grado de incomodidad. Estaba respondiendo a sus amigos con fastidio, los evadía, no le veía expresar satisfacción con nada. ¡Debía salvarlo! Vi la hora y aún era temprano, conocía un lugar al que podríamos llegar a tiempo para ver la puesta de sol. Sería un regalo perfecto. __ ¡Guapito se me presentó un pequeño inconveniente en casa! Me esperas veinte minutos y te salvo de ésta fiesta. ¡Ándale! Dime que sí. __ Me agarró con ambas manos el cuello y me dijo: __Si no regresas me voy a morir de desesperación. ¡Contaré cada minuto que te tardes! __ Me besó los labios, me volví para salir corriendo pero alcanzó a darme un pel