****** Una condena injusta... Cuando la hallé pensé que me encontraría con una chica engreída y caprichosa. Pero sobrepasó mis prejuicios. Era cariñosa y amable. Al principio se negó a escucharme cuando le hablé que iba de parte de su padre. La situación en la cárcel era más difícil de lo que en realidad pasan en las películas. Ahí te vuelves una fiera o desapareces, por fortuna si algo me había servido criarme con hermanos varones era para saber defenderme. Había aprendió a golpear y me habían enseñado estrategias de como derribar a los demas. Porque a causa de tanto Bullying que me hacían en la escuela, cuando inicié bachillerato empecé a vivir la misma pesadilla. Entonces ellos me entrenaban a escondidas de mamá y papá. Las primeras peleas en las que me metí terminé con la boca reve