Narra David Zenteno Andaba viviendo una ilusión y estaba claro de ello. Pero esa mujer era demasiado hermosa, no pude evitar caer atrapado en sus besos. ¡Estoy seguro que ella en medio de sus trastornadas ideas también lo disfrutó! Es una mujer manejable en la cama, descomplicada, muy abierta y apasionada. Pero así como apareció en mi vida, así mismo desapareció. Iba distraído hablando con mi conductor de que necesitaba contratarme una dama de compañía de esas que te atienden por una semana y te dejan como nuevo. Y ¡La ví! Nos pasó en una moto y lo que me cautivó fue su cabello suelto y libre al aire. Seguido observé su pecho y era una buena talla. Ya sabes son detalles que algunos hombres vemos primero que los ojos. Tuve muchísimas ganas de salir por la ventana y gritarle algún pirop