*********** ¡No lo merezco! Fue un momento inolvidable estar en sus brazos y sentir sus jadeos, es un hombre expresivo, muy diferente de lo que aparenta ser a simple vista. Se esmero en hacerme vivir un momento muy intenso. Quería llevarlo a conocer mi celda, así que pedí al guardia de seguridad me trasladará hasta mi patio. Las visitas podían pasear por todo el lugar, pero sí yo hubiese pensado en lo incómodo que todo se iba a poner me había quedado en la habitación con él hasta la hora de salida. Una vez empezamos a pasar por los pasillos las demás reclusas empezaron a silbar y a gritar, las más osadas se acercaban a tocarle su pecho, sus nalgas y su paquete, estaba intimidado y decía: __ ¡Mami no me vaya a dejar solo! __ Se pegó a mi cuerpo y caminaba rápido. Aunque me causaba un p
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