Debería contarles algo, mi relación más seria fue con mi perro Tony, un labrador divino de pelo dorado y una hermosa sonrisa, que me regalo mi padre cuando era chica y murió antes de entrar a la universidad. Tony era mi vida, mi mundo… cuando falleció mi universo se vino abajo, no paraba de llorar, incluso llegue a llorar más por él, que por la separación de mis padres. Después de eso no volví a tener más animales, el solo pensar tener otro pequeño ser de luz en mi vida y que después desaparezca me produce una tristeza terrible. Odio el compromiso, odio atarme a otra persona y darle el poder de destruirme, no es algo que me atraiga y es algo de lo que siempre hui, es por eso que huyo de Ray. Verán, me puedo acostar con Jack porque no siento nada, literalmente solo es atracción s*