Brooke Pov: ¡No puedo creerlo! ¡No puedo creerlo! Me retuerzo como gusano en mi cama y cubro con mi almohada mi boca para evitar que los chillidos se oigan, pues mis vecinos pensarán que me volví loca, pero es que no puedo evitarlo; esto se siente tan irreal, tan magnífico y a la vez tan amargo. Es como una rara mezcla de hiel con azúcar. ¡Estoy casada! ¡Soy una esposa ilegítima! Que realidad más extraña la que me tocó vivir. No debería emocionarme por una completa mentira, porque eso es lo que significa este matrimonio, pero estoy alucinando, todavía no lo asimilo. Creo que lo que me tiene así, es que yo nunca jamás pensé que me iba a casar, creí que era más posible encontrar un hada o a pie grande que encontrar un hombre que quisiese casarse conmigo y el que se casó conmigo fue... —