Qué maravilla es estar en casa, me baño, me pongo una ropa acordé con la empresa y que pueda usar con unas botas bajas.
- Lista para trabajar.
Me reuní con algunos clientes, vi algunos nuevos pasantes de las universidades, ninguno que valga la pena, no son malos, pero les falta lo que estamos buscando.
- Ninguno te gustó.
- Todo es lo mismo Donna, es aburrido, pierdo mi tiempo, ¿qué te dije de eso?
- Es parte de tu trabajo, puedo dejar a Armando a cargo, pero...
- No, si es por él, tenemos a cualquier sonrisa barata, lindas piernas, buena imagen y cualquier cerebro que sepa usar una red social en las empresas. No le digas que dije eso.
- Ya te escuché — entra a mi oficina.
- Bien, me ahorré el discurso de buscar lindas palabras para decirte que los jóvenes de ahora ninguno sirven
