De todas las personas que podían existir, él es la última que me imaginé ver en esta empresa y frente a mí.
- Hola, qué sorpresa y gusto verte de nuevo — a mí no —, veo que te sorprende verme.
- Lo estoy, no esperaba volverte a ver en la vida.
- El destino es así, al parecer nos vuelve a cruzar en el mismo camino.
- Nuestros caminos nunca van en el mismo sentido — gracias a Dios.
- Te ves, diferente.
- ¿Diferente? Sí, bueno, la gente cambia físicamente, digo.
Sonríe y me señala el vaso que tengo en mi mano — Lo puedo notar, estas más delgada y hermosa; veo que no pierdes la costumbre de tener siempre un dulce contigo.
- Así es, para no amargarme cuando veo gente desagradable — y me llevo dos cucharadas a la boca.
- Sigues siendo muy
