Capítulo 8. Mentiras blancas y verdades negras

3777 Words
Cuando llegaron a Hansti, Alyssa cayó sobre el suelo de rodillas, mareada, con la boca seca y con el corazón acelerado, después comenzó a vomitar sin cesar en tres ocasiones, ante la mirada desagradable de Ellina y Koparki. Cuando pudo parar de expulsar líquido por su boca, Koparki sacó de sus bolsillos unos cubos de azúcar que le dio a Ellina y ella le dio uno a Alyssa, mientras guardaba el otro en su bolsillo —Mastícalo, te sentirás mejor —dijo el hada, Alyssa la obedeció y una vez que comió aquel terrón de azúcar poco a poco se sintió mejor. —Tengo una explicación de por qué estaba donde me encontraste —dijo Ellina a koparki —¿Piensas que aún puedes ocultar todo?, la verdad ha sido revelada. Ellina, eres la decepción más grande —dijo Koparki con ojos muy severos. El hada bajó la mirada con angustia, estaba derrotada y no venía a su mente una solución para su gran problema —¿Qué es este lugar? —preguntó a Alyssa. La niña miraba las calles y los grandes edificios, parecía la Tierra, pero algo le parecía inusual, el cielo seguía siendo azul y había nubes, la temperatura era agradable, y los rayos de sol eran apenas notorios, a lo lejos podía divisar un mar, aquellas aguas tenían un color muy verdoso. Las calles estaban llenas de personas raras, muy parecidas a ella, aunque otros no tanto. Pero al mirar atrás vio sobre el cielo la sombra de un orbe —Pero, ¿Qué es eso? —dijo agachándose con temor y después poniéndose de pie, como si aquel orbe fuera a caer encima de ella —Bienvenida a Hansti, eso es nuestra satélite natural, le llamamos Nardia, nos ilumina por la noche —dijo koparki apuntando al cielo Alyssa lo miraba anonadada, no tenía idea de lo que sucedía y pensaba que todo era un sueño. —¡Me equivoqué!, lo diré todo —dijo Ellina —No digas nada, yo ya lo sé todo, estoy muy arrepentido de todo el tiempo que perdí enseñándote. Has sido un desperdicio, Ellina, eres el error más grande. Koparki estaba furioso. Ellina quería llorar y tenía un dolor profundo en su interior. Alyssa miró aquella escena —¡No la trate así! Nadie es perfecto y estoy segura de que nadie lo será. Ella es muy buena solo ha querido salvarme y a la Tierra. ¡Sea amable! —dijo Alyssa Koparki la miró un segundo iba a decirle que tenía una forma de hablar muy decidida, pero no quiso —Así que tú eres Alyssa Gante. Alyssa asintió bastante orgullosa y altiva. —¿Tú sabes por qué estás aquí?, ¿Sabes por qué motivo ella ha ido a buscarte? — preguntó curioso Koparki —Por supuesto, Ellina, es un hada buena, una heroína. Salvará mi planeta, cuando encontremos a mi alma gemela —dijo Alyssa Ellina bajó la mirada porque Koparki la miró con desprecio —¿Quieres decir la verdad por una vez en tu vida, Ellina, o prefieres que lo haga yo? Ellina no contestó, ni elevó su mirada —¿Qué verdad? —preguntó Alyssa preocupada—. ¿De qué habla señor? —Todo lo que te dijo esta hada —dijo Koparki mirando a Ellina de arriba a abajo con mucho rencor—. ¡Es una absoluta mentira! Alyssa abrió bien sus ojos al escuchar —¿Mentira?, se refiere a una mentirita blanca, de las que dicen las amigas para no causar dolor, ¿Cierto? Koparki la miró extrañado, pensando si no era ya una desalmada —Nada de lo que dijo es cierto, niña. —¿Qué no es cierto?, ¿Qué es verdad?, dígame señor, dime ahora Ellina, ¿Qué es verdad? —dijo al hada quien se negaba a mirarla—. ¡Digan la verdad, tengo derecho a saberla! —La verdad es oscura, muy negra, quizás tu mente se deteriore más—aquello lo dijo Koparki con ironía y Ellina alzó su mirada impactada de lo frío que podía ser su mentor con una simple humana —¡Hablé, no sea cobarde! —dijo Alyssa con mucho enojo al señor pues reconocía que la estaba subestimando —Hace catorce años Ellina trabajaba en una misión, que eras tú, tenía la encomienda de ayudarte con ciertas experiencias, pero gracias a su egoísmo y ambición, cometió un error, hizo que casi murieras y después creó una realidad alterna dónde te abandonó. —¿Estoy muerta? —Alyssa estaba confundida Koparki hizo un gesto de impaciencia —Ella no va a salvar tu mundo, tu realidad no tiene salvación, perecerá junto con todo lo que vive ahí, necesitaba esa alma gemela porque fue una conexión que desactivó con su gran error, ha causado daño a mucha gente, pero sobre todo ha destruido tu vida. Ni siquiera podrás acabar la vida con tus seres queridos. Alyssa estaba consternada sus ojos brillaban por el miedo —Ellina, dile que no es verdad, tú salvarás el mundo, salvarás a mi familia y a Raúl, tú me lo dijiste, ¿Ellina? Ellina la miró, sus ojos verdes no lloraban, pero estaban suplicantes, tal como lo había explicado Koparki le había hecho comprender los errores que había cometido y el daño que había hecho —Lo siento. Alyssa negó con la cabeza y lágrimas se derramaron por su rostro —¿Por qué? —Tu realidad se extinguirá, es decisión de la gran energía, es irremediable, pero tú no lo verás. Jamás volverás a tu realidad, te quedarás en Hansti hasta el final de los tiempos —dijo Koparki Ellina sintió horror, ¿Qué había hecho?, pensaba. —¡Quiero a mi familia!, ¡Quiero ver a mis padres!, ¡Es un sueño!, ¡Quiero despertar!, ¡Ayúdame! —gritaba Alyssa y pellizcaba con fuerza sus brazos creyendo que estaba en su sueño, pero al sentir el dolor se llenaba de frustración. Ellina sentía pánico, por primera vez y era por alguien que no fuera ella misma. —Calma, niñita. Siéntate en las aceras, será tu nuevo hogar —dijo Koparki tomando el brazo de Alyssa, pero ella se soltó con rudeza —¡Mentirosa!, ¡Maldita mentirosa!, ¡Te odio para siempre! —dijo Alyssa a Ellina y después se largó corriendo, perdiéndose entre las calles. Ellina quería ir tras ella, pero Koparki la detuvo del brazo —¡Tú vendrás conmigo! Cuando llegaron al edificio Katarka se encerraron en la oficina de Koparki. Ellina se sentó sobre una silla, estaba consternada. —Te enseñé todo lo que sabes. Te favorecí entre los demás, te apoyé y ¿Así has pagado? Eres la vergüenza de este mundo. ¡Qué pensabas! Creíste ser tan lista, pero mírate, ni siquiera eres digna de ser Hansti —dijo Koparki furioso, caminando de un lado a otro. —Lo lamento, tuve miedo, creía que si lo decía te defraudaría. Quería hacerte sentir orgulloso. —De todas maneras, me defraudaste —dijo Koparki con frialdad Lágrimas surcaron el rostro de Ellina —¿Ahora lloras?, ¿Cómo si fueras un ser inferior? —dijo Koparki sorprendido—. Eres una mediocre, ¿Cómo pudiste nacer de una Hansti? —¿Puedes perdonarme?, yo te amo, para mí eres como lo que los humanos llaman un padre —dijo Ellina levantándose Koparki se burló de ella —Ellina, somos Hansti, los seres superiores del universo, no sentimos, no deseamos, ni queremos, estamos destinados a obedecer a la gran energía hasta hacernos parte de ella —dijo y luego dio un paso hacia Ellina —¿Y si estuvieras equivocado?, nunca has pensado que si no sientes nada es por este sistema absurdo, donde nadie es nadie, hace unos instantes estaba segura de que los Hansti no lloran, pero sí lloramos, y también sentimos dolor, tristeza, y estoy segura de que también sentimos amor. —¡Cállate!, eres un error. Tu castigo será la condena ZF2, la más fuerte de las condenas—dijo Koparki con un tono suave —¿Vas a matarme? —dijo Ellina incrédula —La muerte no existe, lo sabes. Terminarás está historia y renacerás aquí mismo. —¿Así, nada más?, ¿No me quieres ni un poquito? —preguntó Ellina —Será un nuevo comienzo —dijo con un tono suave y esperanzador —¿Has pensado que puede ser la voluntad de la gran energía? —dijo Ellina —¡Cállate! —dijo Koparki molesto Fueron interrumpidos por la entrada de Iker, abrió la puerta y se adentró en la habitación —Hola. Ellina se limpió el rostro con las manos. No entendía por qué Iker no estaba castigado también, ¿Acaso le había traicionado? —Traje la ZF2 y el BTW —dijo colocando en la mesita un maletín —Necesito la primera —dijo Koparki Iker se sorprendió, pero asintió. Luego miró a Ellina. —Por cierto, Lady Louvan está en la sala y te necesita antes de esto —dijo Iker —Iré con ella, vigila —dijo Koparki respecto a Ellina y abandonó la habitación. Una vez que Iker se aseguró de que Koparki se marchó se dirigió a Ellina, pero primero cerró la puerta. —¿Cómo te fue? —dijo apresurado —¡Mal, todo salió mal! —Ellina, no se realimento la energía, ¿Qué sucedió? —No eran almas gemelas —dijo Ellina con tristeza —Escucha, nos equivocamos con el tiempo. En la realidad de Alyssa, quiero decir la original, el fin llegará antes o quizás ya llegó, en la que creíamos artificial será en ciento veintiún días. —Pero, ¿Cómo? —preguntó Ellina sorprendida —No lo sé, y no creo más que sea una realidad artificial —dijo Iker. Ellina le miró dudosa y él prosiguió—. Creo que hay muchas más realidades como esas que aún no hemos descubierto. Todo lo que sabemos no es la verdad absoluta. —Alyssa está aquí—dijo Ellina Los ojos de Iker se abrieron enormes —¿Qué has dicho? —Koparki quiere volverla desalmada. No la regresará a la Tierra. —¿Cómo es posible?, ¡¿Por qué la has traído?! —Koparki nos trajo obligadas. ¿Cómo nos descubrieron? —preguntó Ellina —Investigaron. Pero aún no me descubren, no podemos permitir que la niña se quede aquí. Su planeta está muriendo, necesita estar con su familia —¿Qué puedo hacer? —Tienes que elegir. Si ayudar a Alyssa que no tiene culpa alguna de todo esto y a quien casi le arruinamos la vida, o quedarte aquí y terminar está vida para que vuelvas a empezar. —¿Por qué parece que te preocupa Alyssa? —Ellina le miró intrigada —Tengo una nueva teoría, presiento que no hay errores, todo es voluntad de la gran energía. Sé que tú sientes lo mismo. —Sí. Alyssa es buena, creo que es un ser maravilloso, es dulce y noble, no merece esto —dijo Ellina —Entonces debes llevarla de vuelta a casa. Koparki es el único que sabe todo esto. —Pero, ¿Cómo? —dijo Ellina dudosa —Me encargaré de Koparki y no preguntes como. Tú buscarás a Alyssa y te la llevarás —Iker se acercó al escritorio de Koparki—. Ellina dame tu cronómetro traslador. Ellina obedeció. Iker lo tomó y se lo colgó al cuello; abrió un cajón y sacó otro traslador igual —Toma usarás el de Koparki —dijo, pero antes de dárselo a Ellina maniobró en él. Ellina lo tomó y lo colgó a su cuello. —Vete antes de que llegue Koparki. Pero al instante se hizo presente Koparki empujando la puerta con gran fuerza —¿¡Así que ambos estaban traicionando a todo Hansti!? ¡Habían sido descubiertos! —Escucha, Koparki, las cosas son diferentes si tan solo pudiéramos explicarte —dijo Ellina intentando acercarse a él, pero koparki la empujó tan fuerte que esta rebotó contra la pared contraria. Iker reaccionó intentando detener a Koparki, que iba contra Ellina, otra vez, pero se giró y lo empujó al suelo, con toda la fuerza en sus manos sostenía el cuello de Iker, provocando que se ahogará. Iker luchaba y con sus manos libres intentaba tomar cualquier cosa con el objetivo de lanzársela a Koparki y apartarlo, pero no tenía fuerza, ni sentido de orientación, se estaba quedando sin aire y pronto se desmayaría para morir. Los Hansti no se mataban entre sí, era ridículo para ellos, pero el enojo era más fuerte que la razón. Iker intentó tomar algo de la mesa, pero lo único que logró fue lanzar el maletín al suelo que se resbaló hasta quedar muy lejos. Ellina se enderezó recuperándose de aquel golpe. Miró la pelea entre Iker y Koparki. Iker estaba a punto de llegar a su final, no podía respirar y en poco tiempo iba a perder el conocimiento. De pronto, Koparki sintió un pinchazo sobre su cuello que hizo que dejara a Iker, mientras este último tosía con fuerza recuperando el aliento. Cuando se giró a mirar sintió un ardor doloroso en su cuerpo. Koparki se hizo a un lado para recuperarse. —¡Le inyecté poción Amie! —dijo Ellina con lágrimas en los ojos y voz entrecortada. Iker que aún se recuperaba la miró sorprendido. La poción Amie o BTW era un fortísimo amnésico que hacía que toda la memoria fuese borrada. —¡Jamás nos hubiera apoyado! Hubiera terminado con nosotros de haber podido; sé que fue muy bueno contigo, pero no había una oportunidad para él en el nuevo mundo que haremos, Ellina, pero ahora para él habrá un recomienzo. ¡Empiezo a sentir los vientos de cambio, soplan con fuerza, y van a transformarnos! Una vez hecho nadie volverá atrás —dijo Iker poniéndose de pie. Luego tomó de Koparki la Hoz que tenía en su cinturón. Ellina tenía un sentimiento de culpa, incluso aunque supiera que Iker podría tener razón. Pero sabía que de no haberlo hecho Alyssa no tendría ninguna oportunidad. —Toma la Hoz, llévala contigo, necesitarás esto, allá es el fin de los tiempos y necesitarás ayuda. Ellina tomó la Hoz con las manos temblorosas —¿Qué esperas?, busca a Alyssa —dijo Iker —Pero, ¿Cómo arreglar esto? —preguntó Ellina—. Lady Louvan... —Solo lo sabía Koparki, me encargaré y después iré por ti. Vete con Alyssa, pero hazlo ya—dijo Iker Koparki comenzó a despertarse. Se puso de pie y los miró confundido, tocándose el cuello —¿Quiénes son ustedes?, ¿Dónde estoy? —Vete ahora —dijo Iker Ellina dio la media vuelta y se marchó, mientras un Koparki sin memoria la miraba intrigado. Alyssa deambulaba por las calles de Hansti. Intentaba acercarse a las personas, pero era inútil, algunos no entendían su idioma y otros parecían verla como loca apenas contaba su historia, otros estaban tan desquiciados que ni siquiera la notaban. Se sentía tan perdida, deseando poder volver a ver a sus padres y a su hermana. Le parecía una terrible pesadilla de la cual no podía despertar, veinticuatro horas antes había dado su primer beso de amor, y ahora estaba ahí, en un lugar infernal que no parecía tener final. Cuando miró el puente y vio el hermoso mar color verdoso, una lágrima se derramó sobre su mejilla. Lo meditó por un segundo, y se subió sobre la barandilla del puente intentó conservar el equilibrio, iba a saltar, pensaba que si era un sueño no podía morir, de todas formas, si no era un sueño, iba a morir. No había nada que ganar, ni nada que perder. —¡Alyssa! —Ellina le gritó con todas sus fuerzas al verla sostenida sobre la barandilla del puente—. ¡Baja de ahí, es muy peligroso, ese mar está hecho de metano, si caes morirás de una forma terrible! Alyssa la volteó a ver estaba apenas a unos pasos de ella sobre el puente —¡No te acerques o me lanzaré!, de todas formas, moriré. —¡No seas tan tonta!, tienes nublada la razón; baja de ahí te llevaré a casa —dijo Ellina desesperada —¡Mentiste!, dijiste que me salvarías y ahora mi familia y todos los que conozco van a morir. Mientras tú y tu estúpido planeta vivirán. ¿No es muy injusto?, ¡Vivirá una mentirosa! —Escucha no puedo hacer nada, no es mi decisión, esto me supera. —¡Puedes salvarlos!, traer a todos aquí —dijo Alyssa, Ellina respingó frustrada —¡Claro que no! No soportarían un solo día aquí sin volverse desalmados, los humanos no podrían entender toda la verdad, ni siquiera si se la contáramos mil veces. Esto es más grande que tú y yo, pero si bajas, iremos a casa, te contaré todo. —¡Solo me llevarás a mi muerte! ¿Y para qué?, todo en lo que creía ya no es lo que yo pensaba. Pero yo creí en ti, en mi amiga, el hada buena que resultó una mentirosa —dijo Alyssa mientras lloraba Ellina agachó la mirada y no pudo evitar que una lágrima escapara de sus ojos —No puedo ayudarte, no puedo mentir más, no puedo salvarte ni a ti, ni a los tuyos. Pero si tan solo entendieras que lo que llaman muerte está lejos de ser el final. Eso no existe, ni es tan malo como creen. —¡Entonces vete, déjame morir ahora y deja de preocuparte, concéntrate en ti! —dijo Alyssa —Aly, no quiero que mueras así, ni mucho menos aquí. Este no es tu mundo —suplicó Ellina —¡No me llames Aly!, solo mis amigos me han de llamar así y tú —dijo mirándola con los ojos nublados—. No eres más mi amiga. Ellina lanzó un suspiro, comenzaba a oscurecer y entonces haría un terrible frío insoportable —He conocido a todas las Alyssas y todas se han lanzado del puente, pero tú... eres mi única excepción —dijo Ellina con voz apagada y después comenzó a alejarse de ahí Alyssa la escuchó quedando impactada tras sus palabras, descendió de la barandilla y caminó tras Ellina, aunque está andaba muy rápido, antes de alcanzarla le gritó —¡Espera!, ¿Qué otras Alyssas, dé qué estás hablando? —preguntó la niña, Ellina se detuvo al escuchar aquella voz. Y esbozó una sonrisa antes de voltear a verla —¡Lo sabía!, tú no eres de las que salta. Nadie es tan valiente como tú—dijo Ellina, Alyssa se acercó un poco a ella —Sé que me salvarás, porque eres un hada y son mágicas y buenas —Ellina negó con la cabeza mientras Alyssa sonreía. —Debemos irnos. —Antes quiero saberlo. ¿Por qué dijo ese hombre qué me habías matado? —Es una historia larga. Ya no vale la pena. —Pero... Alyssa iba a decir algo más, pero un desalmado la empujó directo al suelo y le lanzó algunos libros, Ellina tomó al sujeto del cuello y lo golpeó, una vez que se levantó se fue de ahí corriendo. Aquel hombre hablaba en un idioma extraño que Alyssa desconocía. —¿Estás bien? —preguntó Ellina preocupada Alyssa asintió y levantó del suelo uno de los libros del suelo, tenía una portada llamativa, pero lo que más le sorprendió era que estaba escrito en su idioma y lo entendía, se llamaba El maldito mundo de Kent. Ellina se sentó en una de las bancas del puente para recuperarse de todo el ajetreo, y Alyssa se le unió, mientras hojeaba el libro. Hablaba sobre un apocalipsis. —¿Has leído este libro? —Sí —respondió el hada —¿Qué es el apocalipsis de Kent? —preguntó Alyssa intrigada Antes de contestar el hada lanzó un suspiro de cansancio —El apocalipsis de Kent relata cómo acabará tu planeta. Alyssa sintió terror —¿Cómo será?, en verdad quiero saberlo. Ellina desvió su mirada de Alyssa —Sucederá en cuatro preámbulos. Lo primero que sucederá es que todas las personas podrán elevarse por una hora solamente, como si fueran aves. Pero acabando esa hora todo caerá como antes. Ese será el inicio, luego llegarán seres de otros planetas, cada uno con sus diferentes deseos, algunos llamados Kygos se llevarán todas las riquezas del planeta, y los Lactinos buscaran algo entre los seres humanos y para conseguirlo van a exterminar casi al cuarenta por ciento de la población. Después llegarán los niños en sus naves platinadas, ellos vendrán por los adultos y ancianos los excitarán de tanta felicidad, hasta que ardan en el fuego. Y al final, un enorme meteorito se estrellará contra la tierra, provocando la extinción total de esa realidad. La cara de Alyssa estaba asustada y lágrimas escurrían por su joven rostro, Ellina confundida y descubrió que la había horrorizado —¡Es una tontería! —dijo el hada y luego sonrió—. Es solo la teoría de un charlatán, un falso profeta, pero no significa que será así. —Quiero ir a casa —dijo Alyssa Nada de lo que dijera podría darle más miedo. Ambas caminaron lejos del puente. —Toma esto —dijo Ellina dándole a Alyssa la Hoz —¿Qué es? —preguntó Alyssa observándola —Es una Hoz, quizás sea útil, no sabremos cómo está tu mundo en estos momentos, podríamos necesitarla. Debes oprimir el botón de la derecha, pero antes debes tomar el mango con fuerza y colócalo lejos de ti y de mí —dijo el hada enseñándole como usarla, al oprimir el botón la hoja filosa de la Hoz brotó —¡Es una espada! —dijo Alyssa mientras jugaba a hacer movimientos de lucha contra el viento —¡Basta, deja de usarla, es tan filosa y poderosa! Puede cortar cualquier materia física. Oprime el botón y guárdala, solo la usaremos en casos muy urgentes. Alyssa la obedeció y se la colocó en el bolso del pantalón. —Toma mi mano —dijo Ellina, Alyssa la tomó con mucha seguridad. Ellina colocó los minutos y dijo el lugar a donde irían, oprimió el botón y por un solo segundo se miraron, sin más mentiras de por medio se brindaron una suave sonrisa. Después solo desaparecieron de Hansti para ir hacia el final de la tierra. Mientras Iker miraba desde lejos con la fe puesta en hacer lo correcto.
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