Punto de vista de Lily.
Cada vez que me atreví a confiar en alguien, siempre me lastimaron…
Esas eran las palabras que tenía en la punta de la lengua cuando Ren me invitó a pasar el resto de este período y el siguiente con él.
Los períodos eran un total de cuarenta minutos por clase y teníamos al menos seis o siete períodos al día, con algunas clases que tenían períodos combinados.
Había leído todo sobre la academia Shadow Cove, desde los fundadores, e incluso los rumores habituales cuando recibí la beca. Estaba emocionada por venir aquí y nunca en mis sueños anticipé que mi problema no sería saltarme los períodos de clase y tener que demostrar que era lo suficientemente inteligente como para quedarme aquí. Nunca hubiera pensado que mi mayor problema sería tener que sobrevivir a los intentos de acabar con mi vida porque un príncipe dio la orden…
Tal vez por eso la oferta de Ren de quedarme con él sonaba como algo sacado de una película. Casi irreal.
No era ajena al acoso. Son las ventajas de tener un padre tildado de traidor de toda la comunidad. En Goldcrest, aunque me trataran como una marginada debido a mi apellido, solo un grupo específico de personas parecía estar en mi contra. Había experimentado paz entre los días en que Cade y yo estábamos juntos. Aunque luego descubrí que la paz era una construcción falsa y que no me acosaban únicamente porque estaba saliendo con Cade en ese momento… Y él era respetado.
La academia Shadow Cove era mucho peor. Estos chicos realmente iban tras mi vida. Había estado lidiando con mucho daño emocional después de lo ocurrido con Cade y pensé que venir aquí sería la mejor manera de recuperar el control de mi vida. Aprovechar el momento.
Pensé que finalmente estaba lista para reintegrarme a la sociedad de nuevo. Pero ahora no solo estaba lidiando con el trauma emocional, sino también con el físico, y no tenía sentido para mí que alguien como Ren quisiera asociarse con ello.
No tenía sentido alguno. Si Bia estuviera aquí, me diría que soy una pesimista eterna, pero por mucho que quisiera salir con Ren y por mucho que encontrara atractiva su oferta de quedarme ya que significaba que podría alejarme del mundo exterior por un tiempo, aunque fuera solo por un breve tiempo, no podía imaginar por qué él querría pasar tiempo conmigo…
—¿Por qué quieres salir conmigo? Soy una marginada. Una degenerada… —Agregué con una sonrisa falsa, haciendo referencia a las palabras que Courtney había usado.
La sonrisa que había en el rostro de Ren desapareció antes de acercarse a mí, cuando lo noté, él se encontraba parado a solo unos centímetros de distancia…
Tragué nerviosamente, mirándolo mientras él me miraba de vuelta antes de dar un paso atrás, con el aire a nuestro alrededor cargado y espeso de tensión.
—¿Por qué quiero salir contigo? Primeramente porque esas palabras que Courtney usó no te describen. No eres una degenerada. Ni una marginada. —Respondió Ren aparentando seguridad y deseé con todo mi ser creer que estaba diciendo esas palabras porque las sentía, porque me veía como una persona de verdad.
—¿Y quién soy yo?—Pregunté intrigada por saber más.
Por un segundo, sus ojos marrones parecieron brillar o tal vez yo solo estaba mirándolo demasiado tiempo, pero eran tan hermosos como él.
—Hueles como el aliento de aire fresco y emanas un estallido de los colores más reconfortantes que he visto en alguien en mucho tiempo. —Pronunció Ren con detenimiento.
No entendí. ¿Se refería a mí usando esos términos porque era pintor?
Sintiendo mi confusión, su sonrisa se amplió y palidecí cuando tomó mi mano y me llevó a un sofá que no estaba muy lejos de la silla donde había estado sentado pintando.
Sentado en el brazo del sofá, señaló la pintura a medio terminar que estaba haciendo.
—¿Puedes ver eso?—Preguntó y cuando asentí, apartó la mirada de la pintura y volvió a mí.
—Yo puedo ver el alma de las personas y aparecen como diferentes colores y a veces, incluso olores. Así es como las describo. Exactamente como las veo. Por lo general, el alma de una persona aparece como un solo color. Pero la tuya es la primera que emana diferentes colores. —Explicó de manera afable y se me cayó la mandíbula.
¿Estaba bromeando? No parecía que lo estuviera y sin embargo quería ponerlo a prueba.
—¿De qué color es Courtney?—Le interrogué.
—Aunque no lo creas, es un amarillo pálido. Es alguien que no es necesariamente mala de corazón y tendría un amarillo brillante como un girasol si no estuviera obsesionada con mantener una fachada cruel y hacer maldades para encajar. Eso es lo que ha desvanecido su color. —Explica Ren.
Era real. Estaba hablando en serio entonces. Pero necesitaba más pruebas.
—¿Y yo? ¿Qué colores emano?
Esta vez, cuando sus ojos brillaron, me di cuenta de que no me lo había imaginado.
—Hay n***o como representación de tu dolor, dolor que desgarra el alma. Rojo para representar tu ira, caliente y ardiente. Hay verde que muestra que a pesar de todo lo que has pasado, todavía hay una parte de ti que tiene esperanza en el mundo. Azul que muestra tu espíritu resistente, amarillo que como dije muestra lo brillante e ingenua que eres sobre el mundo, interesada en descubrir cosas nuevas y también tienes rosa, por tu corazón inocente. —Expresó Ren, sin bajar su mirada de la mía absolutamente perpleja.
Sin palabras. Estaba sin palabras porque nadie, ni siquiera Bia, nunca me había descrito de ese modo. Como si pudieran verme…
Me sentí desnuda pero al mismo tiempo me sentí tan vista, las palabras de Ren hicieron que las lágrimas resbalaran por mis mejillas.
Él me dejó tener este momento en silencio, apretando suavemente mi mano antes de ir a sentarse frente a su pintura.
—¿Quién es ella?—Dije con timidez pasado un rato, él volvió a pintar y fui a pararme a su lado, admirando el retrato de la mujer que veía cobrar vida en sus pinceladas.
—Aún no lo sé. —Contestó pensativo, y cuando me miró, los dos reímos y me encontré aún más relajada.
—Debe ser tan bonito ser tan talentoso y habilidoso. Estoy segura de que a todo el mundo le gustas. —Susurré mientras él seguía pintando y él encogió los hombros.
—No siempre fui querido, Lily. Es probablemente difícil de creer, pero mi apodo cuando era un adolescente, solía ser "Fantasma", por el color de mi pelo, y luego está mi favorito personal: "Bastardo"… —Susurró la última parte y su sonrisa era fingida, una réplica exacta de las que yo solía dar a otras personas.
—¿Fuiste acosado?—Pregunté sorprendida y él asintió.
—Por muchas razones, Lily, y sin motivo alguno. Fue hace mucho tiempo, pero ese tipo de recuerdos se quedan contigo. Te moldean, por supuesto solo si lo permites. No dejes que te moldee, Lily. No te defines por lo que la gente dice o piensa de ti. Te defines por quién crees que eres, por tus elecciones. Encuentra tu ancla. La mía fue el arte. ¿Quién sabe qué podría ser la tuya?—Agregó Ren con tranquilidad.
Asentí, tomando asiento a su lado y escuchando atentamente mientras él me enseñaba sobre los distintos pinceles y comparábamos gustos musicales, su lista de música consistía solo en instrumentales mientras que la mía estaba fuertemente influenciada por el amor de Bia por la música pop y rock.
Y me di cuenta con una sonrisa que tal vez no estaba tan sola como pensaba…
Tal vez podría sobrevivir en la Academia Shadow Cove con alguien como Ren como amigo.