Todos salen despavoridos de la sala de reuniones. Mientras Dylan lucha impacientemente por no dejarse llevar por el enojo. Porque sí, él está más que cabreado por lo que le dije.
- ¿Qué fue lo que dijiste?
- Lo que oíste - digo encogiendo mis hombros, aumentando más su furia.
Se levanta cabreado caminando hacia mí con sus manos están vueltas puños con tanta fuerza que sus nudillos están tornados de blanco, la vena de su frente y cuello sobresalen de sobremanera ya juzgar por sus ojos azules oscuros y el rojo cubriendo su rostro. Puedo decir que su enojo alcanzo su máximo nivel.
Huir de la sala seria una decisión prudente. Pero como en estos momentos no me place serlo, me quedo esperando que este frente a mí.
No sé si en estos momentos eres muy valiente o muy estúpida —dice Sunny c
