Carolina Mi mamá me dijo que, cuando una mujer está embarazada, pueden pasar dos cosas con respecto a la relación con su marido: asquearse de él, o enamorarse aún más, y a mí, afortunadamente, me está sucediendo lo segundo. Con cada día que pasa, me siento más enamorada de Gustavo, y no quiero pasar ni un solo segundo separada de él. Incluso, en los días en que tiene que irse a trabajar, las hormonas del embarazo hacen de las suyas y empiezo a llorar cada vez que él sale de casa. Todo en él me parece perfecto, y ahora, viéndolo vestido al mejor estilo texano, como todo un vaquero, no dejo de soltar suspiros. Mientras paseamos por las calles del pueblo en donde creció su familia, en compañía del pequeño Justin, nos damos pequeños besos todo el tiempo. Es como si nuestros labios hubi