Capítulo 6

1936 Words
POV Colter Beta Liam me llevó al bosque para dar un paseo. Quería hablar, pero no quería que nadie lo escuchara. —De acuerdo, Beta Liam, ¿de qué se trata esto? —Lamento no querer que nadie se entere de esta conversación. Estoy seguro de que puedes darte cuenta de que las cosas no están bien por aquí. —Vaya descubrimiento el que has hecho. ¿Por qué no me dices de qué se trata esto? —El Alpha Robert todavía controla cada cosa de la manada y Alpha Ryan se lleva el crédito de todo, pero no tiene ninguna influencia en nada. —Si, he llegado a esa conclusión. —Está llevando a la manada al fracaso. Sé que ibas a darle dinero a cambio de mi hermana y algunos Omegas, pero te puedo asegurar que nunca volverás a ver ese dinero. —Por eso quería a su hija. Si la tengo, al menos tengo algo. —No sé exactamente dónde está, pero puedo garantizarte que se ha escapado. —¿Por qué dices eso? —Porque mi compañera y yo le dimos dinero y su padre le ha hecho cosas horribles,así que ella no está dispuesta a dejar que él la controle. Me enfadé instantáneamente. Me dieron ganas de matarlo por darle razones para escapar, pero debía mantener la compostura si quería alguna información. —¿Qué le ha hecho? —Mira, lo que estoy a punto de decirte queda entre tú y yo. Puede tener consecuencias graves para mi. —Puedes tener la seguridad de que mis labios están sellados. —La obligó a rechazar a su Mate y cuando ella se negó, la amenazó con matarlo. Su compañero le suplicó que lo hiciera, así que ella lo hizo pero justo antes de que su vínculo se rompiera por completo, el Alfa lo mató. —¿Lo mató? ¿Ella tuvo que sufrir la pérdida de un compañero antes de romper el vínculo y sobrevivió? —Sí, es una chica fuerte. ¿Sabías que fue aceptada en la academia élite y se suponía que iba a ir allá en dos semanas? —No, no sé mucho sobre ella. No puedo creer que esta chica haya sobrevivido a todo esto y haya tenido la fuerza para ingresar a la academia élite. Esa es la escuela más difícil para ingresar. La mayoría de las personas que pasan por allí son las más fuertes de los lobos y la mayoría toman el control de una manada o dirigen el consejo. Algunos se vuelven letales y realizan trabajos encubiertos para el consejo. —Cuando mi compañera me pidió que la ayudara, no pude negarme. La ayudé a entrenar y me he encariñado con ella, por eso la considero mi hermana. —¿Qué quieres que haga con esta información? —No estoy seguro, pero pensé que debías saber la verdad. Hay más. Alfa Robert está metido en asuntos turbios. No me cuentan mucho como Beta, pero hay gente entrando y saliendo de la manada todo el tiempo. Alfa Ryan es débil o parece serlo, pero creo que su padre tiene mucho control sobre él. Quiero dejar esta manada, pero tengo que asegurarme de que Alexa esté a salvo antes de hacerlo. Tengo el presentimiento de que si su padre la atrapa, la matará. —Hagamos un trato —propuse. —¿Qué tienes en mente? —Te quedarás aquí y seguirás reuniendo información para mí sobre adónde va su dinero y qué pasa con la gente que entra y sale, quiero que me mantengas informado sobre el paradero de Alexa y cuando la encontremos, tú y tu compañera tendrán un lugar en mi manada. No necesito un Beta, pero podría usar un delta. Sé que ya no son comunes, pero mi manada está creciendo y necesito ayuda extra. —Solo si prometes dejar libre a Alexa cuando la encontremos y protegerla de su padre. —No puedo prometerlo, dependerá de cómo resulte este trato con tu Alfa, pero estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo. —Por ahora puedo conformarme con eso. —Quiero una cosa más de ti. —¿Qué es? —Estoy seguro de que él mató a mis padres y no he podido demostrarlo. Quiero que intentes descubrirlo por mí. Bajó la cabeza y eso fue todo lo que necesitaba saber. Él sabía algo. —Escucha, sé a ciencia cierta que estuvo involucrado, pero cómo y por qué no lo sé, pero puedo intentar descubrirlo. —Gracias. Ambos nos levantamos y caminamos hacia la casa sin decir una palabra, tampoco había nada más que decir. Una vez que llegamos a la casa, volvimos al comedor y terminamos nuestros almuerzos. Robert no sabía nada sobre nuestra conversación. Confiaba mucho en este Beta y yo solo esperaba que no me traicionara. Nos sentamos y terminamos el almuerzo justo a tiempo para que todos los presentes en la reunión fueran al comedor. —Alpha Colter, Beta Mac, por favor, terminemos esta reunión en la oficina. Todos nos levantamos y volvimos a su oficina. Me pareció extraño que su hija y su hermana estuvieran desaparecidas y ninguno de ellos pareciera estar preocupado por ello. Si mi hermana estuviera desaparecida, estaría revolcando todo para tratar de encontrarla. Llegamos a su oficina y nos sentamos de nuevo en la mesa. Esperé a que él iniciara la conversación. —¿Por qué no firmamos la alianza? —dijo Robert. Acerqué el documento hacia mí como si fuera a firmar, pero era un tonto si pensaba que yo se lo dejaría tan fácil. No firmaría nada a menos que me presente a su hija. —¿Robert, me tomas por tonto? —No, ¿por qué crees eso? —No puedes traerme a tu hija, que es parte del trato. ¿Crees que voy a firmarlo y entregarte un millón de dólares? —La encontraré y tan pronto como lo haga, la llevaré ante ti. —Hasta que me la entregues firmaré, de lo contrario no hay alianza y no soy un hombre paciente, así que tienes una semana para traerla a mi manada, de lo contrario, la alianza se acabó —dije mientras me levantaba y empezaba a salir. Mac me siguió. Ni siquiera intentaron detenernos. No dudaba que ninguno de ellos supiera dónde se encontraba, pero no me preocupaba porque la encontraría antes que ellos. A pesar de que mi cerebro quería convertirla en una Omega y hacer que trabaje para mí y pierda su rango, debido a lo que sus padres hicieron con los míos, mi corazón me dictaba que ella es algo más. Creo que ambos somos víctimas de sus padres y ella se enfrentó a ellos al irse. Le debía un poco de admiración por eso. Finalmente salimos de sus tierras de manada y nos dirigimos a casa. Teníamos una hora de camino y estaba esperando a que Mac empezará a hacer preguntas. —Colt, necesitamos encontrar a la chica. Necesito conocerla —me enlazó Grey mentalmente. —Lo sé, es hermosa —respondí. —Ella es más que eso. Es fuerte, especial y hermosa y muchas cosas más —continuó. Corté la comunicación con él. Estaba actuando como un cachorro enamorado y ni siquiera la habíamos conocido. Había algo en ella, pero no estaba seguro de qué. Solo sabía que teníamos que encontrarla. —Está bien, hombre, suéltalo. ¿Qué quería el Beta? —preguntó Mac. —Tuvimos mucho de qué hablar. De hecho, le ofrecí un puesto en nuestra manada cuando resolvamos esto —respondí. —¿Por qué harías eso? —preguntó inquieto. —Porque él sabe que mataron a mis padres, aunque no sabe por qué ni cómo. También me contó que el Alfa mató al compañero destinado de Alexa frente a ella porque era un Omega. La hizo rechazarlo y antes de que el chico pudiera hacer lo mismo, lo mató —le expliqué. —¿Ella sobrevivió a eso? —preguntó visiblemente sorprendido. —Sí y logró ser aceptada en la Academia de Élite. Debía ir allí en dos semanas pero entonces sucedió la alianza. Bueno, se suponía que iba a suceder. —¡Joder! Hombre, tenemos que encontrar a esta chica. Podría estar en peligro por irse. Su padre podría matarla. Lo hizo quedar como un tonto —dijo Mac. —Lo sé y nadie sabe adónde fue. El Beta le dio dinero por si lo necesitaba, ella lo tomó y huyó. —No lo culpo, haría lo mismo si yo estuviera en su posición —dijo Mac. Continuamos el resto del viaje en silencio. Estaba pensando en qué manadas podría contactar y averiguar  si alguna la habían visto. Empezaría a hacer llamadas tan pronto como llegara a casa. Fue una hora larga, pero finalmente llegamos y fui directo a mi oficina para encerrarme allí, solo. Abrí mi computadora portátil y revisé mi correo electrónico rápidamente. Tenía un correo electrónico de Robert. Eso era extraño. Acabábamos de salir hace una hora y él tampoco solía usar el correo electrónico. Lo abrí y me encontré con un volante de búsqueda. Había creado un volante de búsqueda para su hija y lo había enviado a todos los que pudo. Si esto era su versión de buscar, era realmente malo para eso. Donde sea que estuviera, si era inteligente, explicaría su situación y la ayudarían. De lo contrario, podría estar en problemas. Alguien la entregaría en cuanto pensara que podría obtener algo por el intercambio. —Necesito que los dos vengan a mi oficina ahora —me enlacé mentalmente a Mac y Noah. No les tomó mucho tiempo llegar a mi oficina. —¿Qué pasa, Colt? —preguntó Noah. Giré mi computadora hacia ellos y les mostré el volante. Ambos lo revisaron. —¡Mierd4!, hombre, realmente podría estar en problemas si cae en manos de la manada equivocada —dijo Mac. —Estoy confundido. Creí que ella vendría aquí como garantía —preguntó Noah. —Ella huyó y no saben dónde está, así que les di una semana para encontrarla, o el trato se rompe. Enviaron esto esperando que alguien la entregue —le aclaré a Noah. —De acuerdo, así que si el acuerdo se rompe y la chica sería libre. No entiendo cuál es el gran problema —dijo Noah. Olvidé que no estaba allí y no escuchó nada ni vio cómo funcionaba esa manada. —Mira, solo sé que está en peligro si regresa allí y podría estar en peligro con quien esté en este momento. Necesitamos empezar a hacer llamadas telefónicas a todas las manadas cercanas —les dije. —¿Por qué no hacemos una lista y la dividimos, así no llamamos por accidente a la misma manada dos veces? —sugirió Mac. —Es una buena idea, déjame imprimir mi agenda telefónica y podemos separarlas. Además, saquemos un mapa y comencemos con las manadas más cercanas a ellos y avancemos hacia afuera. Ambos se levantaron y fueron a buscar lo que necesitaba, mientras imprimía mi agenda telefónica desde mi computadora. —¿Grey, estamos haciendo lo correcto?  —Sí, lo estamos haciendo.  —¿Estás cien por ciento seguro?  —Sí, lo puedo sentir. Ella es especial. Tenemos que conocerla.  Corté la conexión con él y esperé a que la impresora terminará de hacer su trabajo. Una vez que tuve todo, regresé a la mesa y revisé mi correo electrónico de nuevo, Robert había enviado otro correo. Había añadido algo al volante y dijo que si alguien la llevaba de vuelta en una semana ante él, él pagaría diez mil dólares.
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