—Bueno, Tyson, contame cómo va todo —dijo Sabrina. Estábamos en su consultorio, como ya era costumbre los días martes. Yo debía tener una cara de perro mojado impresionante. Ella me miraba como si yo necesitara urgente una manta y un lugar seco para dormir—. La última vez Kylie se fue un tanto afectada. ¿Qué pasó después? —Tuvimos una charla… en una plaza, acá cerca. No duró mucho, pero fue contundente. Me dejó hecho mierda. —¿Qué fue lo que te dijo? —Me confesó que durante nuestro noviazgo me fue infiel, prácticamente desde el principio. Me dijo, y cito textualmente: “Siempre fuiste un cornudo”. —Uf, eso es fuerte. ¿Volvieron a hablar después del jueves? —No. Ella decidió no quedarse en mi casa el resto de la semana. Volvió a su ciudad ese mismo día. —Me quedé un poco preocupada por
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