Zamira se disponía a marcharse después de ser rechazada, pero un pequeño tropezón, le cambiará la vida.
Rápidamente se agacha para recoger los papeles que cayeron al suelo. Al levantarlos todos, se sorprende, se había encontrado con un conocido.
—Zamira no esperaba verte aquí. ¿Qué te sucede?— Le pregunta aquel joven.
—Discúlpame Fabricio, no te vi, realmente iba con la mente en otro lado. Y no me sucede nada— Le responde decepcionada.
—¡No te preocupes! ¿Qué te trae por aquí?.
—Vine a dejar mi currículum, soy enfermera y pensé por un momento que podría trabajar aquí, pero no tengo experiencia, así que no me contratan por eso— Le responde tristemente.
—Lo lamento mucho, el hospital requiere personas con experiencias, no se arriesga con nada ni nadie.
—¡Si, ya lo sé!. Ha sido un gust
