El Pecado De La Esposa.

La boda.

El día de la boda había llegado, Susan vestía radiante, se miraba en el espejo un poco confusa.

Sus lágrimas empañaban sus mejillas, pero era obvio, ¿Qué novia no ha llorado el día de su boda?.

—¿Qué es lo que te pasa Susan?— Pregunta si buena amiga Zamira.

—No lo sé. Nunca había estado a punto de casarme, seguro que todas las novias sienten dudas— Le expresa con sinceridad.

—Es lo que seguramente sienten todas las novias. Pero no te preocupes, estás hermosa querida amiga.

Susan limpia sus lágrimas y abraza a Zamira. Es la única con la que puede descargar sus emociones.

Pocos minutos después, ambas iban en el coche rumbo a la iglesia.

Susan estaba nerviosa, no reía, algo en ella no andaba bien, y Zamira pudo notarlo.

—¡Quizás tú debas casarte con Derek, sé que lo quieres!— Dice Susan repentinamente.

Zamira se muestra asombrada y nerviosa por las plantas de Susan, ¿Qué podría responder ante eso?.

—Susan, creo que no sabes lo que dices— Le responde con nervios.

—Créeme que lo sé. No quiero casarme— Finalmente deja salir lo que tanto le atormentaba.

—Tienes que casarse, no puedes hacerle daño a Derek, él no lo merece.

—Pero yo no quiero casarme, estoy enamorada de alguien más y quiero irme tras él.

Aquella confesión deja a Zamira perpleja, no podía creer que Susan haya sido capaz de engañar a Derek.

—¿Te has vuelto loca?— Le pregunta decepcionada.

—¡Lo siento mucho! No puedes mandar en el corazón, te enamoras y ya— Decía entre lágrimas.

—Ja. No me casaré, está decidido. Voy a ir por el verdadero hombre que amo.

—No lo harás. Vas a casarte con Derek, no vas a romper su corazón— Le dijo con exigencia.

—Detén el auto, me bajaré, yo decido no casarme.

Zamira no detuvo el auto, continúa manejando hacia la iglesia, no se se tendría hasta que estuviera frente a la puerta.

—Te he dicho que te detengas— Le exigió una vez más.

—No voy a detenerme, debiste pensarlo, no puedes jugar con los sentimientos de nadie.

De repente, antes de que pudiese decirle algo, Susan tomó el volante con fuerza y lo giraba, trataba de que Zamira se detuviera pero solamente provocaba que perdiera el control.

Una lucha se intensificó sobre el control del guía, ninguna quería ceder.

Antes de que pudieran darse cuenta, el auto se volcó y dio vueltas sobre una colina.

Algunos giros fueron necesarios para que el auto pudiese detenerse.

Zamira sale del auto un poco confundida, mientras que Susan no puede moverse, sus gritos son aterradores.

Zamira intenta ayudar a su amiga pero es en vano, con su propia fuerza le es imposible.

—Susan te voy a ayudar, solo tengo que subir a la calle y alguien nos ayudará— Le dijo muy angustiada.

Zamira intenta subir con las pocas fuerzas que tiene. Ella también está herida, por su cabeza y su brazo se derrama sangre.

Algunas personas detienen sus autos para ver lo sucedido, gracias a eso, muchas personas le ayudan.

Emergencia llegó alrededor de veinte minutos después.

Rápidamente logran sacar a Susan del auto volcado.

Ambas fueron llevadas al hospital. Todos abrieron paso para que pudiesen ser atendidas.

Después de menos de media horas, Zamira fue vendada en su frente y fue puesto un cabestrillo en su brazo.

Tan solo tenía algunos rasguños y un brazo que no podía mover por el golpe.

—¿Puede darme información de mi amiga?— Le pregunta a la enfermera que le asistía.

—Su amiga está siendo operada de las piernas en este momento, realmente su estado es un moco crítico— No dudo en hablarle con claridad.

Zamira se siente muy angustiada, recuerda que seguramente las estaban esperando, pero no tenía celular, pero tampoco se sabía el número de algunos de los invitados.

Por lo que decide tomar un taxi que la lleva hasta la iglesia donde se efectuaría la boda.

El tráfico estaba horrible aquella tarde, Media horas después, finalmente, Zamira pudo llegar hasta la iglesia.

Sale corriendo del taxi, y entra casi corriendo por todo el pasillo de la iglesia.

—¿Qué ha pasado Zamira?— Le pregunta Derek al ver su estado.

Casi sin poder respirar, logra responderle. —Tuvimos un accidente.

Derek se siente a morir al escuchar aquellas palabras. Había pensado todo menos que su amada Susan había tenido un accidente.

—¿Dónde está Susan?— Pregunta desesperado.

—Ella está siendo operada en estos momentos en el hospital central, sus piernas quedaron en un mal estado— Le dice con sus ojos llenos de lágrimas.

Derek sale corriendo de la iglesia, todos los presentes saben que la boda se había cancelado.

Los padres de Susan salen a todos prisa, no esperaban aquella noticia en un día tan feliz.

Derek llega al hospital unos veinticinco minutos después. Estaba tan asustado que no quería atreverse a preguntar.

No podía quedarse ese mismo día sin el amor de su vida, el destino no podía ser tan cruel.

—¿Puede decirnos del estado de Susan?— Le pregunta Zamira nuevamente a la enfermera tan rápido entra al hospital nuevamente.

En ese momento, el doctor encargado de la operación, se presenta ante todos ellos.

—La señora Susan acaba de ser operada de ambas piernas— Dice el doctor.

Todos centran sus miradas en el doctor.

—¿Y cómo está mi hija doctor?— Pregunta su madre llena de lágrimas.

—La señora Susan, no podrá volver a caminar, hicimos todo lo posible, pero sus piernas quedaron en mal estado, tiene una lesión en la médula espinal y eso es irreversible— finalmente termina diciendo.

Zamira se desvanece un poco, cae sentada en el sofá, se sentía culpable por aquella desgracia de Susan.

—¿Podemos verla?— Pregunta Derek en shock.

El doctor asienta a decir ‘SI’ con la cabeza, así que los lleva directamente donde está la habitación de Susan.