Emira se sentó en la orilla de la cama, de pronto, perdió el coraje que traía. ¿Qué carajos, india? se dijo a sí misma, mientras miraba a Reg quien husmeaba la vitrina. -¿Te sirvo algo?- preguntó amablemente y ella asintió sin hablar. Lo vio tomar un líquido transparente y dos pequeños vasos, uno para cada uno. Se puso de pie cuando él le sonrió- ¿Quieres brindar por algo en especial?¿Qué te parece por nosotros?- ella se rió. -Mejor no- aseguró- Brindemos por mi esposo- Reg frunció el ceño pero no le llevó la contraria. -Ok, por él será- dijo chocando su copa con la de ella y ambos se tomaron aquel fuerte trago de tequila. -Wow- dijo sintiendo su garganta arder y sus ojos llorar, Reg se rió y ella lo miró hambrienta- ¿Reg? -¿Si?- preguntó él lamiéndose los labios. -Siéntate ahí- pidi