MAXWELL El camino hasta el apartamento transcurrió en medio de una bruma de explosiva tensión s****l, era insoportable, me dolía toda la ingle, la presión se irradiaba hacia el exterior, me tensaba la espalda y los hombros. Su olor y la sensación de su sedosa humedad deslizándose sobre mí dedos persistía, tortuosa y tentadora. Mi cordura había pendido de un hilo después de eso beso y ahora ya no tenía capacidad para pensar en otra cosa, había querido follármela en ese mismo momento, en ese ascensor sin que me importara una mierda nada. El impulso primario de tomarla, meterle la polla y reclamarla como mía, había sido casi irresistible, pero mi cerebro racional había funcionado lo suficiente para detenerme, ella se merecía mas que follarmela contra el espejo de un ascensor. Pero, verla c