SADIE Estaba sentada en el sofá tomando un té después de un día raro y agotador de trabajo, todavía me costaba entender esta nueva dinámica con el Señor Black, era viernes y ya habíamos superado con éxito nuestra primera semana fingiendo ser novios. Las cosas en el trabajo habían sido más o menos normales, nada se había alterado a gran escala ahí, si, estaba la no menor parte en la que me daba los buenos días cuando pasaba por mi mesa y me daba las gracias por algunas cosas, pero por fuero de eso, todo era normal. Claro que, sacando esta cosa de dormir en la misma cama, que dicho sea de paso cada noche resultaba más fácil, fingir la relación fue más simple de lo que había pensado. El señor Black era un adicto al trabajo en la oficina, pero eso yo lo sabía, sin embargo, era igual en su ca