Capítulo 3

2465 Words
—Gracias Susan; no me perdería por nada esa fiesta —dice Lauren entusiasmada— espero encontrar un galán bien atrevido que me apretuje bien fuerte en el baile; hace mucho tiempo que no tengo sexo y lo necesito amiga. —Tu siempre tan impetuosa Lauren —le responde ella soltando una carcajada— ¿Cómo es que haces el amor con alguien que no amas? —Ay Susan; si me pongo a esperar que me amen, voy a terminar en un convento —le dice ella uniendo las palmas de las manos sobre el pecho y bajando la cabeza— esa eres tú que aguantas tus deseos esperando que Frank decida decirte que te ama. —Por Dios Lauren; ¿Cómo puedes decir eso? —le dice Susan bajando la cabeza sonrojada. —Por favor Susan; dime una cosa:¿tú eres virgen? —le pregunta Lauren sorprendiéndola. —No; desde luego que no Lauren, tuve sexo unas cuantas veces con un chico en la preparatoria —le responde algo apenada, y después de un corto silencio, sonríe con picardia—aunque nunca lo he tenido con un hombre más experimentarlo —Entonces deja de aguantarte las ganas; no le tengas miedo a Frank; tu sabes que él te ama, pero te vas a poner vieja esperando que él te lo diga; yo sé cómo hacerlo y puedo ayudarte ¡vamos Susan, anímate! —le dice Lauren, apremiante, tomándole las manos para darle ánimos —¿Tú crees que debo hacer eso Lauren —le pregunta con timidez, sintiendo una extraña emoción en su corazón —por supuesto que lo creo; ¿no crees que te mereces ese regalo, hoy que estas celebrando tu graduación? —le insiste Lauren— solo dime que si quieres y yo te digo como hacerlo. —Está bien Lauren —le dice Susan algo nerviosa— te confieso que hace mucho tiempo que quiero estar con él. —¡Eso es Susan! —exclama Lauren victoriosa con una gran sonrisa, y luego mirándola con el ceño fruncido— yo no entiendo, como es que tú, siendo una guerrera, no te hayas atrevido a lanzarte a sus brazos; mañana me lo vas a agradecer. —¿Pero, qué tengo que hacer Lauren? —pregunta Susan, moviéndose inquieta y un poco dudosa— ¿ no pretenderás que tenga sexo con Frank en algún rincón de la discoteca? —Solamente ponte muy sexi, yo sé que tú sabes hacerlo —le dice Lauren muy convincente— y luego harás todo lo que yo te diga; vístete con ropa que sea fácil de quitar y cuando lo tengas para ti sola, dile lo que sientes; eso no falla. —Por primera vez te hare caso, haciendo una de tus locuras —le dice Susan entusiasmada con un brillo especial en los ojos—espero que de verdad funcione. —Dile a tu abuelo, que te quedaras en casa de una amiga esta noche; nos vemos en la fiesta —le dijo Lauren despidiéndose mientras le guiñaba un ojo en señal de complicidad. Cuando Lauren salió, cerrando la puerta tras de sí, Susan corrió a su cuarto emocionada; sentía un sustico en su corazón, tiro sobre la cama toda la ropa que tenía en el armario, y que podía servirle para esa ocasión; se probó todo, y finalmente eligió lo que le parecía más sexi. Miro el reloj y vio que le quedaba por lo menos una hora para prepararse, fue al baño y se dio una ducha de quince minutos. Salió envuelta en una toalla y comenzó a maquillarse concienzudamente; cuando quería que la vieran muy bella, lo lograba sin mucho esfuerzo, porque realmente ella era bella y nunca había deseado tanto verse tan hermosa como hoy. Dejo que la toalla se deslizara por su cuerpo hasta caer al piso quedando amontonada a sus pies, acaricio sus senos con la palmas de las manos, verificando una vez más , que tenían un tamaño muy deseable, sobre un cuerpo esbelto con buenas caderas y un envidiable trasero muy bien proporcionado para su cuerpo, de piel blanca, y de un metro setenta de estatura; sus labios sensuales nariz no muy perfilada ojos verde aceituna y su cabello castaño muy claro, el cual usaba siempre suelto un poco más debajo de los hombros ; lo que el espejo le estaba mostrando, era una figura atractiva y muy deseable; se puso un vestido casi transparente muy ceñido al cuerpo que resaltaba su delgada cintura y el contorno de sus piernas y glúteos y con un escote que dejaba ver la entrada de sus senos, y se podía apreciar, por encima del vestido, su marcada turgencia «creo que esto lo impresionara» pensó, sonriéndole al espejo. No tenía experiencia en la seducción, pero había visto en películas, unas cuantas escenas seductoras, y cargadas de erotismo que había deseado experimentarlas con Frank y hoy tendría la oportunidad de poner esas fantasías en práctica; pensar en esto la hacía sentir un delicioso cosquilleo en el cuerpo «estoy lista para ti mi amor» Frank, quería que hoy, su apariencia fuera elegante y seductora; quería sorprender a Susan; había pasado mucho tiempo soñando con este momento, por fin le iba a decir cuánto la amaba; tambien la deseaba desesperadamente; mil veces la había imaginado desnuda en su cama, jadeando de deseos, mientras el, la besaba en cada centímetro de su cuerpo y poseyéndola tan intensamente, hasta quedar sin fuerzas respirando su aliento. Por supuesto, esto no se lo diría, ni le diría cuanto la deseaba; quizás ella no estaba preparada para estas emociones, las cuales tal vez, ni se las había imaginado. Solo le declararía su amor y lo demás llegaría poco a poco, a medida que ella fuera permitiéndole experimentar esas fantasías con ella. Había experimentado unas cuantas experiencias sexuales intensas, pero sin ninguna trascendencia, pero estaba seguro que con Susan las disfrutaría más porque la amaba. Esta noche se conformaría con besarle esos labios sensuales y bailar muy pegado con ella sintiendo su perfume y su respiración; esperaría que ella se tomara unos cuantos tragos para darle la sorpresa. Despertó de sus pensamientos cuando uno de sus compañeros le llamo para decirle que lo estaban esperando en la discoteca. Habían reservado una gran mesa en la discoteca, para unas quince personas; todos iban llegando y ubicándose en aquella mesa, mientras consumían algunos tragos en espera de algunas chicas que habían invitado a la celebración; llego Lauren, y todos celebraron su bella y provocativa figura, mientras ella los envolvía en una luminosa y sensual sonrisa;. Cuando llego Susan, todos sus compañeros de estudio aplaudieron su aparición en el recinto; nunca la habían visto tan hermosa. Frank se quedó sorprendido de la forma tan seductora, como se había vestido, y se movió inquieto en el asiento, sintiéndose celoso por la forma deseosa como la miraban sus compañeros de estudio. Ella fue saludando uno a uno a los presentes, y cuando llego a donde estaba Frank, parándose detrás de él, le dio un beso en la mejilla, presionando sus senos contra su espalda; sonrió, cuando sintió que él se estremecía al sentir su aliento y su contacto. Él se apartó para hacerle un lugar a su lado, pero ella lo ignoro, y fue a sentarse al lado de Lauren justamente frente a él. Todos celebraban y hablaban en voz alta para hacerse escuchar en medio del bullicio de la música. Frank no dejaba de mirar a Susan, quien de vez en cuando le devolvía la mirada, y le guiñaba un ojo con picardía; le gustaba como se veía; estaba muy guapo «hoy esta como a mí me gusta» era un joven de piel blanca, de un metro ochenta de estatura, su contextura era atlética; tenía un cuerpo muy bien cuidado, su rostro ovalado, tenía unos labios sensuales, nariz perfilada muy bien delineada , ojos azul claro y cabello rubio. Si todo salía según los planes, hoy estaría en los brazos del hombre con el que siempre había soñado estar Lauren fijo su mirada en un joven rubio y musculoso y fue la primera en salir a bailar; luego los demás la siguieron y Susan comenzó a bailar con un compañero que tenía al lado. Frank solo la miraba con mucha inquietud; porque las cosas no le estaban saliendo como el esperaba; creía que la iba a tener a su lado en la fiesta , pero ella se había sentado en otro lugar y no dejaba de bailar con Robert, con mucho entusiasmo; se sentía muy molesto porque Susan no le había prestado ninguna atención y bailaba muy alegremente sin percatarse de que él estaba muriendo de celos. —¡Vamos, anímate Frank — le dice Lauren acercándose a el,y tomándole una mano lo llevo a la pista de baile, y luego mirándole suelta una carcajada— tu cara se ve como si estuvieras tomando limón en lugar de licor; ¿Qué te está pasando? —¿De verdad, Lauren? —pregunta Frank muy distraído mirando como Susan bailaba cada vez con más sensualidad, ante la mirada complacida y deseosa de Robert. —Veo que no le quitas los ojos de encima a Susan —le dice Lauren sacando a Frank de su embeleso— ¿nunca la habías visto así?, parece que le gusta ese joven. —¿A ti te parece Lauren? — le dice Fran, muy tenso, viendo como Robert se deleitaba mirándole el trasero— realmente nunca la había visto así; quizás sea por efecto de los tragos. —O quizás se cansó de esperarte, Frank —le dice Lauren mirándolo muy seria— y está probando suerte con otro que sea más audaz; Si tú la amas, es mejor que la rescates de una vez; tres tragos más, y ese joven con quien baila, se la llevara a un baño y le hará lo que tú no te has atrevido a hacer en mucho tiempo. —Yo la amo Lauren —le dice Frank, muy preocupado—estoy que muero de celos, y con ganas de romperle la cara a ese idiota que la esta desnudando con los ojos —Pues, si la amas tienes que ir a decírselo a ella y bien pronto vaquero; yo te puedo ayudar si tú me lo permites —le dice Lauren, apremiante— pero tiene que ser ahora mismo, Frank. —Por supuesto que sí, Lauren ; ¿Qué tengo que hacer? —pregunto Frank, ansioso. —Le diré que tú nos invitaste a tomar un trago en tu apartamento —le explica Lauren— cuando estemos allá, yo los dejo solos bajo cualquier excusa; de ahí en adelante es toda tuya. —Gracias Lauren, estaré en deuda contigo —exclama Frank ilusionado— realmente quería decírselo esta noche aquí, pero no he podido ni acercármele. —Después me pagaras el favor, has que esta noche nunca la olvide; que sienta que tú eres el hombre de su vida —le dice Lauren con mucha pasión— hablare con el rubio musculoso para que me busque; yo tambien quiero hacerme inolvidable para alguien esta noche. —Ya está bien, Susan; termino el teatro —le dice Lauren acercándose a ella en pleno baile— ya te reserve el cupo para que tengas una noche inolvidable, en los brazos de tu amado, que esta deseando que muevas tu trasero para el solamente —Ya era hora Lauren, porque este tipo estaba a punto de desnudarme en plena sala; mírale la bragueta, esta que explota —le dice Susan, mientras Lauren le mira descaradamente. —Que lastima —se lamenta Lauren— deberías pasarle aunque sea una manito al muchacho. —Estás loca, Lauren; dime cual es el siguiente paso —le pregunta Susan emocionada— estoy que me muero de ansiedad. —Estamos invitadas a tomar unos tragos en su apartamento y luego allí, podrás seducirlo con ese baile tan sensual —le dice Lauren con mucho entusiasmo— y si te desnudas mientras bailas, será mucho mejor —¿Cómo que estamos invitadas?; no me digas que tú vas a estar ahí presente contemplando la escena — exclama Susan escandalizada— lo siento mucho, pero tú no tienes entrada para ese espectáculo. —Tranquila Susan; yo no estaré en el momento cuando el vaquero te quite las pantaletas —le responde Lauren dibujando una sonrisa de picardía en su rostro — pero, eso sí; mañana quiero la historia completa con todos los detalles, y con eso quedara pago el favor. —Estamos listas conquistador —le dice Lauren en el oído a Frank, que estaba sentado esperando su aviso—llego tu momento; condúcenos a tu coche, jovencito; espero que no la dejes dormir esta noche. Frank las condujo a donde tenía estacionado su coche y los tres subieron muy animados, llevando unas botellas de cerveza en las manos; Frank, encendió el reproductor del vehículo, y recorrieron el trayecto, riendo y cantando las canciones que sonaban en el equipo. —Bien venidas a mis aposentos; les pondré música para que continúe la fiesta —les dijo Frank, invitándolas a entrar con una gran sonrisa de jubilo —Necesitamos un trago, de esos que alborotan el cuerpo, Frank —le dice Lauren muy euforica —Les traeré una botella de licor que he reservado para un momento muy especial —les dice Frank, mientras saca una botella y unas copas de un armario—sin duda este es el momento para brindar por nuestro futuro. —A mí me lo das sin hielo —dice Lauren lanzándole una mirada cómplice a Frank— necesito algo que me mantenga caliente y alegre, para un príncipe que vendrá a buscarme esta noche. —Yo lo tomare con hielo —dice Frank— ¿y tú como lo quieres Susan? —Lo quiero tambien sin hielo; esta es una noche para mantenerse caliente y despabilada —responde Susan muy animada, guiñándole un ojo a Lauren— ahora es cuando nos vamos a divertir amiga. —Brindemos entonces por todo lo que nos ha traído alegría esta noche —les dice Lauren levantando su copa de licor. —¡Salud! —dijeron los tres con sus copas al aire y dando un grito de júbilo. —Les traeré algunos pasa palos —les dice Frank retirándose a la cocina. —Bueno Susan, este es el momento en el que me toca desaparecer —le dice Lauren en voz baja— te deseo una noche inolvidable; yo estaré en la calle esperando a mi rubio. —Gracias Lauren, me diste el mejor regalo de graduación —le dice Susan dándole un abrazo— ahora piérdete de aquí; mañana te cuento todo lo que quieras, con lujo de detalles
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