Se escucha un estruendoso trueno y la lluvia sigue cayendo, en el momento en que Antuam baja del carruaje y con pasos apresurados se dirige a la humilde casa de los Moguer para tocar la puerta. Es Anna, quien desvelada por sus sentimientos y un buen libro, abre la puerta, encontrando la sorpresa de la visita a estas horas de la noche. La cara del hombre le indica que algo malo pasó, así que se desespera. —¿Es Elisa?, ¿qué ha ocurrido, duque? ¡Dígame ya! —¡Elisa! ¿Elisa? —Llega Pedro ante el alboroto—. ¿Qué le pasó a mi hija? El Duque y consejero del príncipe comienza a explicarles con todo el pesar. —La princesa Elisa Fernández de Córdoba ha sufrido un accidente. *** Luego de la discusión que Elisa tuvo con el príncipe, salió enojada y decidió dar una vuelta a caballo; repentiname