Ante la mirada seductora que hace recordar vivencias de años pasados, el recién coronado Rey Juan Carlos se queda boquiabierto con la imagen desnuda de una voluptuosa Emma. El hombre rubio mentiría si dijera que se ha olvidado de ella, la verdad es que mucho antes de que el destino la llevara a ser una hermosa Reina, este la tenía en sus más profundos anhelos, así que sin perder tiempo toma el control de la situación. Él no es de los que espera que una dama se encargue, pues a él le gusta dominar y saber que gracias a él la mujer que esté en sus manos toque el cielo. Se asegura de eso cuando está con su esposa en la intimidad, se aseguró de eso con Emma hace años, y también cuando esta se fue y él descargó su rabia sexualmente en otra de sus empleadas. Hoy tampoco será la excepción. E