Las clases habían terminado gracias al señor, después de un examen final de cálculo mi cabeza estaba a punto de explotar.
—No olviden traer su libreta de apuntes— recordó aquella mujer de lentes y curvas peligrosas, accedí como todos en aquella aula.
—Benny te toca dar la comida hoy— aseguró Ian mientras caminaba a mi lado, accedí dándole la razón.
—No, jódete Ian— informó la chica con una sonrisa hipócrita. —Ayer la he dado yo—
—___— la voz de aquel hombre me hizo girar de inmediato; Cristián, mi nuevo delirio.
—hola, Cris— saludé con una sonrisa, realmente imaginaba un futuro con él a mi lado, un amor universitario y tal vez una vida juntos hasta el final, era atractivo y tenía un lindo auto.
—hola, bonita— respondió abrazándome, solté una risa para tomar su torso, después de largos meses tratándonos solo esperaba el "¿Quieres ser mi novia?!". —¿quieres ir a comer?— preguntó acariciando mi cabello.
—si, nosotros si— giré mirando aquellos sujetos arruinando mi buen momento, avergonzada regresé la mirada al canadiense.
—Adelante— aquello fue perdición para mi cuerpo, el hombre era un bombón con aquel cabello castaño y ojos azules sin mencionar su estilo. En pocas palabras me tenía a sus pies; si él me quería, ¿por qué no daba el siguiente paso?.
Era tan abrumador algunas veces.
"¿____ quieres ser mi jodida novia?", seis malditas palabras, ¿Por qué no lo hacía?"
[…]
El mismo restaurante de comida china de siempre, mi adicción estaba creciendo cada vez más y todo gracias a él, Cristian Gitan.
"Gitan Foster" eran buenos apellidos para nuestros pequeños.
—Pruébala— pidió al darme de su bebida, accedí bebiendo de ella... ¿Qué nos faltaba para ser una pareja?, nada.
—Estuvo muy rico y todo, pero nosotros nos vamos— agradecieron juntos aquellos chicos con intensiones de dejarme sola con aquel hombre.
—¿por qué se van?— insistí mirándolos fijamente.
—Trabajo en equipo con Cindy— eso era una vil mentira, me habían vendido...
—Puedo llevarte a casa después— sentí como su brazo se colocaba en mis hombros.
—Bien—
Después de treinta minutos charlando de todo menos de nosotros, el aburrimiento llego a mi cuerpo, no la estaba pasando nada bien, estaba callada mirándolo mientras esté terminaba de comer.
—¿Te sientes bien?— al parecer lo había notado, accedí sin importancia. Era el hombre perfecto; Era tierno y rudo, pero tal vez no sabía lo que quería.
Yo Era linda, tenía un lindo cabello, ¿Por qué no lo reconocía de una vez por todas?. —De maravilla— le respondí con una sonrisa.
—Tengo que hablar muy seriamente contigo ___.— habló rascándose la nuca, salivé en segundos, había llegado el momento; estaba lista.
—Adelante soy toda oídos— contesté al tragar duro, mis ojos fueron a su rostro; aprecié aquella Perfecta barba como si fuera la última vez.
—No creo que este sea el lugar adecuado, porque no pagó y vamos a tu casa— sugirió regalándome una sonrisa de lado, las mariposas abusaron de mi vientre dejándome en las nubes.
—Bien, me parece perfecto— balbuceé.
—Iré a pagar te veo en la entrada— los nervios se apoderaron de mí, había soñado tanto con ese momento, con sonrisas dejé aquella mesa para caminar a la salida.
Un corto viaje a casa hizo el momento más emocionante tanto que en todo el camino ninguno había pronunciado ni una sola palabra.
[...]
—Aquí está bien ___.— habló negándose a entrar, accedí para tomar sus manos y ladear la cabeza observándolo por completo.
—¿Qué sucede contigo?— pregunté directa.
—Quiero hablar de nosotros ___— también quería hacerlo, también quería saber por qué no me pedía que fuera su novia, la ley de la atracción tenía que funcionar en cualquier momento.
—Me parece perfecto— una sonrisa débil hizo que soltara mi agarre, sus movimientos fueron nerviosos.
—Carajo... No sé ni cómo empezar, bueno ___ me atraes demasiado, no te imaginas cuánto, me encantan tus ojos, tu nariz, tus labios, tu cabello, me encanta todo de ti... sé que te preguntarás por qué no te he pedido lo que tú ya sabes... no creo que quiera una relación seria en estos momentos ¿me entiendes?...— mi burbuja de amor había explotado dejándome varada donde siempre. —No quiero tener algo serio, no estoy preparado y no esperes eso de mí— cada palabra me dolía, realmente quería acabar con todo, de nada había servido tocar madera o incluso guardar su fotografía junto a la mía.
Le había entregado estos meses juntos, había llegado a pensar que él era el indicado, al parecer la mala suerte siempre me perseguía.
Mi autocontrol se fue a la mierda dejando caer lágrimas en mis mejillas, odiaba ser tan débil y que las palabras huyeran... Fue estúpido creer que me quería, tal vez solo quería sexo como todos.
—___ Dime algo, por favor— suplicó preocupado mientras intentaba tocarme, limpié mis lágrimas frenéticamente para tranquilizarme.
—No me vuelvas a buscar— pronuncié mirándolo fijamente, mi vista era borrosa empeorando la situación. —Vete a la mierda— Escupí empujando su pecho, no esperé nada más de él.
—___— negué para mostrarle mi dedo corazón y entrar a mi refugio dejándolo solo y siendo un estúpido.
Al llegar a la sala miré como aparecía aquel sujeto, al verme llorar no dudó en acercarse a mí y abrazar mi cuerpo.
—Te dije que no valía la pena— reprochó, conociéndolo sabía que había estado espiando por la ventana... era tan propio de él.
—Solo cállate y abrázame— pedí sollozando.
Estaba acostumbrada a sentir el desamor, pero esta vez tenía la esperanza... creía que todo iba a ser diferente.
[...]
—¿en serio quieres irte?— preguntó por tercera vez papá, accedí sin pensarlo… podía irme solo una semana y regresar antes del curso final.
—si— Bufé, aunque en realidad solo quería dejar este lugar por aquellas emociones en mi sistema.
—¿No es por el chico verdad?— preguntó mirándome fijamente, negué rotundamente al sentir como mis ojos ardían.
—Claro que lo es— respondió Rubén interrumpiendo la situación, furiosa lo observé por segundos.
—No, solo que hace mucho no he visto a mi madre y hermana, también porque Luisa va a tener un evento importante y quiere que esté ahí— mentí, claro que era por él, tenía que despejarme de todo.
—está bien— accedió el hombre de traje frente a mí.