Capítulo 17:
Aiden
Nos encontrábamos ya de vuelta en el área de Samir, estábamos seguros ahora pero no por mucho. Somos hombres lobos en territorio vampiro, cualquier otro clan puede atacarnos.
-Debemos comunicarnos con los otros grupos alpha. -habló Dylan, era el guerrero con más edad (34) y trayectoria- Debemos saber si han sufrido lo mismo que el grupo del Beta o si han tenido suerte.
-Tienes absoluta razón, Dylan. -respondí- Samir ¿Podrías enviar algunos de tus guerreros con los míos a por los demás?
-Permiteme sugerirte algo Aiden. -dijo y asentí- Mi territorio no es seguro, debemos ir al tuyo dónde sabemos que por ahora no volverán a atacar. De camino nos encontramos con los tuyos, además llevaré a mi hermana así ve a tu mate. -comentó-
-Que así sea entonces. -contesté-
Nathan el vampiro que me brindó información y el cual fue forzado a atacar mi manada, se nos unió con entusiasmo. Dylan quiso llevar a Zack en su lomo por lo cual se lo permití, necesitaba llegar con urgencia a ver que había sucedido con los demás.
Volví a mi forma lobuna, Seth estaba algo agotado y lo comprendía, eran las dos de la madrugada y nosotros no nos habíamos detenido a descansar en ningún momento.
La tensión y la preocupación por mi Zafiro no abandonaban mi cuerpo y eso hacía menos notable los pocos minutos que había reposado.
...
Llegamos al Clan Luminus que se encontraba un poco más cerca que el Clan Terral. Aspiré el aroma del ambiente, no había rastro de pelea o sangre de ningún bando.
Entonces ante nosotros apareció una pelirroja de muy buen cuerpo, se posó ante mí y me miró con cautela.
-¿Más lobitos? -preguntó con gracia- Soy la Condesa Nayara, les permito pasar así se reúnen con los suyos.
-Nayara, ¿no los has matado cierto? -preguntó Samir-
-No, han logrado explicarme el motivo por el cual llegaron a mi pero quiero interiorizarme más en el tema. -respondió la condesa-
Las grandes puertas de la muralla que rodeaba su pequeño pueblo se abrieron y noté a los míos sentados molestos en el suelo.
Parecía que habían recibido una severa reprimenda. Busqué con la mirada al líder hasta que esté se puso de pie, Efren. Me alegraba el verlos bien y enteros.
-Informe. -pedí-
-La pelirroja nos sorprendió apenas traspasamos su frontera, antes de atacarnos con sus guerreros nos preguntó el motivo de nuestra inesperada visita, luego de eso nos sermoneó por ser malos educados y no a ver avisado y demás. -pronunció algo avergonzado lo último-
-Está bien, descuida. -murmuré intentando contener la risa-
En eso la condesa, Nayara me llamó y me acerqué donde ella seguido por Samir. Ella sonrió hacía mi al verme con solo unos pantalones cortos deportivos.
Miró sin vergüenza mi marcado pecho y noté la lujuria en sus ojos, vaya condesa.
-¿Podrías dejar de mirarme y decirme lo que ibas a decir? -dije molesto y ella fijó sus ojos en mí-
-La Luna Terrenal que buscan salvar es tu mate, ¿cierto Alpha? -preguntó y asentí- Dime su nombre. -pidió y la miré confundido-
-¡No lo hagas! -gritó una chica muy parecida a Samir- Sí se lo dices ella jugará con tu mente y te mantendrá hechizado para que le pertenezcas. -murmuró mirando de mala manera a Nayara-
-Hola Eliana, gusto en verte. -saludó sin ánimos Nayara-
-¿Quién es ella? -pregunté a Samir-
-Mi hermana. -respondió- Eli atiende al chico aquél con sangre de Beta está herido y le necesitamos bien. -ordenó el a su hermana y ella asintió-
Suspiré y miré fijamente a Nayara, ella tenía una sonrisa burlona en su rostro y me miraba con diversión. j***r, yo no estaba para bromas.
-¿Podemos ir al punto? -gruñí-
-Les permitiré que olfateen y huelen a cada uno de los míos pero que te quedé en claro que me deberás un favor enorme. -habló ella-
-Tu me lo deberás a mí cuando veas cuantos traidores hay en tu pueblo. -contesté-
Miré a mis lobos y asentí en señal de que accedieran a olfatearlos. Lentamente de cada casa comenzaron a salir los vampiros, niños, adolescentes y adultos jóvenes claramente.
...
Ante mí ahora habían veinticinco vampiros que claramente estuvieron en mi territorio. Nathan se acercó a mí y le pedí que vagara en la mente de cada uno para saber quién era inocente y quien no.
Sólo cuatro eran inocentes, los además habían consentido el hecho. Suspiré con furia y molestia, ninguno de los veintiún que había ante mí era el imbécil que envenenó a mi Luna.
-Matenlos. -ordenó Nayara- Ya saben como. -dijo a dos de sus guerreros y estos inmediatamente cumplieron-
Samir suspiró y miró a aquellos vampiros, traidores del clan que permanecían, comprendía su posición. A mi también me dolería la traición de los míos y más presenciar su muerte.
-Tengo algo que decirte. -dijo de repente la pelirroja- Te queda un Clan por recorrer, si no encuentras al causante de ésto ahí considera que uno de los actuales líderes de Los Oscuros es quién a envenenado a tu mate, Alpha.
Samir la miró sorprendido ante esa conclusión y luego posó su vista en el suelo. Pareció analizar la reciente información y finalmente habló.
-Muy pocos vampiros tienen el don de ocultar su aroma. -pronunció- Puede que estés en lo correcto y si es así, debemos hayar el paradero de esos condenados.
Asentí y sin más emprendimos rumbo al último Clan, al cuál envié el grupo liderado por Ryder. Suspiré y rogué internamente que ningúno de Los Oscuros fuera el autor del estado de mi Zafiro, de lo contrario nos tardariamos más en dar con él/ella.
-Tranquilo, verás que todo saldrá bien. j***r hermano se positivo. -habló un animado Zack a través del línk-
-Cállate y espero jamás te toqué pasar algo así con tu mate. -respondí-
Continuará...