[KEIRA]
Al día siguiente: 11 de noviembre
Abro mis ojos lentamente intentando adaptarme a la luz del sol que se cuela por el enorme ventanal que hay frente a esta cama, y lo primero que veo es mi mano luciendo el hermoso anillo de compromiso que me ha dado el ahora mi esposo y la alianza que él ha colocado en ese mismo dedo el día de ayer «No fue un sueño» dice mi cabeza haciendo que una enorme sonrisa se dibuje en mi rostro. Las imágenes de nosotros dos es aquella capilla se pasean por mi mente y no puedo dejar de pensar en lo increíblemente bien que me siento siendo la esposa de un hombre tan increíble como Dane.
Su brazo en mi cintura me rodea con un poco más de fuerza y al sentir que se mueve en la cama sonrió como una tonta. Puedo sentirlo acomodando su rostro en el perfil de mi cuerpo y su mano moviendo mi cabello con sutileza —Buenos días esposa mía— Lo escucho decirme y como acto reflejo mordisqueo mis labios.
—Uhmmm… que bien suena eso— Murmuro y llevo mi mano hacia la suya para que me sujete con más fuerza —Buenos días esposo— Termino de decir y un beso en mi brazo me sorprende.
—¿Has descansado? — Me pregunta y en respuesta, giro mi cuerpo aun siendo prisionero de sus brazos para así quedar frente a frente con esos ojos grises que se han convertido en mi vida entera.
Llevo una de mis piernas hacia su cuerpo y la enredo en él provocando que la distancia entre su anatomía y la mía sea nada —Si, he descansado increíblemente, ¿y tú? — Le pregunto sonriente.
Él asiente y acerca su rostro al mío con toda la intención de provocarme —Mucho…— Dice y me aprieta un poco más a su cuerpo —Entonces, ¿aquí comienza nuestra vida juntos? — Me dice a modo de pregunta y asiento.
—Nuestra vida juntos comenzó hace rato, pero se podría decir que ayer ha comenzado nuestro plan de vida juntos— Explico llevando mis manos hacia su cabello y enredando mis dedos en este de manera provocativa.
Mi esposo sonríe de una manera extremadamente sensual y sube una de sus manos por el perfil de mi cuerpo hasta llegar a mi cabello el cual cae libremente por mi cuerpo y juega con este —¿Cuál es el comienzo de nuestro plan de vida juntos? Dime que esperas de este matrimonio— Me pide.
Sus palabras me hacen sonreír por fuera, pero también por dentro, me encanta que podamos conversar de estas cosas, que considere mis anhelos… —Primero que nada, que nunca cambies. Amo como eres y no quiero que nunca pierdas tu esencia, ¿sí? — Le pido y asiente mientras que se sonríe.
—Cuenta con ello, yo tampoco quiero que tú cambies, eres maravillosa de la manera que eres y si estamos aquí es porque nos aceptamos tal cual somos— Responde.
—Yo también lo pienso…— Admito y sigo jugando con su cabello —Sabes que en pocos días me tocará asumir responsabilidades nuevas en la empresa, que mi padre me dará las acciones y con ello mi vida será un poco más complicada…— Intento explicar.
Él asiente —Lo sé, lo hemos hablado y te dije que te apoyaría en todo. Quedamos en que buscaríamos la manera de balancear el trabajo con nuestro matrimonio— Dice y asiento.
—Y yo voy a ayudarte con lo de la empresa, lo prometí y yo cumplo mis promesas— Intercedo y me besa ligeramente.
—Estoy muy claro en eso, y ya me has ayudado muchísimo… gracias sirena mía— Murmura y vuelve a depositar un corto beso en los labios.
—No me tienes que agradecer, lo hago porque quiero…— Le dejo saber y me quedo mirándolo fijamente —En cuanto a nuestras familias, ese es un tema que nos toca resolver, pero por ahora hemos quedado en que esto sería secreto hasta que ellos se tranquilicen y todo lo de la empresa este en orden— Murmuro.
—Es lo mejor por ahora— Añade y asiento.
Me lo quedo mirando y le doy una tímida sonrisa —En cuanto a los hijos…— Intento decir.
—Creo que habrá tiempo para eso, ¿no? — Intercede y si bien muero de ganas de ser mamá, sé que con todo lo que se avecina aún no es el momento adecuado.
—Te juro que muero de ganas… es que me lo imagino y me dan cosquillas por dentro— Admito y sonriamos cómplices.
—Yo también hermosa, es que me voy a morir de amor el día que me digas que vamos a ser padres, pero soy consciente de que esta habiendo muchos cambios en nuestras vidas y un bebé en estos momentos sería bastante complicado— Comenta.
—Esa es la única razón por la cual no creo que sea el momento… porque si fuera por mí, te diría ahora mismo que buscáramos un hijo— Confieso y mi esposo se pega un poco más a mi dejándome muy claras sus intenciones.
—Siempre se puede practicar, ya sabes… para que nos salga bonito— Bromea.
—En eso estoy completamente de acuerdo, pero recuerda que tenemos una interrupción en nuestra luna de miel— Advierto.
—Lo sé, no he olvidado el supuesto motivo por el cual hemos venido a Paris— Murmura acercando sus labios a mi cuello y me comienza a besar.
—Exacto, pero la gala es esta noche… aun tenemos tiempo— Digo y sigo el paso de sus intenciones cuando mis manos van paseándose por su cuerpo para comenzar el día de la mejor manera que se puede junto a mi esposo. No hay nada mejor que sus besos para iniciar el día…
Me encanta saber que con él puedo ser libre de diversas maneras, no tengo miedo a lo que venga si él esta a mi lado y mucho menos si me besa de la forma que lo hace ahora. Siento sus manos haciendo de mi lo que él quiere y debo admitir que lo que él quiere para mi es fantástico, me enciende de maneras infinitas y con ello mi deseo es infinito. Abro mis ojos, y lo veo mirándome con sus ojos repletos de lujuria y juraría aquí esta una vez más la versión sexy del hombre que ahora es mi esposo. Su boca experta recorre mi ser completo y pareciera no tener reparos, literalmente me está devorando y mi cuerpo comienza a estremecerse aún mas con cada uno de los estímulos que él provoca en mi y al darse cuenta de esto, sube por mi cuerpo hasta mis labios y me besa.
Nos devoramos la boca el uno al otro y con esta misma urgencia, se posicionan sobre mi hasta que su erección y mi intimidad rozan haciéndonos morir de placer y sin más preámbulos, se hunde en mi haciéndome gemir de placer. Todo comienza, termina y vuelve a comenzar con y por él. Es el principio y el fin de todo y cada vez que lo tengo así de esta manera, estoy más seguro de que casarme con Dane ha sido la mejor decisión de mi vida…
—Te amo.- — Repetimos una y otra vez mientras el placer se apodera de nosotros haciéndonos vivir el éxtasis absoluto del amor.