Capítulo 29 (Part.1): Culpable definitivo

2070 Words
Alan Pov: …Es ella…No puede ser ella… Mi mente no está funcionando bien, debe ser por ello que estoy pensando que está persona que ha ingresado aquí es ella. Estoy peor de lo que pensé. Es imposible que sea ella. —Ahora soy consciente de que no sabes cómo me llamo ¿Verdad?…—trago en seco al sentir ese cuerpo acercarse a mí y yo sin poder alejarme debido a las ataduras que me lo impiden, pero aún así lucho para alejarme ya que no la quiero cerca. No quiero que ella me toque—Está bien, no hay problema, te lo diré…—quiero salir corriendo de este nido de locos ¿Ella fue la que me secuestro? ¿Por qué? Siento que su cuerpo se posiciona justo al lado del mío y yo solo doy un respingo queriendo alejarme de ella, cosa que no logro por las malditas ataduras que me tienen esclavizado—Me conocen por muchos nombres, pero mis más cercanos me conocen como Darkness y tú también puedes llamarme así y de ahora en adelante estás en mis manos. Eres mío, corderito. Mi corazón da un brinco al oír ese nombre. ¿Darkness?¿Es ese su nombre? No puedo creerlo ¿De verdad se llama así? Es decir, no es un nombre para nada común, incluso dudo que ese sea su nombre verdadero, pues es muy extraño ese nombre, pero no me importa lo único que me importa es salir de aquí. Estoy tan confundido que creo que mi cabeza explotará en cualquier momento. No entiendo que es lo que está pasando… —Te quitaré la venda, pero tendré que dejarte atado ¿Está bien? No quisiera que entraras en crisis y te pusieras difícil, odiaría tener que usar la fuerza contigo— me susurra queriendo suavizar su tono de voz, pero yo no le respondo y tampoco me muevo, es mejor recuperar mi visión, pues así podré ver dónde me encuentro y como puedo salir de aquí. No pienso quedarme aquí. Me tenso al sentir sus manos me tocan el rostro con gran delicadeza y suavidad; por algún motivo mi cuerpo tiembla ante ese toque, pero se lo atribuyo al miedo que me consume. Me quita la pieza de tela que cubría mis ojos y de inmediato recupero mi vista. Mis ojos recuperan su sentido, pero la repentina luz hacen que se cierren de manera instintiva debido al brillo que ilumina el lugar. —Sabía que terminarías en mi cama, pero jamás pensé que sería en estás circunstancias —oigo su voz ronca con cierto toque de diversión. ¿¡S-Su cama!? Abro los ojos como platos de repente y me quedo hecho piedra al ver lo cerca que se encuentra esa mujer de mí, demasiado cerca para mí gusto. Me abruma su gran belleza, sus ojos negros se ven más brillantes que la última vez, pero debo decir que siguen siendo tan amenazantes cómo siempre; su piel sigue viéndose tan suave como la última vez que nos vimos y sus labios se encuentran pintados en un fuerte carmín y se encuentran tan cerca de mí que me distraen por un momento…¿¡Que cosas estoy pensando!? Esto no está bien. — ¿¡Q-Que hace!? — me alejo horrorizado y más pálido que una hoja de papel. No sé que me asusta más, si el hecho de que ella me ha secuestrado o que me es fácil perderme en sus ojos. ¡Me estoy volviendo loco! ¿Cómo puedo pensar en esas cosas? No, no quiero estar aquí con ella, pensé que jamás me la volvería a encontrar, pero aparece de nuevo en mi vida queriendo volverla un completo caos. Mi mente aún ni puede procesar lo que está pasando, ni siquiera puedo recordar lo que pasó antes de encontrarme en este lugar. Por más que me fuerzo en recordar, no puedo hacerlo. Todo es su culpa. Solo tengo una cosa clara y es que está mujer me ha secuestrado ¿Qué otra razón puede haber? No hay más razón, lo supe desde el inicio, ella no es una mujer común y corriente. Sabía que ella era muy peligrosa, esos ojos me lo decían, pero no le preste atención a ello y solo ignoré por completo todo lo que alertaba que algo no andaba bien y ahora me encuentro atrapado aquí. Ella es la única culpable de todo esto que me está pasando, ella es la única culpable. Quiero que está locura acabe… Darkness Pov: Es tan adorable. Contengo una risita que quiere salir de mis labios al verlo alejarse cada vez que intento tocarlo. Quisiera poder tocarlo, pero creo que no podré hacerlo al menos hasta que él se acostumbre a mí. Es tan tierno que piense que puede huir de mí de esa manera. Mi corderito adorable. La verdad, ha sido una completa sorpresa y algo inesperado, no pensé claramente, pero era actuar o fracasar en el intento. Algunos riesgos valen la pena y estoy segura que este valdrá muchísimo. Nunca creí que la estúpida desquiciada de los Fiore fuese a actuar de esa manera tan precipitada, me ha sorprendido sinceramente. Sabía que iba a actuar en cualquier momento, pero jamás pensé que actuaría tan rápido y de esa manera tan descuidada. Pobre infeliz. Cometió tantos errores y tantos fallos al intentar secuestrar a este adorable hombre, pero yo diría que el error más imperdonable de todos sería el hecho de que se metió con algo que me pertenece a mí y solo a mí. Alan es mío. No podía permitir que se lo llevase a su guarida, eso sería como dejar que otro depredador robase mi deliciosa presa… — ¿Q-Que hago aquí? —salgo de mi breve ensoñación al oír el titubeó del hombre que se encuentra a mi lado atado en mi cama. Es curioso. Mi corazón palpita más fuerte al tenerlo cerca de mí, pero no me molesta, ni siento la opresión que antes sentía al saberlo lejos de mí queriendo estar en los brazos de otra; además, la irritabilidad que me consumía se ha esfumado con tan solo ver sus ojos azules. Ese sentimiento era de molestia ligada con otro sentimiento bastante fastidioso y molesto que me hacía sentir un poco extraña, debo decir que se sentía bastante desagradable, pero ahora que tengo a mi corderito aquí me siento mucho mejor. Es raro. Está enfermedad debe estar afectando ya mi corazón, debería preocuparme un poco más por mi salud y analizarme, no quiero ser vencida por una rara enfermedad que hace que me sienta inquieta estando lejos de mi corderito y me tranquiliza solo cuando él está conmigo. Nacen síntomas nuevos conforme pasan los días y otros síntomas se atenúan cuando lo tengo cerca, además, no me gusta tenerlo lejos. ¿Qué será lo que me afecta? No sé siquiera cuando contraje está enfermedad, tampoco sé de qué se trata o cual es la cura, solo sé que al estar cerca de este hombre surgen nuevos síntomas y alivia antiguas molestias. Nada más al ver su belleza y saber que es él el que se encuentra acostado en mi cama me hace sentir una extraña satisfacción. ¿Él será la cura? Nunca me ha gustado que nadie se acueste en la misma cama donde yo duermo, siempre he tenido a mis amantes en diferentes camas, pero jamás en una que me pertenezca por completo y dónde duerma. Pero el motivo por el cual mi corderito se encuentra aquí es porque yo ordené que se le trajese aquí… — ¿P-Por qué me ha secuestrado? — vuelvo en sí al oír lo que ha dicho con su voz temblando en pánico y sus ojos mirándome con una pizca de rencor. ¿Secuestrado? ¿Yo? Frunzo mi ceño sin poderlo evitar y lo miro fijamente con mi semblante bañado en seriedad total. En sus ojos crece el resentimiento hacia mí dándome a entender que lo que ha dicho es lo que verdaderamente cree. Él cree que lo secuestre. En mis años de vida en este mundo de porquería me han acusado de muchas cosas, de ser un monstruo, una persona detestable que no merece vivir, me han dicho prostituta y puta barata y un sinfín de comentarios sin importancia y con poca creatividad venidos de mediocres con una cerebro de mierda que solo han sido inservible para la humanidad. Cada uno de esos insultos los ignore pues no eran la gran cosa y no sentía nada cuando los escuchaba, pero ahora... Me siento ofendida. ¡Que estúpido de mi parte! ¿Por qué me siento así por tremenda pequeñez? Me han insultado de maneras más vulgares, fuertes e hirientes de personas asquerosas y malolientes, entonces ¿Por qué me siento así de ofendida por ello? ¿Por qué diciendo algo tan simple me siento así? Quizás sea porque es mentira. Nunca me ha importado que me acusen de manera injusta o que digan cosas de mí que no son ciertas, ya que sus opiniones y sus palabras a mi me valen menos que una mierda y también han dicho cosas que son verdad. Ha sido cosas tan terribles y aberrantes que son difíciles de creer debido a lo atroces que son, pero, aunque sean difíciles de creer, han sido más que ciertas, porque en mi vida no he sido ninguna santa y mucho menos una persona normal. Una persona normal jamás haría las cosas que yo hago y mucho menos soportarían todo aquello que he soportado, podría decirse que he salido del mismísimo infierno, pero no para abandonar ese mundo maldito, sino para gobernarlo a mi antojo. Entiendo. Me siento ofendida porque me está acusando falsamente, pero no es la primera vez que lo hacen ¿Por qué le tomo tanta importancia? Quizás sea por esos ojos que cristalizados me muestran los sentimientos de tormento de este hermoso hombre. —N-No sé porqué hace esto…— empieza a hablar de nuevo el hombre al verme sumergida en mi propio silencio— Pero no está bien, ya le he pedido disculpas por lo que hice ¿Qué gana torturándome así? Yo no tengo nada…—su voz adquiere algo más de fuerza y centro mi mirada en él y me estremezco al ver cómo el rencor en su mirada crece. Esto no me gusta— ¿Quiere destruirme? ¿Es eso? ¿¡Que le he hecho!? Me has enloquecido. Aprieto mis puños haciendo que mis uñas se claven en mis heridas palmas, pero es no logro sentir dolor alguno. Esa mirada cargada de rencor e ira no es la misma mirada de inocencia y amabilidad que me ha dedicado desde que nos conocimos, a veces me ha mirado con miedo y se ha avergonzado, también me ha mirado molesto cuando interrumpí su extraña conversación que tenía con la perra esa, pero nada se compara a la mirada que estoy recibiendo ahora. Mi pecho duele otra vez, esa mirada se siente como una bala directo a mi pecho. Me siento rara. Me alejo de él para levantarme de la cama y me doy la vuelta evitando mirarlo ya que mi confusión proviene exactamente del hombre que se encuentra en mi cama, pero también es porque no soporto ver esa mirada. Me han mirada de maneras peores, entonces ¿Por qué la mirada de este corderito tiene tanto peso? No debería sentirme así, está no soy yo, pero ¿Cómo detengo todo esto? Quizás simplemente debería dejarlo ir y que los Fiore haga con él los que les plazca, que lo conviertan en mascota o ganado; da igual, las dos cosas son una mierda. Eso es lo que él quiere. Si se lo entrego a los Fiore, ya no tendré derechos sobre él y ya no me pertenecerá, sino que será propiedad de esa familia. Hay cosas en las cuales ni yo misma me puedo meter y una de ellas son las prácticas de la familia Fiore. Ellos son mis aliados, no han hecho nada para retarme, siempre han sido sumisos hacia mí, por ello es recompensado su lealtad con riquezas y poder. Pero… —Tú…— rompo mi silencio, sin siquiera verlo; coloco mi mano sobre mi pecho justo donde mi corazón palpita desbocado y feroz ¿Qué es lo que me pasa con este hombre? No lo sé—¿Piensas que quiero acabar contigo...?

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