No es un BETA ❝Yoonmin❞

Pt. 3

Era una situacion bastante estupida, exagerada y sobretodo de no creer, o al menos así lo sentía el gran escritor de seudónimo Agust. Min Yoongi nunca se hubiera imaginado que aquel insoportable niño se hubiera desmayado de la emoción al saber que tenía frente a él al mismísimo Agust, uno de los mas reconocidos en el mundo de la literatura.

—Esto es estúpido— Bufó todavía observando y pensando en qué hacer con el "c*****r" en su puerta, él simplemente había pensado en arrastrarlo hacia el pasillo y dejarlo ahí hasta que despertara, pero debajo de toda esa capa de amargura y desinterés sobre el mundo que lo rodeaba, había una persona un tanto amable y bondadosa... aclaremos que solo un poco.

 A regañadientes camino hacia el hermano menor de su amigo y lo tomó en sus brazos. Que sea una persona que llevaba una vida sedentaria no lo hacía débil del todo, él tenía la fuerza necesaria para cargar en sus no musculosos brazos al menor. Hubo gran esfuerzo de su parte. Estuvo por dejarlo sobre su cama, pero vamos, el gran Agust recapacito y terminó dejando su habitación para entrar en otra, en la de Jimin. Al salir de la habitación dio un sonoro suspiro lleno de cansancio, pero aquella línea que mostraba su labio terminó por curvarse un poco.

—Así que es un fanático— Sonrió ladino e ingreso a su habitación —Algo bueno se puede rescatar de ese niño, tiene un buen gran gusto a la hora de seleccionar su lectura— Comentó sin ser para nada humilde. 

Yoongi es un famosísimo escritor bajo el seudónimo Agust, era y es una persona seria con una vida bastante monótona y sedentaria; No tiene como pasatiempos ejercitarse, tampoco hacer alguna otra actividad que no sea crear obras maestras mediante su escritura. Es sociable, si, cuando la situación no le deja opciones, como por ejemplo en algunas reuniones o cenas de negocios, o tal vez cuando se reunía con amigos cercanos y familiares, pero si aquellas circunstancias no se presentaban porfavor simplemente no lo mires, no le hables o siquiera respires a su alrededor. ¿Y por qué soportaba a Jimin? claro está, era el hermano de su amigo y por supuesto él no iba a mandarlo a la mierda, vamos, no era tan malo... además de que no le dejaron a elegir.

Otras de las características que se cargaba el gran Yoongi, era su inquietud de no tener su cabeza funcionando, él debía de escribir o simplemente moriría, así de simple, agradescanle, o no, a su difunto padre, gracias a ese hombre es que Min heredó el amor hacia la literatura. 

Había también que contar que Min Yoongi no daba la cara, es decir, nadie conocía el rostro del tan famoso Agust, cosa que había sido idea suya puesto que no quería que su vida fuera un infierno por simples cosas; Él quería salir a comprar sin que una multitud de fanáticos/as lo reconociese y le pidieran miles de fotos y autógrafos. No quería una vida complicada, ya la había vivido y, no gracias, era tiempo de vivir relajado y sin problemas.

Dentro de todo, era una persona normal y corriente, tenia algunos aspectos y tenia varias caracteristicas, pero ¿quién no los tiene?, no todos podemos ser iguales, cada quien se distingue por algo.

—Tendre que advertirle que mantenga la boca cerrada— Comentó volviendo a tomar asiento frente a su computador, trono los huesos de su cuello con un ligero movimiento y cuando se dispuso a seguir sus dedos dejaron de moverse; Echó su cuerpo hacia atrás tocando el respaldo de su silla con ruedas —¿Qué debería de escribir?— Muy buena pregunta pues su mente estaba en blanco. Sobó su sien y abandonó su lugar de trabajo, bajo al piso principal y camino hacia la cocina con la idea de prepararse algo de café, otra vez...

Perdió su tiempo observando las aburridas programaciones hasta que pudo dar con un documental bastante mediocre, llegando a la conclusión de que debería de deshacerse rápidamente de la televisión. Terminó presionando el botón de apagar.

—Solo necesito descansar— Murmuró cansado, aun así su cuerpo no se movió del sillón y estuvo asi como 10 minutos, pero escucho pasos y obligó a su cuerpo a tomar asiento. Y vaya sorpresa que se llevó cuando Jimin paso por su lado y se adentro a la cocina como si nada hubiera pasado, como si su otra identidad no haya sido descubierta. Yoongi se mostró confuso y extrañado, ¿es que el beta todavía estaba en shock?.

—Hey— Llamó este por su atención, Jimin se giró y alzó una de las cejas un tanto molesto, respondiendole -"¿Qué es lo que quieres?"-. Yoongi frunció aún más su ceño pero claro por la confusión que sufría en estos momentos —Tú... ¿estás bien?—

Jimin ahora también se sintió confuso, ladeo su cabeza y negó dándose la vuelta —¿Qué te ocurre?— preguntó en voz baja pero fue claramente escuchado —¿Te golpeaste la cabeza, o algo?—

—No, ese fuiste tú—

Sí, definitivamente ese tonto del alfa se había golpeado en alguna parte de su cabeza, pues estaba diciendole cosas que no lograba comprender, Jimin lo miró por unos escasos 6 segundos y rodó los ojos. Dejó de prestarle atención. Volvió su vista y atención a su ya azucarado café y como de una mala broma se tratara, el sueño que tuvo vino a él de manera molesta. Rió para sí mismo y negó nuevamente —Soñar con algo así, que idiota Jimin— Se dijo así mismo en susurro —Él siendo Agust... eso si seria una estúpida broma de un cruel universo— Seguía susurrando.

Yoongi desde su sitio no llega a escucharlo pero ahora estaba entre ir y recordarle lo ocurrido o dejarlo pasar, pues había llegado a una conclusión, —Lo dejare pensar que fue un sueño— Su maravilla conclusión era la correcta, Jimin al despertar y encontrarse en su cómoda cama cayó en cuenta y creyó que todo lo ocurrido se había tratado de una pesadilla.

"¿Min Yoongi, ese alfa estúpido siendo el gran y talentoso escritor Agust?", Se preguntó Jimin y bufó con sonrisa en boca —Eso nunca— Terminó diciendo.

Min queria reir, y mucho cuando pudo escuchar esas últimas palabras del menor; el contexto en que supuso había había dicho aquello era el que él pensó que podía ser.

—Veamos cuanto dura— Dijo Yoongi yéndose minutos después a su lugar de trabajo.

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En el sueño de Park la habitación del alfa se mostraba ser ordenada, tampoco es que recordará mucho, solo logró rescatar aquello. Y por pura curiosidad se animó a ir a confirmar, se animó porque después de que pasase 2 días de aquella pesadilla, había estado merodeando curioso por ver cómo era el interior de esa habitación.

Y ahora ahí lo tenían, metido y sin permiso alguno viendo con los ojos bien abiertos el interior de esa no tan lujosa habitación —Es realmente muy ordenada... y hay pocos muebles— Murmuraba viendo con detalle la cama, el sillón, el armario y el escritorio, realmente habían pocos muebles a lo que él tenía en mente. —Uhm... creo que no debería..— Retrocedió con miedo que no iba a admitir, él estaba por corromper toda privacidad si es que ponía las manos sobre esa laptop.

—Solo un vistazo, seguro tiene porno— Comentó arrugando la nariz, y lo hizo, no le importo la privacidad ajena y levantó la tapa de la laptop —Ugh! por supuesto— Y era un tanto obvio el que se necesitará una contraseña para ingresar. De mala gana bajo la tapa y ladeo su boca, pero bien, había terminado con su curiosidad.

—"Si, bien, no vuelvas a llamarme para este tipo de reuniones. No hables, solo escucha, te despediré si es que se vuelve a repetir"— Yoongi sonaba enojado, muy enojado. Y Jimin entró en pánico, él no sería perdonado si es que lo encontra dentro de su habitación; Miró con apuro a su alrededor, el armario no sería buen escondite, y bien, ¿en situaciones desesperadas acciones vistas?. El pequeño beta se escondió debajo de la cama, cubrió su boca y cerro sus ojos al escuchar abrir la puerta.

"¡Lo sabía, no debí de hacerle caso a  mi curiosidad! ¡Fuiste un grandísimo idiota, Park!", Se regañaba a sí mismo. Sus ojos miraban atentos el calzado del alfa, pues en su lugar no podía divisar otra cosa.

—Que perdida de tiempo— Bufó Yoongi desatando el nudo de su corbata color n***o. Término de cambiar su costosa ropa, obsequio de su madre, y tomó asiento a un costado de la cama atendiendo la llamada. —No debí de aceptar este estúpido celular— Ese iphone que se encontraba apegado en su oreja se le había sido obsequiado por un muy conocido editor, Taehyung, que objetaba que él debería de estar más al tanto de su alrededor.

—¿Qué ocurre Taehyung?— Frunció su entrecejo —... ¿Qué?, no, sabes muy bien que esas cosas no van conmigo, informales inmediatamente que no iré a ese dichosa reunión fuera de la editorial—

Jimin abrió los ojos y paró las orejas atento, ¿acaso de la boca de ese alfa había salido la palabra -editorial-?

—Voy a colgar y cuando lo haga lanzaré este celular al inodoro— Estuvo a punto de cumplir con sus palabras, él iba a colgar pero antes —¿Y por qué te sorprendes?, era un tanto obvio que mi libro se vendiera de manera rápida y que la cantidad de ventas serian una exageración—, Puede que suene presumido de su parte, pero él solo decía lo que era muy evidente.

Jimin parpadeo sorprendido y bastante asombrado, "¿Él es escritor?" se preguntó y como si sus neuronas le mandaran un fuerte impulso eléctrico, pudo relacionarlo —Eso fue un sueño.. una pesadilla— Se negaba a creerlo.

—Si, si, Agust estará muy ocupado escribiendo y lanzando este celular al inodoro, adios— Y cortó la llamada.

Jimin levanto, para su mala suerte, su cabeza con brusquedad. Yoongi dio un salto en su sitio y se puso de pie.

—No puede ser, ¿ratas?— Yoongi suspiró, él no quería tener que llamar a algun fumigador. Peino sus cabellos hacia atrás y se arrodillo para poder ver al roedor intruso, pero vaya sorpresa que se llevó. Ambos se miraron, Jimin con curiosidad y agitándose de la emoción, y Yoongi con amargura y rabia, él prefería ver una rata y no al beta. —Sal de ahí— Su voz fue ronca pero por la molestia.

Jimin en estado de conmoción obedeció pero se mantenía con expresión neutra —T-tú—

—Largo— Gruñó sin más.

—T-tú...—

A Yoongi poco le importó el estado del beta y lo tomó de la muñeca —Dame las gracias de que no te esté echando de mi casa, solo de mi habitación— le dijo Min llevándolo hacia afuera. Jimin sentía su cuerpo ser arrastrado y pensando con más claridad pudo soltarse del agarre del alfa. Se giró y volvió a ingresar a esa habitación, Yoongi apretó la mandíbula tratando de controlarse y dejar sus acciones violentas para otras situaciones que si las merezcan.

—Contare hasta 3, y si no sales me harás hacer algo que realmente quiero pero que no quiero llegar a hacer—

—¿No fue un sueño?— Jimin murmuró pregunta ignorando la amenaza del alfa —¿Tú eres Agust?, tú... eres él— Se acercó hacia el escritorio y tomó entre sus manos hojas que hace minutos atrás había ignorado, —Esta carta..— Era la car de Jr. la de sus sueños —¡Si eres él!— Se giró y mostró sonrisa, luego la borró —¿¡Por qué eres él!?— le reclamó sin sentido —¡El hombre que admiro es un alfa idiota!— Quería llorar, quería llorar mucho. Nunca se imaginó que el gran y maravilloso Agust fuera alguien como aquel alfa; amargado, sin humor, sin sentido del gusto con respecto a las pinturas, idiota, molesto, amigo de su hermano mayor y un adicto al café!. Park nunca se hubiera imaginado que obtiene su inspiración de alguien como Yoongi.

Yoongi por un momento pensó en mostrar una sonrisa ladina al escuchar tal confesión, él era admirado por ese beta. Su sonrisa ladina nunca se formó por dos motivos, estaba furioso y estaba poniéndose mucho más furioso por la invasión en su zona de trabajo y confort.

—1...— Empezó a contar, Jimin lo ignoraba y lo miraba atento entrecerrando sus ojos —2...—

—Ahora te odio aún más— Terminó diciendo Jimin para luego dejar la habitación.

—3, ¿y que mierda?—

—¡Lo que escucharte!— Le gritó Jimin yendo escaleras arriba, él necesitaba que el viento frío golpeará su rostro y logrará relajar su emocionado corazón.

—Como si te fuera a creer— Sonrió Min sabiendo perfectamente que ese beta no podía dejar de admirar al gran Agust. —¿Debería de mostrarle la biblioteca?—, Él era escritor y, como todo escritor era amante de la literatura, y eso nos lleva al amor hacia los buenos libros de variedad de  géneros, lo cual conlleva a tener una amplia colección en una de las habitaciones en el fondo. En su caso, su colección de libros se encontraba en dicho lugar, y se podía llamar -biblioteca-.