Hace solo unas cuantas horas atrás Park Jimin disfrutaba de una vida siendo un simple y ordinario beta con aspiraciones de ser un gran y reconocido dibujante de manhwas, sus sueños seguían adelante claro, pero ahora se toparía con baches en su camino, con enormes y dificultosos baches a lo largo de su vida.
Él simplemente no puede imaginar el cómo seguir el camino de un artista siendo ahora un omega, tal vez lo estaba pensando demasiado o tal vez estaba siendo exagerado puesto que ser omega no te convierte automaticamente en algun fracasado de por vida; Park solo necesitaba tiempo para asimilar su ahora nuevo "estatus".
Ahí estaba el pequeño omega, negándose a dejar la cama del alfa, envolviéndose entre las sábanas blancas. Ya su aroma primaveral se había reducido a la nada gracias a la pastilla ingerida ayer por la madrugada. Cerró sus ojos fuertemente tratando de imaginarse alguna posible vida donde su condición de omega no intervenga en su día a día a partir de ahora, pero de alguna forma su escurridiza imaginación lo llevaba a finales infelices, y él odiaba -no mucho- los finales infelices.
Un final no feliz estaría bien si se tratara de alguna de sus obras pero en la vida real... en su vida, no quería que aquello pasase.
¿Qué haría ahora? ¿Cómo se lo diría a su familia? —¡Mierda!— Maldijo apretando los dientes al recordar su circulo familiar, diablos y muchas más maldiciones fue lo que les dedico, a ellos y a la situación claro. Su madre siempre había querido un omega, su padre de igual manera -¿no era raro? Extraño mejor dicho-. Y su hermano... Su hermano lo asesinaría por ser uno, pues el chico ya era todo un sobreprotector con él siendo beta, ahora que era un omega no lo dejaría solo ni un solo minuto. Aunque no le costó mucho dejarlo con un conocido suyo, pero bien en claro había dejado Namjoon que Min era un buen amigo, además de que había dejado a cargo-abandonado- a un beta, y no a un aromático omega.
Su cuerpo se enderezó de repente, y su expresión era una combinación un tanto extraña, ¿estaba asustado o molesto?; Tal vez ambas eran válidas.
La puerta se escuchó, y era más que obvio de quien se trataba, al menos para el omega, ¿Taehyung? ¿Hoseok? o bueno, no estaba tan claro. Pero lo seguro era de que de Min Yoongi no se trataba porque... ¿desde cuando hacía uso de los modales? ¿los tenía?. Jimin se encogió en su lugar y sus ojos iban y venían en dos direcciones, por segundos de topaba con la puerta que seguía sonando, luego cambiaba su campo de visión hacia su derecha en donde se encontraba la muy tentadora ventana abierta; Porque sí, Jimin no dudaría en aventarse por la ventana si es que la situación lo ameritaba. ¿No era típico de un artista ser dramático? quien sabe, pero en el caso de este omega así era y nada se podía hacer.
Se puso de pie y abrió la ventana con rapidez topándose con un clima bastante cálido, hacía frío y los tonos que mostraba el cielo iban a escala de grises haciendo juego. Hermoso.
La puerta se abrió y Jimin solo congeló su acción de saltar por la ventana dejando su pierna estirada hacia el exterior. Yoongi vio con extrañeza la escena y no pudo no preguntar el:—¿Qué estás haciendo?— Pero basto un segundo para que alguna idea rondará por su cabeza, la cual no descarto al saber de quién se trataba —¿Volviste con los suicidios?—
Jimin evitó contacto visual —Solo hacia ejercicio...— murmuró en tonos bajos. El alfa asintió no muy convencido, mejor dicho nada convencido.
—Sal de ahí quieres— Suspiró y dio las gracias porque el omega dejó de estar con media pierna fuera —Supongo que... le daré aviso a tu familia— Los ojos de omega se agrandaron dejando de ser a******o por unos cortos segundos. Yoongi retrocedió cuando el niño corrió a su lado y lo apuntó con su dedo índice —¿Qu-, El ¿qué diablos? quedó atravesado en su garganta por la ruidosa interrupción.
—¡No les digas nada! ¡Te lo prohibo!— Ordenó, ¡Demandó! el pequeño omega de cabellos revueltos de solo nervios. Adiós vergüenza.
Un omega ordenandole a un alfa no se ve todos los días, pero mucho menos se veía todos los días a un Min Yoongi reír a carcajadas o simplemente reír como estúpido desquiciado; Al parecer la tormenta seguiría... era de no creer. Cuando las carcajadas de parte del alfa fueron siendo menos ruidosas, este habló —Se los dire ahora mismo— ¿Lo disfrutaba? por supuesto que sí, ver al enano temeroso le daba gracia. Se dio la media vuelta y a paso calmo abandonó su habitación con el fin de llegar hacia el teléfono del living.
Jimin dejó salir algo así como un chillido irritante para cualquier oído y corrió cuando reacciono —¡Min Estúpido Alfa Yoongi, te conviene no hablar con mi familia!— Se puso a su delante, deteniéndolo.
Min alzó una ceja, estaba medio enfadado por el insulto dedicado —Les dire que eres un omega, te vendrán a buscar y no tendré que seguir lidiando, no, soportando tu presencia— El alfa no quería tener que cargar con la responsabilidad de cuidar a un omega con fuertes celos. Diablos, la madrugada de ayer había sido una locura —Ahora, muévete— Jimin no se movió, es mas estiró sus cortos brazos para impedir el paso a sus costados, y no, no logró nada. Yoongi lo pasó y tomó el teléfono marcando con apuro.
Jimin estaba en aprietos; Además de no querer que su escandalosa familia se entera de que ahora era un omega, él no quería dejar la casa por otras razones; Razones que negaría por el solo hecho de que Min Yoongi era el protagonista, o al menos su alias Agust lo era.
Vamos, estaba viviendo bajo el mismo techo con el famosísimo escritor Agust... no estaba en su cabeza el irse así sin mas. Jimin debía de aprovechar de -su estadía forzada-, la cual se había convertido en una oportunidad aunque la convivencia con el alfa sea lo contrario al paraíso.
Una luz en su cabeza se iluminó, su ingeniosa amenaza había llegado a él. El omega sonrió triunfante y le dijo:—Le dire a todos que eres Agust, tus fan no dejarán de seguirte a todas partes. Saldras de tu casa y ahí estarán, miles de personas esperándote con molestos flash mientras piden miles y miles de autografos. Miles. Ni siquiera podrás comprar café en paz. ¿Remarque la palabras miles? porque esa será la cantidad de fotógrafos y fanáticos que tendrás las veinticuatro horas esperando fuera de tu casa— Sonrió un poco. ¿Acaso no era la mejor amenaza de todos los tiempos?.. No, pero servia y mucho.
Yoongi entrecerró sus ojos negando —No serias capas— Jimin se encogió de hombros diciéndole:—Tal vez se me escape, quién sabe. Ponme a prueba— Sonrió vil, saboreando la victoria. Amaba ese sabor.
El aparato fue devuelto a su lugar, la llamada se realizó pero fue cortada en el momento justo. El alfa sobo su sien con su pulgar e índice tratando de lograr que sus pensamientos homicidas por el omega desaparecieran, porque... la cárcel era una gran mierda ¿verdad? Tenía que evitarlo, al menos por ahora, por su carrera literaria sobretodo.
Claramente Jimin lo tenía en sus manos, pero también Yoongi tenia con que combatir, aunque seguía siendo Jimin el victorioso. Estaban estancados. —¿Qué tal un tregua?— Propuso el alfa para apaciguar la situación, Jimin hizo un gesto para que siguiera hablando. No hacía falta decir que Yoongi tenía la sangre hirviendo solo de ira —Yo no hablo, tú no hablas y tampoco volvemos a mencionar nada de esto. ¿Trato?—. Conclusión: las cosas seguirán como antes y nada cambiaría, solo el hecho de que Jimin ya no era un beta.
—Trato— Jimin le sonrió y hubo un apretón de manos de por medio para el cierre del acuerdo. —Supongo que... eso es todo, iré a mi habitación—
—Y date un ducha antes quieres, apestas— arrugó su nariz con desagrado; Estaba siendo exagerado y bien lo sabía.
Jimin le mostró su lengua susurrándole un que otro insulto mientras movía sus piernas escaleras arriba no evitando levantar sus brazos y olfatear su axila, dándose cuenta luego que su olor no era por su "mal olor" sino que al alfa se refería al diminuto rastro de su aroma del celo que quedó impregnado en sus ropas. Dejó escapar algo así como un rugido, la verdad era que se comparaba mas a un ronroneo que otra cosa.
.
Al terminar de tragar la pastilla con ayuda de agua del grifo, Jimin rasco su panza yendo camino a la heladera, moría de hambre y su ruidoso estómago se lo reclamaba. Necesitaba alimento ahora.
—No hay nada...— Su expresión fue de molestia ¿No era algo irónico tener una enorme heladera... vacía?. —¿Acaso ese tonto se cree vampiro?—
Su propia pregunta se hizo eco en su cabeza ¿Podía ser posible? —Su palidez lo explicaría...— Realmente estaba pensando en esa posibilidad. Mente de artista, ¿recuerdan?.
—Al parecer la falta de alimento te hace pensar estupideces—, El omega salto en su lugar, el alfa lo había tomado desprevenido —¿Lo ves?— Yoongi mostró el interior de la heladera, Jimin miró confundido, ahí no había nada —Exacto, no hay nada porque te lo tragaste todo— Gruñó fastidiado, no solo su café desaparecia, ahora también era su comida.
Jimin inflo sus mejillas, pero esa tierna acción se vio saboteada por la amargura de su próxima expresión. Claramente lo había llamado gloton, y nada podia hacer ya que si era uno y mucho mas cuando no estaba ocupado dibujando —Solo ve a comprar mas comida, y... ¿por qué te quejas si eres millonario? Digo, tienes dinero de sobra como para llenar cuantas veces quieras la heladera— Rodó sus ojos con obviedad.
—Niño, no malgasto el dinero— Dentro suyo Yoongi luchaba con él mismo para no gritarle al omega un sin fin de insultos —Idiota—
—Tu eres el idiota porque vas a tener que ir a comprarme comida—
—¿A comprarte comida? Déjame decirte que al parecer morirás de hambre, estaré ocupado allá arriba así que apagate, o ponte en modo silencioso— Se giró con el fin de ir a su habitación y trabajar en un nuevo capítulo.
Jimin por mas pelea que quisiera dar estaba demasiado hambriento, así que solo lo vio irse y él caminó hacia el sillón en donde descansaba tranquilamente la billetera del alfa. Se encogió de hombros y salió de la casa pegando un portazo —Gracias por la comida— Mostró su lengua quién sabe a quién, obvio que a un ausente Min, y silvo sonriente, pero ahora... la zona era nueva para él ¿Dónde diablos quedaba el supermercado?.
Yoongi apenas había dado un paso dentro de su habitación y lo escucho, escucho la puerta principal siendo azotada por el fuerte cierre. Chasqueo su lengua dirigiéndose donde el omega, ciertamente Jimin podía irse y comprarse lo que su hambriento estómago le demandará. Pero Min sabia que no podía dejarlo ir por el simple hecho de que el omega todavía estaba en celo, y rayos, ¿¡No se supone que los malditos medicamentos actuaran como supresores!? Entonces... ¿¡Porque diablos el omega desprendía un leve aroma a Glicinas !?.
El alfa se maldecía porque según él había pasado de escritor a niñera, ¡Y ni siquiera le pagaba por el trabajo extra! Pero hay que sera razonables, Namjoon no le pagaría a su adinerado amigo.
Lo vio caminar tranquilamente, solo bastaron un par de pasos y ya estaba a su lado deteniendolo; Estuvo por gritarle y hacerle saber lo inconsciente que estaba siendo al salir en su estado, pero sus ojos vieron como su billetera estaba en manos equivocadas —Devuélveme eso— Le sacó de las manos en el primer intento, Jimin resopló y Min dio el primer paso —¿Qué esperas?— Se detuvo y preguntó.
El omega miró a su alrededor, ¿le hablaba a él? —La casa está del otro lado—. Yoongi rodó los ojos diciéndole que irían ambos a comprar la bendita comida. Jimin esbozo sonrisa y lo alcanzó —Genial—
Tal vez con este pequeño acercamiento ellos logren aquello que es llamado -amistad-
—Asco, solo comes basura— Jimin mostró su lengua en disgusto y Yoongi sin escucharlo puso en el carrito de compras lo que habitualmente él consumía.
—Eso no fue lo que dijiste el otro día—
—Estaba dormido, por lo tanto no cuenta— Replicó rápidamente el omega.
El alfa quería encontrar algun interruptor y apagar al omega, ¿acaso no se callaba jamás? —Que fastidio— murmuró. ¿Ni siquiera haciendo las simples compras podían ponerse de acuerdo? —Deja de meter tanta porqueria— No, ellos no podían llevarse bien.
Jimin negó ignorando y siguió buscando más paquetes de golosinas, alejándose del alfa al irse por otro pasillo, se trataba del pasillo de los lácteos. —Uh... yo vi eso primero— Jimin le soltó desafiante al chico de capucha, este lo miró curioso.
—Tu aroma...— Susurró peligrosamente cerca del cuello del omega.
Jimin sintió el brutal escalofrío en todo su cuerpo, el encapuchado era un alfa y aquello logró aterrarlo, sólo un poco pues como bien se sabe Jimin desbordaba carácter. Lo empujó y retrocedió alejándose del campo de visión de ese desagradable hombre.
—Pero.. yo tome la pastilla...— Si, lo había hecho y se sorprendió que aquel medicamento tuviera sabor similar a sus caramelos mentolados.
Puede ser que...
Estúpido...
—Ahí estás, vamos. Soy un hombre ocupado, sabes?— Gruñó el alfa paliducho. Jimin volvió en sí y dejando los paquetes de golosinas al carrito miró con cautela a su alrededor y se abrazó a su cuerpo. —¿Y ahora qué te ocurre?— Yoongi negó al escuchar que Jimin lo apresuraba no siendo gentil. —Para ser omega eres bastante diferente—
—Y tu como alfa eres una decepción, ahora apresúrate—
"No le respondas, no le respondas que estás en público... " La voz en su cabeza repitió.
... De camino a casa el alfa estaba seguro de que Jimin había sido el más estúpido de los omegas, pues le confesó que al parecer se había equivocado al tomar su medicamento supresor y en su lugar ingirió una simple y nada efectiva pastilla de menta. Un caramelo. Ahora se podía de entender del porqué de su apuro, sus feromonas estaban causando curiosidad a todo alfa con el que se topasen, y digamos que él no era una excepción.
Yoongi controló sus instintos, porque el querer gruñir a todo ser en su camino era parte de ser un alfa, lo odiaba y todo era culpa del enano omega en celo —Que problemático—
Jimin sonrojado agacho la cabeza, para él también el asunto de ser omega era nuevo y problemático, vamos, lo odiaba y todo tenía que caer en sus hombros, —Esto apesta— Ingresó primero a la casa y corrió a su habitación, encerrándose para luego ingerir ahora si el medicamento supresor —Un verdadero asco— A ágatas se metió debajo de las sabanas de su cama. —Es mi fin, nunca nadie escuchara mi nombre ni escuchará de mí. Mi carrera como artista se terminó y ni siquiera empezó— Estaba bien llorar, era frustrante y a si lo sentía.
Y no era que el gran escritor Min Yoongi sintiera nuevamente la culpa, es solo que ese ex-beta y expresión deprimente le molestaba, lo deprimía ¿lo deprimía?. Diablos, Yoongi negó volviendo con su atención a la pantalla de su portátil. Pero sus manos no se movieron, menos sus dedos, y sus ojos mantenían su vista en el cursor de escritura, el cual ahora le estaba pareciendo irritante. Dejó de mantenerse quieto y salió de su habitación, pero no, él no iba a ir a animar de alguna forma al omega.
—Niño, sal de ahí adentro o cancelare la saga de tu preciada novela— Uh... bien, claramente sus actos le fallaron, no había sido su idea ir hacia Jimin y lograr tenerlo nuevamente a su alrededor. ¿Qué no iba por una taza de café? —Vamos, estoy marcando ahora mismo a la editorial, sabes que soy capaz de eso como tu amenazándome— Yoongi bufó con sonrisa ladina en boca, era la primera vez en toda su vida que un omega osa actuar de esa manera con él. Jimin tenía agallas, no había dudas, pero era irritante. Es solo un mocoso, se recordó Min.
La puerta se fue abriendo lentamente, y un omega envuelto en un acolchonado cubrecamas fue lo que Yoongi observó. Sí, un mocoso.
—¿Estás llorando?— Preguntó Min a un cabizbajo omega.
—No, algo entró por la ventana y se metió en mis ojos— Respuesta sarcástica, genial. El escritor rodó los ojos, era obvio que Jimin estaba enfadado, o mas bien, molesto consigo mismo.
—Vamos— Yoongi se alejó de la puerta para que Jimin saliera y lo siguiese, pero este no se movio, solo lo observaba sin entender —Ayer no terminaste con tu lectura— le recordó.
Jimin frunció el ceño, él sí lo hizo, ¡Por todos los cielos! había leído los capítulos como unas dos veces. —Yo sí lo hice—
—Tengo más escritos, ahora se rápido o me arrepentiré, y estoy a na-
—¡Rápido, rápido!— Apresuro un ya repuesto omega energético.
El alfa no quería pensarlo, pero tenía una leve sospecha que el niño estaba jugando con él, aprobechandose. Pero en esta ocasión Jimin si se sentía verdaderamente decaído, el cambio de beta a omega fue un gran y brutal golpe bajo. Y tal vez Min Yoongi no lo supiera y tampoco le tomaba mucho en cuenta, pero su arte era algo así como sanador, confortante e inspiración.
Hay momentos, la mayoría del tiempo, donde Jimin se pregunta como aquel alfa malhumorado y sin sentido del humor podía recitar tales párrafos. Tal vez algun día obtenga una respuesta aunque se veía realmente difícil.
Jimin dejó de observarlo, ya ocupando el sillón de la habitación del alfa su vista recayó en los escritos, y un leve fruncimiento de cejas se profundizó —¿Por qué los mataste?— Preguntó con cierta disconformidad
Min lo miró desconcertado, —Si bien recuerdo, y recuerdo, no hay, aun, muertes en los capítulos que lees—
El omega negó —No hablo de esta nueva saga, sino de la primera. ¿Por qué los protagonistas no pudieron permanecer juntos?— Jimin quisó morderse la lengua por su pregunta sin sentido, porque bien el escritor podía escribir lo que crea mejor para su libro o su gusto, pero tenía que saberlo aunque sea tonto de su parte preguntar.
Yoongi lo miró sin expresión, era como... —¿Realmente estás preguntando?—
El omega sabía lo estúpido que había sido —Si, bien, lo siento, no debí preguntar... solo que, ya sabes— Se encogió de hombros —Eran, fueron personajes realmente buenos, supongo que solo me encariñe. Pero, no estoy diciendo que por esa razón no me haya gustado como siguió, fue fantásticamente doloroso— Sonrió diminutamente, recordando el momento preciso donde su lectura de la primera Saga de Mi Omega llegaba al final, dolorosamente bueno.
Min entendía, como lector uno podía llegar a tomar cariño hacia los personajes y era un verdadera agonía cuando el autor opta por darle un final no deseado, pero aquello era parte de la magia del escritor, crear esos sentimientos ya sean malos o buenos. Un libro no siempre te dejaba satisfecho. Pero Yoongi no pienso así cuando de poner fin a sus protagonistas se trató, no, simplemente siguió con lo que tenía en mente y cómo la trama lo hacía sugerente. Realmente había sido un buen final.
—Solo se dio así, no una extensa explicación de fondo— Dijo sin mas, y Jimin entendió, y aunque en sus trabajos, en sus manhwas, no hubiera una muerte aun él entendía. Yoongi lo vio volver a su lectura, pero lo interrumpió —Tú, ¿qué tanto haces cuando te encierras en la habitación?— Fue de repente su pregunta, la curiosidad lo tomo por sorpresa.
Jimin se tenso y sin mirarlo se encogió de hombros, ¿decirle que dibujaba proyectos que tal vez le parezcan malos? No, no iba a suceder; Y mucho menos tratándose de Agust, maldición, él era Agust, el unico que podia con unas cuantas palabras críticas terminar con su futuro. No importaba el que el alfa le insulte por su comportamiento o forma de ser, era otra historia si esos insultos iban dirigidos a sus obras, eso... eso sería aún más devastador que el ser omega.
—Solo duermo todo el día... soy algo asocial, por si no te diste cuenta— Puede que aquella excusa funcione, era buena e iba perfectamente con Jimin, pero Min no le creyó, algo en las expresiones del omega le decía que estaba siendo un mal mentiroso.
—Ah... bien, estás en tu derecho no querer decirme la verdad— se giró y volvió con la vista a su portátil. Jimin frunció su boca, no iba a hablar, no cuando su escritor favorito podía ser crítico.
Por obviedad Jimin no tardó mucho en leer y releer los 3 capítulos que el alfa le había otorgado, en total ya llevaba 7 capítulos leídos de la Saga, la cual hasta ahora no tenía título, pero no preguntó, él quería simplemente esperar y no estar demasiado adelantado, ya era todo un privilegio el leer capítulos adelantado, el título... podía esperar por el. Por lo que no podía esperar era por algo de alimento, dejó de estar en el sillón y dijo en tonos bajos:—Tengo hambre—
Un bufido se escucho —Te habías tardado— Jimin arrugó su nariz y mostró su lengua —Se gentil por unos minutos y tráeme algo, con fruta estoy bien—
Jimin se comprometió a ir lo más lento posible, así los minutos se iban y él no tendría que ser gentil, pero termino haciendo lo contrario y puso lo ojos en blanco cuando le entregó a Min una taza de café y unas tostadas y, una manzana de postre. Bravo, está siendo super extra gentil.
—Atragantate—
—Gracias— Yoongi sonrió ladino, a veces el niño podía ser amable. A veces. —Nada mal, me refiero al café— amaba el café recien preparado, y su nariz se lo agradecia.
El omega, quien estaba de lo mas cómodo en la amplia cama de sabanas nuevas, le miró y asintió sin importancia —Papá es una excelente bebedor de café, así que cuando tenía ganas o podia le ofrecía una taza. Así que supongo que, aprendí—
—Entonces cuento contigo cada que quiera una taza de buen café—
—No lo creo, no soy sirvienta—
—¿Te recuerdo que soy Agust? Si no tengo café en mi sistema entonces, lamentablemente tendré que dejar de escribir—
Jimin le dio un sonoro mordisco a su tostada —¿Podrías dejar de amenazarme con eso? Se que no dejarías de escribir. Es tu vida— Más claro que el agua no podía haber sido, y a Yoongi se le atravesó una sonrisa en sus labios, el chico conocía bien la mente de un escritor. Él tenía una leve sospecha.
Estuvo por hablar pero un ruido se escuchó en el primer piso, se trataba del timbre y el omega salto de la cama —¡Yo iré!—
Yoongi tenía algo en mente, pero esperaba que no fuera lo que estaba pensando, porque, maldición, ¿ya no habían comprado comida? —Un delivery— confirmó estando en las escaleras, vio cómo el niño le pagaba con su dinero al repartidor de pizzas. Nota mental, no dejar su billetera por ahí.
Jimin se giró cerrando la puerta y caminando hacia la mesada de la cocina —No me mires así, es la cena—
—¿Y las tostadas que?— Yoongi resopló.
—¿Son el aperitivo?— Jimin se atrevió a reír un poco —¿Comerás o es demasiado chatarra para tu sistema?—
Min era un escritor no un fino hombre de costumbres elegantes, por ende tomó asiento frente a Jimin y lo acompaño a comer —Ya sabes otro dato de Agust, le gusta comer comida chatarra—
El omega bufo:—Información innecesaria— Además... es a Min Yoongi al que le gusta comer comida chatarra.
El contestador sonó:—Yoongi, hice lo que me pediste y tu reunión familiar quedó cancelada, no sabes lo que me costó convencer a tu mamá de que no se aparezca en tu casa. Me debes una Min, esa mujer me taladro la cabeza, y tus hermanos fueron difíciles de persuadir e insoportables. Pero ya sabes cual es mi opinión, solo habla con ellos y arregla las cosas. Oh! y otra cosa, ¿cómo estas Jiminnie? ¿ese tonto alfa te esta cuidando? Hoseok te manda saludos y dice que no te olvides de los supresores, y que normalmente los celos solo duran de dos a tres días. Taehyung, fuera—:Fin del mensaje.
No hablaron, Jimin solo masticaba la rebanada en su mano y Yoongi mostraba alivio en sus facciones. El que su familia no estuviera de fastidiosa era algo aliviante, luego le daría las gracias a Taehyung, además de ser un excelente editor el hombre se encargaba de algunos de sus asuntos privados.
—Escuchaste, ¿verdad? No olvides el medicamento por lo menos no los próximos días— Le dijo Yoongi tratando de volver a la antigua atmósfera relajada, que inoportuno había sido —Termine, lo que sobra guardalo en la heladera—
Jimin asintió limpiándose las manos y antes de que el alfa lo dejará totalmente solo, hablo:—No deberias tensarte por eso, que si tu situación familiar no es buena? No es asunto mío— Jimin dentro de todo podía lograr ser maduro, además lo que decía era verdad, no era asunto suyo. —Así que compórtate como el adulto que eres...— Y Jimin reaccionó —¿Cuántos años tienes? A decir verdad no hay mucha información sobre eso—. Puesto que en la web Agust figuraba ser un hombre de unos 38 años, y no, el no se veía tan adulto.
El alfa recordó como su editor tuvo la brillante idea de sumarle años ya que tal vez al ser un joven escritor no lo tomaran en cuenta —Morirás con la intriga— y dejó al omega solo.
Jimin ladeo su boca sin sonrisa, ese alfa era un estúpido, facilmente podria ir -cuando el alfa no se encontrara- a su habitación y buscar su identificación —Tonto alfa—
.
.
.
Al día siguiente las nubes se abrieron paso para dejar ver el radiante sol, el alfa gruño por ello y se recordó el no volver a dejar las persianas abiertas, cosa que seguiría pasando al olvidarse. Trono los huesos de su cuello y salió de la cama dirigiéndose directamente hacia el cuarto de baño, si bien recordaba hoy tenía una reunión para fijar un acuerdo con respecto a la fecha que dará aviso de su nuevo proyecto. Simplemente les gustaba crear impaciencia en el público, lo cual Yoongi veía innecesario ya que no importa si dan aviso o no, sus fanáticos ya estaban impacientes desde el momento en el que su anterior libro terminó; Y por esa razón se negaría personalmente a toda esa innecesaria "estrategia".
Una vez vestido de manera sencilla pero formal, decidió informarle al omega que estaria fuera de casa por unas dos horas. Esta vez no llamó a la puerta, simplemente giró la perilla para darse cuenta que había sido asegurada, claro, el niño ocultaba algo ahí dentro. No le quedó de otra que tocar, y tocó varias veces dándose cuenta que el omega era también de sueño pesado.
—Como sea— Dejo atrás el hombre civilizado que no era y pateó la puerta con la punta de su zapato. —Ya despierta y abre la puerta— Gruñó, y por fin. La puerta se abrió mostrando a un malhumorado Jimin.
—¿Qué?— su voz era áspera —¿Siquiera sabes la hora que es?— Eran exactamente las 12 del medio día, pero despertar en ese horario cuando se trataba de vacaciones estaba muy mal.
—Demasiado temprano para que discutamos, solo te informo que saldré y por lo tanto tu mantente encerrado. Eso es todo—
Jimin estuvo a punto de cerrarle la puerta en la cara y volver a dormir unas horas más, pero pregunto:—¿Y si quiero salir, qué?—
—Nada de salidas—
A Jimin no le gusto como sonó eso, pero bueno, estaba siendo incoherente gracias al sueño —Yo... tengo ganas de dar una caminata ahora mismo—
El alfa se reprendió internamente, debió dejarlo dormir porque hubiera sido seguro de que cuando él volviera el chico seguía intacto en su cama —Solo mantente quieto hasta que regrese, no vayas a la terraza, no le lances por las ventanas y no hagas nada ¡Maldición, solo has lo que te digo!—
—Aburrido...— Jimin le cerró la puerta en la cara y sus ojos volvieron a cerrarse.
Yoongi no estaba seguro de que poder seguir de niñera... cuidar de un adolescente era mucho peor que tener que lidiar con un niño de menor edad.
—Vamos Min, nos esperan— Taehyung fue el que habló desde su vehículo —¿Otra vez te desvelaste?—
—Como siempre—
—Descansa un poco quieres? Podría ser malo para tu salud, pero hey, sabes lo que sería bueno?—
—No me interesa— Si, su voz sonaba desinteresada.
—Salgamos por algo de alcohol, como solíamos hacerlo—
Yoongi se negó por supuesto que lo hizo —Soy niñera ahora— gruñó —Además, no me interesa— Repitió.
—Vamos amigo, Hobi nos acompañará—
—Solo me das otro motivo para negarme, no quiero verlos ser cariñosos entre ustedes. Y te lo vuelvo a repetir, cuido a un niño el tiempo completo. ¿Te suena el nombre, Jimin?—. Taehyung rió —¿Qué es gracioso?—
—El puede venir—
—Taehyung, por el bien de tu hijo estero que no estés pensando ser padre aun. Jimin es menor de edad y por ende no puede beber alcohol, y tampoco puede ir a un bar—. Si, Taehyung pensó que aquello sonaba coherente. —¿Cuáles fueron exactamente las palabras que usó mi madre?— Yoongi le preguntó luego de unos segundos.
—"Solo quiero que volvamos a ser la familia que éramos"- Fue lo que dijo en medio de gritos, supongo que la boda la tiene un tanto alterada—
—Si espera que esté en la boda, debe de estar bromeando— Habló manteniendo su vista en el exterior. Estaban cerca de la editorial. —Todavía no puedo perdonarla...—
No hubieron más palabras, y el auto se estaciono cuando estuvieron en la editorial.
La reunión fue como Yoongi lo había previsto, los hombres a su delante discutiendo tratando de hacerle cambiar de opinión, pero él no lo hizo ni hará. Y tuvieron que aceptar si es que querían todavia tener al exitoso Agust trabajando en esa editorial. WING'sBook no sería reconocido si él no estuviera, así que si, tenían que aceptar las condiciones u opiniones del mejor escritor en los últimos tiempos.
—¿Cómo te está yendo con el pequeño omega?—. Ahora mismo ellos se encontraban saliendo del edificio para llegar al vehículo. —Por tu expresión al parecer te la esta poniendo dificil—
—En un dolor en la entrepierna— Fue su mejor manera para expresarse.
—¿En qué sentido?— Taehyung movió las cejas de manera sugerente.
Tal vez no había sido su mejor manera de expresarse, Yoongi puso los ojos en blanco —Sabes a lo que me refieron, es como cuidar a un niño de nueve años— Pero algunas escenas de ayer por la tarde noche vinieron a su mente, ellos había podido entablar una conversación bastante sofisticada, sin gritos e insultos inmaduros de por medio.
—Dale tiempo a que se adapte, también tú—
Yoongi negó —Adaptarme a él, y que él se adapte a mi, no creo sea posible— "A menos que le siga dando de leer nuevos capítulo" pensó.
... Lamentablemente Taehyung no pudo pasar a saludar a Jimin por el apuro con el que tuvo que irse al haber recibido una llamada de su pareja, no se noto ser una llama urgente y no lo era, simplemente Hoseok tenia el día libre y bien, quería a su alfa a su lado.
Yoongi por su lado agradeció esa llamada, Taehyung estaba muy energético hoy y él no estaba con ánimos de tener que aguantarlo. Ingreso la llave en la puerta principal e ingreso a la casa. Silencioso. Muy silencioso. Cabía una posibilidad de que el omega se hubiera despabilado y haya salido de casa aun siendo advertido que no lo hiciese, pero de alguna forma Min descartó aquello, el omega no se veía con ganas de querer dar pasos cuando él dejó la casa.
—Abre la puerta— Tenía que asegurarse y sonrió a escuchar un objeto se lanzado a la puerta. Él todavía estaba en cama.
De alguna forma hasta llegaba a ser gracioso el cómo tenían cosas en común; Ambos dormían como si estuvieran en hibernación, ambos creaban obras, ambos tenían pasión por el arte de la lectura y escritura, ambos se desvelaban creando aquello. A ellos les gustaba la comida chatarra. Compartían también su mal genio. Tal vez en un futuro no muy lejano compartieran muchas más cosas.