Pt. 5

3550 Words
Era un tanto extraño que Min Yoongi, alias Agust, despertara en medio de una tormentosa noche. Pero era mucho mas extraño que despertara por sentir un aroma; Aroma que sutilmente se colaba por sus fosas nasales, era un tanto enloquecedor. Mierda, era extremadamente enloquecedor y lujurioso... ¿Quién o qué olería así de fuerte? Sus pensamientos dejaron de surgir y su mente se vio envuelta en un manto blanco, gracias a que su ingeniosa cabeza había dejado de funcionar y aquella acción, para nada buena, solía ocurrir cuando trataba de comenzar a escribir alguna nueva obra. Esto era diferente, esto era realmente demasiado diferente; No sabía la causa o razón de su estado, además se sentía mucho más perdido y totalmente desconcentrado. —¿Qué...- Su pregunta quedo a mitad del camino al sentir ese aroma de manera brutal, ¿no era demasiado? Y a él siquiera le gustaban las flores o cualquier tipo de plantación. Entonces... ¿Por qué ocurría esto? ¿Por qué sentía que ahora estaría a gusto recostandose en un gran campo llenas de ellas? —El mocoso dejo la ventana abierta.. eso es— Murmuró una posible explicacion. Y dejemos en claro que su habitación apestaba a esa fragancia primaveral, y afuera no podía oler mucho más de manera contradictoria, pues llovía como nunca y la tormenta solo tenia un olor, olor que no tenia comparacion con el aroma de la habitación o con alguna esencia perfumada. Enderezó su cuerpo sin poder reponer su compostura, vaya locura, locura que acabaría con un triste final ya que la culpa recaía en un pequeño "beta". Fue cuando lo vio, vio a Jimin retorciéndose sobre su sillón. Él lucía un tanto mucho incomodo y adolorido, además de que se escuchaban opacadas quejas o mas bien se podían decir que eran como gruñidos alargados y gemidos apagados. Otra cosa que Yoongi no dejó escapar, pues además de tener buen oído, él tenía una excelente vista. El pequeño "beta" tenia gotas de sudor en su frente, y era probable de que en todo su rostro y cuerpo, pero la gruesa sábana que lo respaldaba de la fría noche cubría su campo de visión de su anatomía. En ese momento las interrogativas de Min obtuvieron respuestas, claras respuestas. ¡Y carajo! asesinaria de la peor manera a Namjoon. -"¿Acaso él no había dicho que su hermano era un beta? Era obvio que el mocoso se estaba presentado, y de la mejor manera... no, eso no"- Gruñó fastidiado consigo mismo. Claramente no estaba pensando con claridad. No, él no pensaba. ¿Qué haría ahora?. El aroma ya lo tenía bastante acalorado y si no hacía algo para alejarse entonces se vería envuelto en una situación para nada agradable, bueno, agradable si por unas cuantas horas, pero luego eso se esfumaría al momento de retomar la cordura. —¿Q-qué... qué pasando?... ¡Hnm!— Su voz había sido como un canto, pensó Yoongi, pero las palabras de Jimin en realidad habían salido como jadeos dolorosos y nada musical. —D-duele... ¡Mierda!— Que se esté presentado no quiere decir que su vocabulario debería de mejorar, vamos, ¿acaso hay reglas sobre eso?. —¡Hace calor!— Rápidamente la sábana que lo cubría quedó totalmente en el piso —Ugh...— Su vista era un tanto borrosa y su respiración era acelerada, necesitaba un alivio y rápido. No sabía lo que ocurría. Maldición, ¿tenía una fuerte fiebre? Yoongi se empezó a contagiar también, su cuerpo entraba en un peligroso calor que amenazaba con seguir subiendo de manera peligrosa para el niño y su respiración se volvió mucho más pesada. Se relamió los labios, él no dejó de observar al menor y se maldecía por ello. ¿¡En qué estaba pensando!? ¡Locuras! —¿¡No habías dicho que eras un beta!?— Gritó, gruñó Yoongi dejando de estar en la cama con el pensamiento de salir de la habitación y alejarse del aroma del omega, porque sí, ese dulce y atrayente aroma era característico de un Omega... lo llamaba descaradamente. Jimin miró confuso, encontrándose con el alfa paralizado frente a la puerta —¡L-lo soy! ¡Ah!— Gimió en respuesta. Y ¿Qué acaso el maldito dolor no le alcanzaba para cerrar la boca? Al menos podía dejar de ser tan altanero. Pero vamos, se trataba de Jimin, el niño no cambiaría tan fácilmente; Su personalidad ya estaba estancada. —¡No eres un beta! ¡Eres un omega y ahora mismo estás presentándote!— Yoongi cubrió su boca así también su nariz pensando que aquello funcionaria para impedir que el atrayente aroma primaveral siguiera colándose, y no, no funcionaba en lo absoluto. Estaba enloqueciendo, y así sus sonrojadas mejillas lo confirmaban. Jimin cerró fuertemente sus ojos, estaba en un estado mucho peor que el escritor pues él era el que estaba teniendo su primer celo. ¡Maldición, se estaba presentando! ¿Acaso era posible? si, lo era. Él no se había presentado aún, pero nunca pensó que sería un omega, él no quería ser uno. Con ser beta se conformaba, estaba feliz siendo uno. Él no quería esto, lo odiaba y le estaba doliendo mucho, además de que la sensación de calor lo estaba quemando y la sensación incómoda en su cuerpo era molesta. Necesitaba liberarse o que lo liberasen. ¿Así se sentía entrar en celo? había escuchado alguna que otra historia sobre eso, pero nunca pensó que fuera verdad ya que no creyó que fuera así de intenso. ¡Ellos no exageraban! Y cuando pensó que no podía ser peor, sintió un líquido viscoso bajar por sus glúteos. Él estaba realmente jodido. Jimin cambió su posición sin darse cuenta al estar removiendose en su lugar, sus cristalinos ojos vieron por un momento el techo para luego capturar la figura de Yoongi acercándose; Se alarmó, pero en el fondo quería tenerlo sobre su cuerpo, quería que... —¡N-no! Agh! ah.. n-no te a-acerques...— Su omega, su cuerpo lo deseaba, deseaba las pálidas y escuálidas manos de Yoongi sobre su piel, pero su lado -todavía- razonable le decía que era una mala idea; Además! él odiaba a Min Yoongi. ¿Por qué no podía ser Agust el que lo toque? ¡Mierda, era muy confuso. Ellos eran la misma persona! Yoongi gruñó, su labio superior se elevó dejando ver ese blanco y peligroso colmillo -"¿Por qué le gruñia?"- Se había escuchado tan bien, pensó Jimin tragando saliva. De manera inconsciente su espalda se curvó y sus piernas temblorosas de a poco se separaban. ¿Contenerse o no? esa era la cuestión en este momento, Yoongi quería enterrar sus colmillos en el cuello contrario luego de haberle ayudado con su lujurioso dolor, pero aun le quedaba razonamiento. Sabía que estaba mal, él y Jimin no estaban y no tenían buenos términos lo cual luego complicaría aún más su no tan amigable relación, además, no solo podía "v****r" al hermano menor de su mejor amigo. Digamos que hacer aquello no era de buen amigo. El pecho de Yoongi subía y bajaba con pesadez, su respiración chocaba directamente con la respiración contraria, la cercanía era peligrosa y así también el pequeño que lentamente elevaba sus brazos hasta que sus manos dieran con los hombros del mayor. Min soltó un bufido alejándose ferozmente de Jimin, y pudo sentir el dolor que el omega había sentido por su repentina acción pues llegó a escuchar un gruñido lastimero. No había que culpar al niño, él solo estaba actuando por naturaleza. Y su naturaleza ahora le pedía, rogaba, por un alivio y el que se lo podía dar era el único alfa en toda la casa. Min Yoongi. Aunque lo odie. —Y-yoon..gi... Mnh!— Abrió sus ojos y abrazó su cuerpo dándose cuenta que estaba empapado en sudor —¡N-no.. me.. to.. ques.. Ah! ¡Te, uhm necesito!— Estaba en una situación difícil en donde tanto la coherencia y el razonamiento no hacían acto de presencia ni por un segundo. Min no lo pudo soportar mucho más tiempo, hizo lo que tuvo que haber hecho desde el principio, desde que percibió el delicioso aroma floral. Giró la perilla de la puerta de su habitación y abandonó el lugar para hacer una urgente y rápida llamada a una persona con conocimientos y en un mejor estado que el de él. —¡Taehyung, quiero que vengas a mi casa, ahora mismo!— le gritó apenas pudo escuchar un balbuceo en la otra línea. Taehyung tenía en su poder, no tan así, a un omega, a su pareja, así que Yoongi supuso que el chico podía ser de ayuda un vez en la vida. Eso no era verdad, Taehyung era un alfa muy eficiente. —Soy Hoseok, Tae-tae está durmiendo ahora...— Sonaba increíblemente soñoliento. —¿Tae-tae es el apodo de ese chico?— El alfa sonrió ladino, su expresión desapareció cuando volvió al tema principal, tema que lo hacía sudar —Despiertalo, es algo urgente— Limpió las numerosas gotas de su frente. Hoseok alejó a un poco el móvil de su novio de su oreja —¿Y eres...?— —Yoongi, Min Yoongi— Hoseok asintió cerrando sus ojos, ese nombre lo había escuchado. Tal vez Taehyung se lo había mencionado... Removió a su pareja que tenía al lado y logró despertarlo, además de que el editor no tenía el sueño pensado ni nada. Hoseok le explico porque lo despertó y este tomó su celular. —¿Qué ocurre Yoongi? ¿sabes la hora que es?— El chico pasó su mano por su rostro. —Ven a mi casa— —Ehm.. ¿no?— Yoongi gruño, se estaba enfadando ¿qué tanto le costaba venir a su casa? Tal vez el hecho de que se tratara de las 4 de la madrugada y que llovía a cántaros sean las causas. —Jimin, el niño que cayó de mi terraza, ¿lo recuerdas?— —Uh, si.. ¿qué pasa con él?— Yoongi abrió la boca pero no dijo nada al escuchar un sonido sordo en su habitación, había sido Jimin al caer del sillón. Ahora si hablo:—Él se está presentando y teniendo su primer celo ¿entiendes?— Si, Taehyung entendía, pero ¿y eso a él qué? —Ajá...— —Te necesito aquí para que se calme, no se mierda, en mi estado no puedo hacer mucho— Taehyung suspiró mostrando sonrisa, ahora podía entender qué es lo que su "jefe" quería de su persona —Voy yendo, tú... solo esperame fuera de la casa— Yoongi frunció aún más su ceño, estaba lloviendo —¿El cielo se esta yendo a la mierda y me pides salir?— —Sí, y en ese caso es mejor, así el aroma de Jimin no te afectará... aún más. Trata de calmarte, si? y espérame donde te dije— Increible, empapaba sus ropas por culpa del diablillo en su habitación. Pero si con aquello dejaba de sentir esas ganas inmensas de morder al omega, entonces valía la pena estar bajo la las grandes gotas de lluvia y el frío invernal.  Yoongi no era nuevo en esto, el por supuesto tenía idea cómo lidiar con un celo de un omega; Era... conocimiento básico para toda persona y mucho más para un escritor como él, varios de sus trabajos se basaban en Alfas y Omegas. Pero, no nunca había sido espectador en primera persona de un primer celo, además de que se encontraba bastante afecto como para pensar en las instrucciones a seguir. Lo unico que podia hacer por ahora era escuchar y obedecer a su amigo por el solo hecho de no querer cometer alguna estupidez con el omega. Los pasos del alfa fueron casi sufridos y rígidos, cada paso que daba hacia la puerta principal era alejarse del omega que se jadeaba por su presencia, por su cuerpo. —Lo echaré luego de esto..— gruñó al abrir la puerta. Sus palabras no iban en serio, él solo no podía echar a la calle al niño porque no sería de amigos, y no quería tener a la familia Park sobre su adinerada persona. En cuanto esperaba a Taehyung, había dejado su cuerpo reposar en las gradas de su entrada. Las gotas lo reciben con brazos abiertos y Yoongi con no todo el gusto del mundo de igual manera. Al menos su calor se redució a la nada, el frío lograba su objetivo; Aunque todavía podía sentir el cosquilleo en su interior. En la habitación del alfa se encontraba sufriendo el pequeño omega; Su cuerpo temblaba y se tambaleaba al tratar de ponerse de pie e ir a la cama del mayor, percibía ahí la esencia de Yoongi. ¿Désde cuándo su olor tomó importancia? oh, sí, su celo. Lo maldijo, al alfa y a él mismo por asumir que sería un beta, si solo había sido más precavido había podido evitar su vergonzosa actualidad, algo así como tener medicamentos listos para aligerar el calor. "Quiero estar con él"... fue como un ronroneo que salió de su garganta, rogaba por ser escuchado. —Omega... s-soy un... débil o-omega..— Entre todos esos sentimientos combinados, se encontraba la irritación. Nunca espero ser un omega, serlo solo trae problemas. ...Para la suerte de Yoongi y alivio de Jimin, Taehyung llegó con su pareja a la casa con medicamentos que ayudarían al omega a disminuir su dolor y calor; Se trataban de inhibidores. No hubo tiempo de presentaciones, Hoseok como omega entendía por lo que estaba pasando el niño desconocido físicamente, porque Taehyung se había encargado de mencionarlo días atrás. El omega con medicamento en mano ingreso a la habitación y fue gratamente recibido con un agradable aroma floral, pero dentro de esos olores una se destacaba por preferitismo personal. Y por supuesto no le afectaba en lo absoluto solo le hizo sonreír por lo bien que olía. Jimin olfateó y se percató que ese no era el aroma que esperaba, le gustaba la canela, pero en estos momentos solo le hacía fruncir su nariz deseando no olfatear mas. Necesitaba más de otro aroma... "Moras.. menta y pinos..." Él quería de esas fragancias, más de ese aroma —V-vete...— pidió jadeante. Hoseok negó y rodeó la cama para poder tener cara a cara al pequeño omega, cuando lo logró le sonrió para tratar de no asustarlo. —No te preocupes no te haré nada, soy un omega también— Volvió a sonreír, Jimin aun miraba con desconfianza. Él quería al alfa, no aún desconocido tratando de hacer quien sabe que. —Te voy a ayudar, si?. Mira— Le mostró una pastilla blanca —Debes de tomar el medicamento, es un supresor del celo. Ayudará a aliviar el calor— Explicó con amabilidad. Jimin estaba casi enloqueciendo, al diablo si se trataba de un desconocido que trataba de envenenarlo, solo queria que su cuerpo dejara de doler y dejar de sentir aquel viscoso líquido salir en abundancia por su intimidad trasera. Y sobre todo, quería dejar de pensar que su único alivio era Min Yoongi. La pastilla fue ingerida, no con rapidez pues tardo en alcanzar el medicamento redondo de las manos desconocidas. Hoseok lo ayudó al ofrecerle un vaso con agua, el cual Jimin bebió hasta la última gota. Estaba sediento. Pasaron minutos, varios minutos para que Jimin pudiera sentir el efecto de la pastilla supresora. Ahora se encontraba menos mareado y su racionalidad volvía de a poco, sus pensamientos anteriores lo golpearon con mal estar pues habia pensado en Min Yoongi de esa manera, ¡En Min Yoongi, como su alfa!. Gruñó con molestia, y negó llegando a una sola y cuerda conclusión, que solo había sido por el celo, por su primer maldito celo. Hoseok no había dejado la habitación, lo acompañó hasta que se tranquilizara y cuando lo vio volviendo en si, le hablo —¿Jimin, verdad?—. El omega giró su cabeza, y ahí lo vio, ¿quién era y cuándo entró? aun así asintió a la pregunta echa. —Taehyung.. uh, mi pareja— Jimin hizo memoria, si, sabia quien era Taehyung ¿el editor de Yoongi, no? volvió a asentir —Soy la pareja de Tae. Yoongi lo llamo porque no sabia que hacer, y él como es alfa no podía ayudarte, así que yo me ofrecí a darte los medicamentos— Explicó. Así que... ¿Min Yoongi había actuado como un cobarde y lo había dejado en manos ajenas? Algo así, Jimin podía ser un tanto duro al pensar así, pero bien el alfa pudo al menos haber ido por los medicamentos y dárselos sin ningún problema. No era tan así, Yoongi realmente había estado asustado. —¿Te sientes mejor?— —Si, gracias...— —Soy Jung Hoseok, encantado de conocerte... y uh, ¿no crees que es una manera extraña de conocer a alguien?— Rió un poco. Hoseok no era un chico para nada timido, si tenía que interactuar con alguien lo hacía por mas desconocido que sea. Pero si ese alguien era desagradable entonces actuaría de la misma desagradable manera o peor, usaría otras palabras, ofensivas palabras. Si, bien, así había conocido a Taehyung; Era historia para otro día. —Si.. un poco, Park Jimin, soy Park Jimin— En cambio Jimin solía ser cauteloso a la hora de conocer nuevas personas. Digamos que no era muy sociable. Su mejor amigo era un lápiz rojo que su abuela le había regalado en su cumpleaños número 15. Había un tema que Jimin estaba dejando de lado, y el cual recordó haciéndole exaltarse —Soy un omega.. no soy un beta, ¡Soy un omega!— Lloriqueo, si lloriqueo porque de ahora en adelante su vida seria problemática. Él tenía conocimiento de las jerarquías, y los omegas se llevaban el peor de los tratos. Tenían tantos defectos a su parecer. —¿Por qué....? yo era feliz siendo beta— Hoseok en el fondo entiende la decepción del niño, ser omega era difícil, —No deberias pensar mucho en eso... será duro, pero se puede seguir adelante— Jimin lo seguía mirando con desconfianza, frunciendo su ceño —No entiendes nada, ¿por qué no te vas? Omega estúpido— El primer celo y el presentarse como omega al parecer había sido un puñal de doble filo, demasiado como para que pudiera soportar. Estaba decepcionado, enojado e irritado. El omega mayor se vio sorprendido, el niño tenía cara angelical pero su personalidad era contraria, además de que también se contradecía con respecto a la personalidad de un omega. Pero, Hoseok no era consciente de que él tampoco actuaba totalmente como un omega delicado y amable. Jimin suspiró y dejó de mirarlo, ese chico no tenía la culpa de su enfado —¿Podrías irte? Quiero estar solo— Le dijo sin apartar sus ojos del techo. El mayor asintió, se puso de pie y se despidió. Ahora Jimin necesitaba pensar que haria y como actuaría de ahora en adelante -"¿Qué haría y cómo actuaría?"- Volvió a preguntarse, ¿por qué tenía que cambiar algo en su vida?. Era estúpido el solo pensarlo, bien, ahora él no era un beta pero seguiría actuando como uno. En pocas palabras: Sería él mismo. Mientras Jimin seguía inmerso en sus pensamiento, abajo en el la cocina estaban Taehyung y Hoseok bebiendo chocolate caliente, y Yoongi cubierto de mantas bebiendo café. Los tres conversando, o mejor dicho, dos de ellos explicando a Yoongi que hacer cuando el omega tenga sus celos. Cosa que ya sabía pero al parecer las dos personas frente suyo estaban estúpidamente convencidos de que necesitaba de un extricto recordatorio. No era difícil, vamos, solo tenía que darle los medicamentos al niño y que él se ocupará de controlar su calor. Fácil, porque él no se volvería a hacer cargo. No era su responsabilidad, ¿bien?.. —Está a tu cuidado, y todavía es menor de edad, es tu responsabilidad Yoongi— Taehyung sonaba serio, pues su "jefe" no podía ser tan desalmado con el pequeño Jimin. —Gracias por la ayuda, ahora se pueden ir— Trató de mostrarles una sonrisa, no, fue una mueca lo que les dedico. Hoseok tranquilizó a su pareja y le dijo que era lo mejor el irse ya que el omega estaba controlado, además tenía sueño y mañana por la mañana debía de ir a trabajar. Pero antes de salir por la puerta principal, le dijo una cuantas palabras a Min, —Jimin necesitará que tus cuidados, porque él se puede olvidar de tomar los supresores, así que tú serás amable y se lo recordarás— Sonrió, Yoongi temió por esa sonrisa —De lo contrario le dire a Tae-tae que deje de ser tu editor, espero entiendas las consecuencias de ello. Eso es todo, adios Yoongi, fue un placer conocerte— Y salió junto a su novio. --"¿Qué fue lo que le dijiste Hobi?"-- --"Nada, solo que fue un placer conocerlo y le felicité por lo buen escritor que es"-- Los murmullos se apagaron al cerrarse la puerta principal. Yoongi bufó atónito, ese tal Hoseok sabia como amenazarlo, ya que no confiaba en otro que no sea Taehyung como su editor, aunque no lo reconozca. Tomó su cabeza entre sus manos frustrado por el hecho de que tenía que cuidar aún más al niño, y lo peor de todo era de que se trataba de un omega. ¡Un Omega! y simplemente un alfa y un omega no podían convivir en la misma casa, y mucho menos ellos dos solos. Pronto Yoongi se vio dejando sus agobiantes pensamientos de lado al irse nuevamente la luz, claramente la tormenta tenía cierta culpa. De un sorbo término el contenido amargo de su taza y se acercó al sillón del living, hoy dormiría ahí, por mas que no quisiese él no se arriesgaría a subir e ir a su habitación, no con Jimin ahí adentro apestando a primavera. —Flores...— murmuró —Las detesto— De cierto modo sus palabras no tenían validez, sonaban a mentiras y él tal vez esté consciente de aquello. Era extraño como un simple aroma podía hacerlo dudar y ponerle los nervios a flor de piel. Quiso reírse por la gran broma. Nuevamente se escuchó un frustrado bufido de parte del alfa mientras la casa era iluminada por los estruendosos relámpagos de la fría tormenta. "Jimin no sentía miedo, los truenos no lo asustaban ahora que se encontraba en aquel bosque de pinos, rodeado de cientos de arbustos de moras y con el frío viento fresco gracias a la menta". Las sabanas lo resguardaban del frío, sus sueños lo tranquilizaban. "Yoongi nunca antes había pensado estar en ese inmenso campo colorido". Hacía frío, pero su sueño era cálido...
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