—Jean— Llamó Jimin recostado de panza en la cama de su vecino —Alcánzame eso— apuntó con su mano libre una hoja en el piso alfombrado.
—Es Jungkook, no Jean— Le aclaró casi gruñendo, pero hizo lo pedido.
El omega puso los ojos en blanco diciéndole:—Me gusta más Jean, si, te llamare así— Solo el lápiz color gris y fue por el color rojo —Si no te molesta, claro— Totalmente concentrado en lo que hacía.
—Me molesta— volvió a gruñir el pelinegro.
—Ajá.. no me importa, te llamaré Jean. ¡Listo, termine!— En un rápido movimiento él ya estaba de rodillas sobre el colchón admirando su arte, su nuevo amigo alfa quiso echarle un vistazo haciendo oídos sordos a lo anterior, algo le decía que no podía contra el omega artista. —Hey, no— Jimin cubrió los ojos de Jean.. de Jungkook, deformandolo ya que aplastó su cara hacia un lado —Soy el único, por ahora, que pude ver lo que creo ¿bien?—
Jungkook frunciendo la nariz resoplo y lo dejó estar, el niño era extraño. Cambiando de tema, preguntó:—No deberias ya de volver— Vió a través de la ventana —Ya van dos días que te ocultas en mi casa, en mi habitación y la verdad quiero volver a dormir en mi cama— Aunque también estaba extrañado el como nadie reclamó por el niño, como el alfa de su vecino no busco por él.
Jimin ensombreció su mirada —¿Así tratas a tus mejores amigos? Puf, mal amigo— Acomodó las hojas regadas por toda la cama.
—¿Mejores amigos?..— Preguntó al aire —Nosotros siquiera nos conocemos— Se dirigió al niño.
—Se que eres Jean Ki, mi vecino alfa, eso es suficiente para mi. Tú también sabes mi nombre— Se encogió de hombros —Y sabes que dibujo, y yo que tú... tú, ehm. ¿Qué haces tú?— Ladeó su cabeza.
—¡Lo ves!— Apuntó acusador con su índice —Deja de decirme Jean Ki, y yo no hago nada— También se encogió de hombros.
—¿Ahora lo ves tu? No se nada de ti porque no haces nada— Lógico, muy lógico.
Suspirando rendido Kook, volvió a preguntar —¿Por qué el alfa que está a tu cuidado no esta buscandote?—
—Uh?— Jimin lo miró por medio segundo y volvió a tomar un lápiz diferente —Él debe pensar que aun estoy encerrado en mi habitación— Dijo simple y con una actitud de no importarle —Necesita más gris..— murmuró.
Y bien, el escritor exactamente pensaba eso. Yoongi simplemente lo dejo estar, si el mocoso no quería salir de su habitación mejor para él, pues su molesta e inmadura presencia no le seria un fastidio por un tiempo, un descanso del omega era lo que necesitaba.
Aun así... ¿no el mocoso estaba muy callado?. Dos días sin escuchar quejas, órdenes y reclamos; Y sobre todos de no oler aquellos aromas florales.
Dejo salir un sonoro bufido —Algún día saldrá— Le resto totalmente importancia, ya que menos ruido mejor ¿no?. En sonrisa sorbió de su taza caliente de café y caminó nuevamente hacia su habitación, tenía varias ideas en mente y fácilmente podía trasladarlas a párrafos y diálogos.
...No fue hasta el otro día que el escritor lo noto, algo faltaba y bien supo el que, sus cuadros. ¿Qué mierda había pasado con ellos? Si bien recuerda en su pared colgaban más de siete cuadros, uh.. para ser exactos, eran seis cuadros horribles de arte abstracto. Aunque, aun así no sintió tanta rabia al no verlos en su lugar, no habia algun apego emocional y mucho menos sentimental, además de que el dinero que había pagado por ellos había sido realmente bajo; Pero, ¿dónde estaban?. No lo pensó mucho realmente, alguna sospecha tenia, algo le decía que el nombre del culpable comenzaba con mocoso y terminaba en Jimin. El mocoso de Jimin, claro. El niño simplemente terminaría por sacarle canas en su corta edad.
—Mocoso abre la puerta— Habló una vez estando frente a la puerta de la ahora habitación del omega. No hubo respuesta. Puso los ojos en blanco y comenzó con su discurso de disculpas un tanto poco sincero pues el tener paciencia no era lo suyo y Jimin lo había sobrepasado —Me disculpo por obligarte a ir a tu habitación, estuvo mal de mi parte, pero en parte fue tu culpa también. Si solo dejaras de ser tan inf- Acalló sus palabras, se estaba yendo de tema —Solo deja ya de estar encerrado y te daré a leer más capítulos recien escritos— La arruga en su entrecejo se visualizo mucho más. Él no nació para ser niñera.
Seguía sin haber respuesta o algun ruido de vida, simplemente nada ni nadie pareciera respirar ahí dentro. Yoongi no quiso sacar conclusiones apresuradas, pero algo le decía que estaba en lo correcto en pensar que.. Abrió la puerta. —Por supuesto— El omega no estaba ahí, el omega no estaba en su casa.
El alfa no entro en panico, el panico era innecesario y no te hacia pensar con claridad y razonamiento. Simplemente ingresó a la habitación y revisó el armario, extraño, ahí todavía había ropa; De hecho, podía decir que estaba toda la ropa del mocoso. Aun así lo sabia, el omega escapó. Sonrió ladino con todavía el entrecejo fruncido, conociendo el paradero del niño.
El mocoso de Park era eso, un niño inmaduro y en ocasiones fácil de predecir, así que bien. El alfa dejó de estar de mirón en la habitación "ajena" y bajo hacía el primer piso, escuchado el ruido de la cafetera. Perfecto, un café amargo ahora mismo le vendría muy bien. Tomó asiento en su sillón y encendió el televisor, solo para encontrarse con programación mediocre y aburrida, claro hasta que dio con alguna pelicula de fantasia, no era que fuera fanático de ellas pero simplemente era un género que al menos lograba llamar algo de su atención.
—Sirenas...— murmuró muy por lo bajo.
Un tiempo después, de que la película llegará a su fin, Min dejó de estar en su living y tomando otra taza de café salió de su casa, yendo directamente hacia la casa de su vecino. Tocó el timbre y una mujer, al parecer amigable, le saludo.
—Busco a su hijo—
La mujer asintió confusa —Enseguida lo llamó, pero.. ¿mi hijo le hizo algo, algun problema? Lo castigaré si es así— Una madre firme.
Yoongi sonrió ladino y negó —Todo lo contrario— Le estaba haciendo un gran favor.
—¡Jungkook!— ella gritó y un "Ya voy" se escuchó en respuesta desde el segundo piso. —¿Le gustaría tomar algo?—. Min negó mostrándole su taza de café, —Oh... lo siento, no lo note— Se rió de ella misma.
Jungkook hizo acto de presencia, bajando por las escaleras, preguntó:—¿Qué ocurre mamá?— Su campo de visión fue a parar en la entrada —Uh..— Se acercó hacia el alfa vecino, y su madre lo dejó con él. Empezó a hablar rápidamente —Él prácticamente no quiere irse de mi casa, yo n-
La sonrisa ladina del alfa escritor se visualizo mucho más, él lo sabía. —Entiendo, solo quería confirmar. Bien, está a tu cuidado ahora, hasta que el mocoso decida volver, o bien puede quedarse contigo hasta que su hermano regrese— ¿Soltó un bufido o risa? —Eso es todo— Y camino de regreso a su casa, y Jungkook solo se le quedo viendo con boca entreabierta.
—Cariño, ¿qué quería el vecino?—
Kook cerró la puerta y la miró —Mamá.. ¿mi amigo puede quedarse con nosotros por algun tiempo?—
—¿Qué?—
...
Min Yoongi no había sido mal amigo, todo lo contrario, según él el menor ahora si se encontraba en mejor compañia, y lo más importante, él podría volver a su monótona vida de escritor. Jimin estaba a salvo y molestando con su actitud a otras personas, y él nuevamente se encontraba en su rutinaria y solitaria vida. ¿No todos salían ganando?.
Pero de alguna forma el alfa terminaba pensándolo demasiado, seguía repitiéndose lo mismo una y otra vez, que el niño estaba en mejores manos y que solo se encontraba a nada de distancia, perfectamente podía vigilarlo. Oh vamos, no estaba siendo mal amigo ¿bien?. Nuevamente un suspiro, nuevamente un sorbo corto a su café, que estaba excesivamente amargo, demasiado; y nuevamente fue consciente de sus dedos inquietos, haciéndolos resonar sobre su impecable escritorio caoba mientras su vista permanecía fija en la pantalla de su portátil. Viendo casi sin parpadear el puntero tintilar de manera irritantemente molesta.
Algo picaba en él, algo lo carcomía inconscientemente. Él sabía que era ese algo. Lo dejo pasar.
Fueron en total unas dos horas las que pasaron luego, Yoongi abrió los ojos luego de una tranquila siesta. Su celular resonaba a su izquierda y él con su mal humor, preguntó:—¿Qué?—
—Uy, mal día, eh?—. Su editor..
—Para nada, solo acabo de despertar— De manera lenta dejó su cama y caminó hacia su ventana, observando la casa del al frente. Él claramente no podía visualizar nada, pues primeramente no estaba muy seguro de cuál sería la ventana correcta, es decir, la ventana del mocoso de su vecino, además que todas pertenecían con las cortinas cerradas.
—Solo quiero recordarte que tienes hermanos, y ellos, bueno... ¿quieren unir la familia?— Taehyung no estaba muy seguro; él simplemente había recibido un llamado apresurado de unos de los hermanos de su jefe. Y bien, el chico le había hablado de manera realmente caótica y apresurada, a lo cual solo llegó a escuchar palabras sueltas como -Familia- -Problemas- -Union-. En fin, el alfa editor hizo lo posible para descifrar el mensaje.
Min quedo en silencio por unos segundos, quiso reír, lo hizo amargamente. ¿Sus hermanos seguían queriendo qué?. Su relación ya hace bastante tiempo se había disuelto.
—Solo dejalos estar, se olvidar con el tiempo— Dejó de observar y camino fuera de la habitación —¿Alguna otra cosa que sí sea realmente importante?— Bajó por las escaleras.
—Nada— Se escuchó un suspiro —¿Cómo vas con Jimin? ¿El omega te sigue sacando canas?— Rió leve.
Yoongi se frenó por un momento.. Omega, tal vez ese pequeño dato se le había olvidado momentáneamente. Pero, bien, ¿el niño al menos había llevado los supresores, verdad?. Chasqueo su lengua, el mocoso era un despistado, era de esos que confundía medicamentos con caramelos dulces.
—Él está bien— "Por ahora"... su inconsciente definitivamente no estaba de su lado.
—Eso es bueno, entonces cuida de él y de ti, hasta luego—
Yoongi no pudo evitar bufar en sonrisa al escuchar una voz de fondo del otro lado de la línea, el omega de su amigo editor lo llamaba con ese apodo suyo y de manera romántica-cariñosa. Una pareja feliz. Él no necesitaba eso. El romanticismo sólo podía existir en su vida por medio de su escritura, vivirlo no ocurriría.
La llamada se terminó, fue hasta ese momento donde pudo ver cuán solo se encontraba; Su casa no era una mansión, era una común y corriente con proporciones normales, ubicada en un vecindario tranquilo y sin nada de fama. Esa tranquilidad ahora mismo se notaba mucho más y de manera terriblemente desolada. Hasta se animaban a pensar que era aburrida, su vida..
—En que estas pensando, Min— Se dijo así mismo, él no podía estar pensando de esa manera, ya hace bastante tiempo que se había encontrado en esas condiciones. La soledad era lo suyo, la necesitaba para sentirse con libertad y creatividad. Así funcionaba él.
Un llamado le interrumpió. Volvió en sí, dándose cuenta que se encontraba de pie en medio de su living ¿Cuándo llegó ahí? ¿Y por qué no se había movido hacía la cocina como era lo pensado? No le dio más vueltas, atendiendo el teléfono, preguntó:—¿Quién?—
—Namjoon—. Su amigo, perfecto. —Llamó para saber cómo está yendo todo, ¿cómo está mi hermano? ¿ya tienes canas?—. Al parecer todos tenían en claro la actitud del niño. Yoongi sonrió.
—Está bien, y estas en lo correcto, me esta sacando canas..—
—Lo supuse, pásame con él, aunque no lo creas, extraño a mi hermano—
Yoongi borró todo gesto de su rostro, ¿Namjoon lo mataría si le dijera que el enano ahora estaba en casa vecina, siendo cuidado por ellos? Lo más seguro sería que.. Por supuesto que si, el alfa había confiado en él y, ¿qué fue lo que hizo? Usó su voz de mando con él y éste escapó tontamente a la casa de enfrente.
—Él está encerrado en su habitación, ya sabes, imposible de sacarlo—. Escuchó la risa de Namjoon.
—No te preocupes, él querrá hablar conmigo y saber cuando lo sacaré de ahí o gritarme algun que otro reclamo; estoy seguro de que a él también le estan saliendo canas— Otra vez rió.
Uh... el alfa se vio en problemas, no en pánico, él no caería en ello. No era de él. —Lo intentare— Dejó el teléfono y salió de la casa, cruzándose al frente y tocando sin sutileza el timbre, nuevamente la mujer le atendió —Necesito al mocoso, digo, busco a Jimin— No había sonrisa en su rostro, y a la mujer le pareció sospechosa su actitud.
—Joven, ¿quién es usted? Se que es nuestro vecino, ¿pero es familiar de Jimin?— Era normal sospechar.
—Su hermano me lo dejo a cargo, lo estoy cuidando por un tiempo y.. no tengo tiempo para explicaciones. ¿Dónde está él?— Vió el interior de la casa, sobre el hombro de la mujer.
La Sra. Jeon asintió todavía sin estar del todo segura, ¿debería de llamar a la policía? —¡Jungkook, trae a tu amigo!— De todas formas llamó.
Arriba en la habitación invadida del alfa, ambos niños se observaron. Jungkook no tardó en asomarse por su ventana y lo vio —Oh.. creo que te vienen a buscar— Sonrió.
Jimin frunció su entrecejo y dejó su postre de lado, yendo hacia donde estaba el alfa y lo vio. ¿Min estúpido alfa Yoongi estaba ahí por él? ¿No había dicho que ahora estaba a cuidado de la familia Jeon? ¿Qué le hizo cambiar de opinión?. Entrecerrando sus ojos vio sospechoso, —Ve tú y dime que quiere— Volvió a recostarse sobre la cama, terminando de degustar el postre que la madre de su nuevo amigo había preparado.
Kook no dejó salir queja, si se movía rápido entonces tendría al omega lejos rápidamente. Simple y conveniente. Él con apuro se apresuró a llegar a la puerta de entrada.
—Jimin pregunta el por qué ahora lo está buscando—
Genial, Yoongi no estaba para esto, no contaba con paciencia para un intermediario que comunicara el mensaje. —¿Dónde es tu habitación?—
Jungkook lo hizo pasar, eso era mil veces más rápido; Lo llevó consigo al segundo piso.
Jimin levantó la cabeza y lo vio, cruzando los brazos y tomando asiento en la cama, dijo:—¿Qué quieres? No volvere si es eso lo que esperas— Firme, muy firme.
—Tu hermano está al teléfono, y.. ya fue suficiente de esta ridícula huida "lejos" de casa— Remarcó.
Jimin se encogió de hombros, no estaba interesado en lo que el alfa le dijera —Tú, me obligaste, usaste tu estúpida voz en mi— Una mirada fiera, llena de rencor.
—Si, error mio. Ahora vuelve a casa—. ¿Namjoon seguirá al teléfono? De alguna manera ya no le importaba, solo quería que la diminuta existencia volviera y enloqueciera su día a día. Quería mantenerlo a salvo y cumplir con los prometido con Namjoon. Solo era eso, nada más.
—No volveré, seguirás obligandome a hacer cosas que no quiero— Gruñó.
La Sra. Jeon escuchaba, atenta, había llegado algo tarde pero escucho lo importante y lo que ella sospechaba. Por ahora no dijo nada, solo fue en busca del teléfono.
—No, no lo volveré a hacer, ¿bien?. Ahora volvamos—
Entrecerrando sus ojos hacia Yoongi, Jimin pudo ver esa pizca de culpa y arrepentimiento. El alfa era orgulloso así que sabía que aún no escucharía una disculpas de manera rápida o sincera; Estaba seguro porque él también cargaba con su misma actitud.
—No— No se movió.
—Me llegaron nuevos borradores de Jr. te los dejare lee-
Jimin tomó sus cosas a regañadiente, y ubico su mochila en su espalda. Yoongi quiso reír. —¿Qué estás esperando? Hora de irnos— El omega dejó la habitación pero se detuvo por un segundo, frenando a Yoongi que lo seguía. Jimin giró su cabeza y observó a Kook. —Eres buen amigo, Jean— Le sonrió y salió junto a al alfa de la casa.
—Hijo, ¿quién es Jean?—
—Yo— Jungkook simplemente se rindió. Frunció sus labios.
La mujer observó a su hijo y —Uhm... Va contigo—
Genial..
... Ni bien alfa y omega pisaron la casa, Jimin corrió hacia la correspondencia y Yoongi caminó hacia el teléfono.
—¿Sigues ahí?—
—Aquí estoy, se que es difícil sacarlo de su habitación— Créanle cuando lo dice, pues lo vivía bastante seguido.
Yoongi buscó con la mirada al niño y lo vió enteramente concentrado e ido por los borradores de Jr. —Hey, niño, tu hermano— Le recordó y Jimin volvió a tocar un poco la realidad.
—Hermano, te odio— dijo una vez que tuvo el teléfono en manos.
—Si, y yo también te extraño hermanito— Respondió en sonrisa y risas —¿Cómo te trata ese alfa amargado? ¿Te estas portando bien? ¿Ya descubriste qué es escritor? ¿Me sigues odiando?—. No se podía ver, pero Namjoon aún se encontraba sonriendo.
El omega con sutileza encorvó su hombros y espalda, ocultando el teléfono y susurrando en gruñido:—¿¡Por qué nunca me lo contaste!? ¡Realmente te odio!—
Una risotada fue lo que dio el alfa en la otra línea —Me hubieras enloquecido, y creo te habrás dado cuenta que él no vive muy cerca que digamos. Y deja de decir que me odias, admitelo, me quieres por completo por esto—
Jimin quería odiarlo, realmente quería, pero como había dicho su tonto hermano mayor, él estaba algo contento por ser dejado con el escritor, pero... no estaba nada contento con la actitud del alfa. —Te odio un poquito menos— De reojo, dando con los papeles sobre el sillón —Namjoon, tengo que contarte, tengo algo importante que hacer— Algo importante que leer mejor dicho.
—Claro, claro, pasame con Min y, se un buen niño—
Jimin no fue delicado, prácticamente soltó con dureza el teléfono en manos del dueño —Todo tuyo— Y tomó las hojas con ambas manos, tomando asiento en el sillón y volviendo con su concentración por ellas.
—¿Ya puedo colgar?— Yoongi preguntó.
—No te tenia fé amigo, al menos hubiera esperado que mi hermano huyera, pero veo que tienes todo bajo control, no se como, pero lo tienes—
Yoongi estaba cansado, unas palabras más de Namjoon y ellos se despidieron. Dejando el aparato en su lugar el alfa solo se tomó un momento para observar a su alrededor, centrándose luego en el omega entretenido. Su aburrida y silenciosa casa volvió a ser ruidosa, el ruidito que hacía Jimin era el responsable; Y bien sabía él que ahora no estaría ocupado pensando -inconscientemente- que sería aburrido.
—Lo sabía, Jr. es el mejor— Jimin suspiró enamorado, recordando la firma de autografos.
Yoongi se encontró a sí mismo preguntándose: "¿Mejor que yo?". Un gruñido bajo y en negaciones volvió a en sí.
Dejando de lado su lectura, recordando que el alfa tenía todavía dos palabras que pronunciar, que decirle, le habló en reclamo —Sabes, todavía espero mi disculpas—
—Uh?— Elevo una ceja —Ya me disculpe, pero como habías "huido"— Remarcó —Te lo perdiste— Sonrió triunfante —Ahora sigue esperando—
—Eso no tiene sentido— le gruñó.
El escritor estuvo por hablar en respuesta, pero el ruido que se escuchó de afuera acalló sus palabras. Tanto el alfa como el omega se vieron por unos segundos para luego dirigir su mirada hacia la entrada. ¿Lo que se escuchaba eran sirenas? ¿Había patrullas afuera? ¿Qué hacía la policía afuera?.
—"Min Yoongi, tenemos la zona rodeada. Salga por la puerta delantera con las manos en alto o estaremos obligados a disparar"—
Yoongi giró de manera lenta su cabeza —¿Llamaste a la policía?— Decir que estaba enfadado era poco, él echaba humo. De repente, quiso volver a su aburrida vida.
—¿En serio estás haciéndome esa pregunta? Se que estas algo estupido, pero no creo que sea suficiente razón para encarcelarte— Jimin para nada entendía lo que estaba sucediendo. ¿Acaso el gran Agust en realidad tenía oscuros secretos guardados y había sido descubierto? ¿Todo eso de su seudónimo y vida de escritor era una tapadera para su verdadera identidad? ¿Lo asesinaría ahora?. El omega tenía gran imaginación.
—"A la cuenta de diez lo queremos fuera de la casa"— Se volvió a escuchar desde afuera, claramente se estaba haciendo uso de un megáfono.
—Increible— El alfa bufó, él sabia que habia un malentendido así que no se alarmó, él simplemente fue en busca de su celular y llamó a Taehyung, alguien tenía que sacarlo de la comisaría donde lo encerrarán.
Jimin camino hacía la ventana, toda una escena de película frente a sus ojos, no dudó en saludar y sonreír a los oficiales. Ahora bien, ¿no es una gran idea para alguna obra suya? Tal vez un manhwa policiaco... irse por aquella rama aún no había ocurrido. Sonrió aún más ante la idea.
La puerta se abrió —Espósenlo— Un hombre ordeno y Yoongi fue esposado, Jimin se sorprendió de lo bien que estaba llevando su actitud el alfa, no había.. ¿pánico innecesario?. Claro, él no era culpable de nada. Rió un poquito, ese alfa se lo merecía por haber usado su voz de alfa con él.
—¿Qué hacemos con el chico? Parece tener unos 15 o 16 años—
—16, a poco de cumplir 17— Jimin dijo manteniéndose estable, pareciendole todo más graciosamente estúpido que grave.
—Bien, todo está bien ahora— El oficial reconfortó y regaló una sonrisa amigable, el omega lo pasó por alto.
—Uhm... ¡Oh!— Jimin recordó —¡Los borradores de Jr.!— Corrió hacía las hojas que por poco iban a ser abandonadas.
Algunos oficiales se observaron y lo observaron... Y ahora, todo estaba en las capaces manos del editor Kim Taehyung.