Cuando los labios se separaron, no pasó de manera rápida, fue un retrocedimiento lento y en bastante calma. Como si un beso no hubiera existido y no estaba existiendo. La tranquilidad en ambos estaba siendo la verdadera locura. Las miradas brillosas se unían a esa locura.
El movimiento siguió siendo lento cuando ellos se distanciaron y se dieron la espalda. Lo que estaba ocurriendo era totalmente nuevo, pero la calidez hizo sus párpados pesados. Y la sensación era tan buena...
... Para la mañana siguiente el corazón de Jimin ya se sentía nuevamente inquieto y con poca calidez, oh bueno, hasta que despertó y se encontró recordando lo de anoche. El beso. Se habían besado y ninguno había hecho algun escándalo. Él no había hecho nada. Pero mucho más allá de ello, él ahora mismo no estaba enloqueciendo nada parecido, si, estaba sorprendido, pero nada más. Solo se sentía estúpidamente tranquilo, bien y algo débil.
Echando mirada a su lado, dio con el espacio vacío. Algo amargo surco en si interior, no se tomó el tiempo para deducir el qué o por qué. Lo que necesitaba ahora era tener una muy seria conversación con Yoongi, por más que él haya cumplido recientemente diecisiete años se consideraba y de hecho lo era, una persona madura para ciertas cosas. Aunque estaría yendo a ciegas esta vez, pues lo que sea que estaba siendo esto, lo que sucedió, era tan nuevo y nunca vivido.
—Namjoon estaría muy enojado se se enterara...— Comentó sin pensar mientras dejaba la cama, pero detuvo todo movimiento —... Él realmente lo estaría— Uh, definitivamente esto era algo que nunca sería hablado con su hermano, ni con nadie. Nuevamente se puso en marcha hacia la puerta, luego sus pasos empezaron a ser un poco letárgicos. Alentándose internamente terminó por bajar todas las gradas de la escalera.
La mirada del dibujante recorrió tanto el living como la cocina, era tan práctico que no hubiera una pared entre estos dos espacios. No dio con el alfa, pero fue al minuto que la puerta de entrada se escuchó abrirse. Dejando su taza de lado fue hasta él.
—Entiendo, mi respuesta sigue siendo no, adios Taehyung— Yoongi empujó a su editor fuera, pero este se rió, sonriendo el grande cuando dio con el niño.
—¡Jimin!— Taehyung evadió otro empuje y brincó hacia el niño, —Feliz cumpleaños— Luego su sonrisa contenta se convirtió en una de culpa —Lo siento, no tengo un regalo—
—No importa— Al omega realmente no le importaba. Mirando cauteloso al otro alfa. —Y ¿adiós?— le dió un poquito se su atención.
—¡Espera! Toma esto, ¿podrías tratar de convencerlo? Es un evento importante— Taehyung le entregó una invitación —Hay dos si te interesa, irán algunos escritores famosos— trató de tentarlo. Fallo. Al parecer el niño no estaba interesado en nada a excepción de Yoongi. Ahora mismo Kim se sintió fuera de lugar. ¿qué estaba ocurriendo? —Yo, uh, me iré ahora...- Le dio una mirada al escritor —Piensalo— y dejó la casa.
Yoongi volvió con su mirada al omega, suspiró suavemente y dijo:—Tenemos que hablar—
—Estoy de acuerdo— Fue casi inmediata la respuesta de Jimin. Dejando las invitaciones sobre la mesada, él tomó asiento en una de las sillas del comedor. Yoongi tomó la silla frente a él.
Bien...
El escritor fue el primero en iniciar la conversación:—Se que no estuvo bien, lo de ayer. Solo fue un error— Su postura era seria, pero no era intenso. —No se porque ocurrio— Si, aun se encontraba confundido y con sentimientos extraños muy extraños.
Algo se alivio en Jimin, pero por otra parte esa amargura hizo aparición de vuelta. De todas formas asintió viéndose totalmente de acuerdo, —Pienso lo mismo, fue un error— apoyó sus codos en la mesa —Debe ser algo de alfas y omegas, ugh, apesta— Esta estaba siendo la conclusión mas razonable que cruzó por sus pensamientos también confusos.
—No se lo digas a tu hermano— Minuto después Yoongi se mostró algo agobiado, pero mucho más aliviado ahora.
Era tan obvio que Jimin no menciaria el beso siquiera en broma a su hermano, este totalmente lo volveria loco. Su hermano mayor ya era lo suficientemente controlador y protector aun cuando todavía pensaba que era un beta. Y de solo pensarlo Jimin se vio tan cansada, no, no pasaria. —Si me dices el próximo título de tu obra... podríamos llegar a un acuerdo— Se estaba volviendo un experto en el tema de la manipulación.
—¿No tuviste suficiente con tu regalo de cumpleaños?—
Jimin se encogió de hombros de manera divertida —Soy exigente— El mocoso verdaderamente lo era.
Pero Min Yoongi no era una persona estúpida, ya no lo era. Sonrió ladino al ponerse de pie —No te dire nada, de todas formas no creo que le cuentes algo a tu hermano— Estaba muy confiado, y lo confirmó cuando dio con el silencioso berrinche del mocoso. —¿Estas hambriento?—
Jimin asintió, ubicándose al lado del alfa, muy cerca sin ser consciente. Ninguno de los dos lo eran. —La familia de Jungkook vacío la heladera— En efecto.
Yoongi dejó escuchar un pequeño gruñido, una nueva razón para que no le gustasen gente poco conocida dentro de su casa.
Y yendo de pensamiento a pensamiento, Jimin tontamente dio una idea —Salgamos a comer— ¿Por qué tontamente? Simple, él odiaba los lugares con gente desconocida a su alrededor, vamos, era un escritor ermitaño. Él prácticamente había pasado más tiempo en su habitación y habitación del alfa que en algun otro lugar —Olv- su estomago gruño. —Solo pidamos comida—
—No pasara, no necesito más personas que sepan donde vivo— Entendible, pero...
—¿Por qué un repartidor de comida sabría quién eres?— Buen punto. —¿Él tocara la puerta, abrirás la puerta y luego te apuntará con el dedo porque mágicamente supo quién eres?—
Sonaba tonto, pero ya había una vez aunque esa vez Jr. fue el culpable. Tuvo que mudarse por ello.
—Si quieres comer ve a cambiarte— Simplemente Yoongi concluyó que no le agradaba la comida delivery.
Jimin resopló y todo, pero ya estaba yendo escaleras arriba mientras que el alfa lo seguía. No pasó mucho y ellos ya se veían presentables, oh bueno, Min Yoongi parecía ser algun agente encubierto por las ropas que traía. Él no llevaba nada de color, solo n***o y una gafas negras también. Jimin en cambio... él estaba llevando los mismos tonos oscuros. Pero en vez de gafas negras, tenía una gorra negra.
Ambos dejaron la casa, un par de ojos se fijaron en ellos. Jungkook pensó en broma que esos dos estaban listos para salir a robar o cometer algun delito no legal.
—Hijo, ¿dónde dejaste tu suéter amarillo? Necesito lavarlo antes de que tu abuela venga de visitas—
Uh, Jungkook vio el otro irse. —No lo sé mamá, no lo sé...— Con mirada sospechosa siguió con lo que hacía, estaba regando las plantas del jardín.
...
Jimin estaba viendo a través de la ventana, no le gustaba, el exterior era muy oloroso ahora y ruidosa también. Tonto alfa, podrían haber pedido comida. —¿Ya llegamos?—
—No empieces, no con esas palabras— Yoongi ya se irritaba cuando escucha a niños decir aquello en una película, escuchar en la realidad supuso que no iba a ser mejor —¿Qué es lo que esperas comer?— No es que le importara, pero...
—Barbacoa de cerdo...— Su mirada no se despegaba de un lugar. No pensó cuando abrió la puerta del auto y salió casi corriendo. Era una suerte de que el auto se encontrara detenido por el semáforo.
—¡Mierda!— Yoongi aparcó lo más rápido que pudo, luego buscó al chico dentro del lugar —Él es tonto y enano— Su descripción del mocoso era un tanto pobre.
La chica, la mesera asintió entendiendo poco, pues era tailandesa y no entendía del todo coreano, pero apuntó a un niño loco que ocupó una mesa, —¿Él?—
Min Yoongi se lo tomó con calma, respiró y todo. —Vuelve a repetir eso y dejaré de escribir, no estoy bromeando— No, no lo estaba.
—¡Pero tengo hambre!—
—Yo también pero no me aviento de un auto y salgo corriendo como desquiciado— Suspiró para luego echarle una mirada al lugar, era un ambiente tranquilo. Y la decoración era algo hawaiana.
Jimin se cruzó de brazos —No me aventé del auto, y no corrí como un loco— era un cincuenta cincuenta. Pero dejando rápidamente aquello de lado, él levantó la mano y llamó a la mesera.
Minutos después ya tenían frente a sus ojos la carne cocinándose. Olía delicioso, y se veía delicioso. Yoongi pensó que al menos el mocoso había corrido hacia un buen lugar.
—Sabes, para ser alguien realmente joven actúas como un adulto muy serio— Jimin comenzó a hablar —Pero supongo que lo entiendo— Metió bocado a su boca.
—Diría lo mismo, pero tu mismo te encargas de estropearlo. ¿Ya descubriste mi edad?— Miró curioso.
—No deberias dejar tu billetera por todas partes— Se encogió de hombros.
Yoongi se extraño —No llevo mi identificación en mi billetera—
—Pero si la contraseña de tu portátil— Jimin había reído mucho al dar con el trozo de papel.
—Increible, supongo que debo cambiarla— No se mostró enfadado, solo divertido —Ahora dime, cómo es que no estás en la escuela ahora mismo—
Jimin picó otro trozo de carne —¿Mi hermano no te lo contó?—
—Namjoo no suele hablar mucho de ti, solo cuando estaba siendo un idiota protector— Yoongi copio la acción de tomar una trozo de carne ya hecha.
—Él es tan, ugh— De todas formas quería a su hermano, por supuesto —Me adelantaron un año, debería de estar en la universidad ahora mismo, pero no es lo que quiero— Se vió algo decaído —Supongo que decepcione a la familia, otra vez—
—¿Y qué si lo hiciste?— Las expresiones en el rostro del alfa transmitían tranquilidad, —No todo el mundo quiere hacer lo mismo que sus padres. Cada uno tiene sueños diferentes, es estúpido sentirse deprimido por algo así— Le dió un sorbo a su bebida —Y si ellos realmente te quieren lo terminaran aceptando y, ya deja eso de no ser un beta o alfa. Estas bien siendo omega, además, no pareces ser como los demás—
Algo dentro suyo se estremeció, las palabras lograron tocarlo. Era condenadamente aliviador escuchar aquello, y esas palabras no estaban viniendo de alguien cualquiera. Su sonrisa se visualizó, sutil y bonita. —Gracias... supongo— ¿Estaba sonrojándose?
Yoongi se perdió en el mocoso, es su bonitos ojos y bonita sonrisa. Cada vez estaba siendo mucho más consciente de a donde estaba llevándole sus pensamientos.
...
Había pasado aproximadamente una hora y media, y ellos ya estaban de regreso. Cansados y bien alimentados. Pero sobretodo sintiéndose bien y con el corazón satisfecho.
—Dejare esto en la heladera— Informó Jimin, había, bueno, Yoongi había comprado algo más de esa carne para llevar. Mientras tanto Yoongi se dirigió a su habitación, necesitaba sacarse la ropa costosa y ponerse algo más cómodo.
Jimin estuvo por hacer lo mismo y seguir al alfa, pero sus ojos dieron con algo terriblemente amarillo en el respaldo del sillón —Debería de devolvérselo— Mañana será. Pero dio sólo tres pasos y la puerta se escuchó, tal vez era Jungkook en busca de su suéter feo. Caminó hacía la puerta y la abrió, —No llegue a lavar... lo—Jimin dio con varias personas conocidas. —Vuelvan cuando existan los unicornios— Quiso cerrar pero una muleta se interpuso.
—Eres tú— Era el hermano de Yoongi, el tal San —Mi pareja...—
—¿Uh?— Jimin se mostró casi asqueado de ello. —Asco, fuera de la casa o- Fue tomado muy bruscamente de la cintura. —¿Qué estás..-
—¡Espera San!— La voz de una mujer mayor se escuchó —¡Detente!—
—¡Hermano!— Yongsun estaba haciendo lo que podía para que su hermano menor soltara al niño. —¿¡Te volviste loco!? Detente ahora mismo ¡Matthew, ayúdame!— Pidió con urgencia —¿Dónde está papá?—
Jimin quiso lanzarlo lejos, estaba dando todo de sí, pero al parecer no tenía la fuerza necesaria. —Y-yoongi...— susurró el nombre, llamándolo.
Unos pasos fuertes se hicieron escuchar, un aroma al igual de fuerte se sintió en el confuso ambiente. Solo basto un agarre destrozador de la mano de Yoongi contra el cuello de su hermano para detener el acercamiento, —¿Qué crees que estás haciendo?— Le gruñó como nunca antes lo había hecho, se encontraba mucho más furioso que en aquella vez. —Con él no te quedaras— Apretó su agarre, tenía la intención de asesinarlo. Una voz le hizo detenerse.
—Yoongi...— Jimin se veia debil y tan mal.
Yoongi solo quería abrazarlo y hacerle sentir bien. Aflojó su agarre, caminó hacia la entrada y lanzó a su hermano menor fuera —Desaparece, voy a matarte si vuelvo verte— "Voy a matarte si vuelvo verte cerca de él"... —Todos, vayanse—
—Per- San acalló, su cara roja por la axfisia y por algo más. La puerta se cerró en la cara de todos.
No hubieron palabras, Jimin no necesitaba de ellas ahora mismo, solo queria queria sentir esa paz y calidez que este alfa lograba hacerle sentir. Yoongi no fue lento y abrir sus brazos, recibiendo al niño entre sus brazos. Todo estaba bien de nuevo. No dejaría que nadie se lo sacase de su brazos, era suyo. Jimin era suyo...
Él era suyo, Jimin se sentía en casa, Yoongi... solo necesitaba de él, que estuviera siempre a su lado llevando todo lo malo lo más lejos posible. Yoongi era suyo...