No, había sido bondadoso con ella como podía haberlo sido con un niño. Lo que iba a decirle no tenía ninguna relación con el amor, estaba segura. Sin duda deseaba suplicarle que abandonara Ruckley y escapara a todas las consecuencias de la descabellada empresa de Hugh. Tal vez le habría ofrecido amparo junto a algún familiar suyo. Sería capaz de ofrecerle una docena de cosas para compensar el caos que él estaba produciendo en «su mundo». ¡Todo, menos amor! A pesar de todos sus esfuerzos por concentrarse en el camino y pensar tan sólo en el peligro que corría su hermano, la imagen de Andrew Chard acudía a la mente de Laura una y otra vez. —¿Voy a pensar en él toda la vida?— exclamó en voz alta y entonces se dio cuenta, con una sensación de alivio, de que se estaba acercando a Ruckley. Aq