—Estaba distraído. —Alessandro se rasca la nuca justificándose. —Aja si, ¡Perdedor! —se burla Sam. —¡Revancha! —exige. La partida comenzó, esta vez Tony tenía la pelota, Ale lo persigue y se la pasa a Sam, Alessandro atrapa a Sam y caen en el césped. —¡Falta! —se queja Sam con Alessandro encima. —¡Gooool! —grita feliz Tony. —¡Tony! ¡Falta! —sigue gritando Sam y el pequeño les presta atención, se agacha y ve a Alessandro con una sonrisa algo maliciosa. —Entonces meteremos otros gol por falta del competidor, ¿Qué? ¿Acaso no eras el mejor jugador? —se burla. —Me resbale, no fue ninguna falta —se defiende Alessandro en risas y luego ve a su chica muy enamorado. —No le creas Tony… —Alessandro la interrumpe con un beso. —¡Qué asco! ¡Hey! No te robes a mi compañera, la estás comprando,