Donovan le mostraba a Kareena los alrededores, grandes árboles, hermosas flores, las vistas eran dignas de los alrededores del palacio, el le contaba que cuando era niño sus padres a pesar de tener muchas obligaciones lo llevaban a dar largos paseos y hacer picnic en los bellos jardines naturales que estaban alejados del Palacio, Kareena le pregunto que como eran sus padres con el. Ella tenia curiosidad al ser personas tan importantes y ocupadas le daban amor, o era como su padre que sólo pensaba en casaría para obtener algo de ella.
-Mis padres a pesar de ser el Rey y la Reina, siempre se daban tiempo para mi Kareena, mi madre me despertaba todos los días que estaba en Palacio, ella me decía buenos días cariño, descansaste bien, tuviste sueños lindos. Ella era una mujer muy amable y dulce con todos, pero también tenia un carácter fuerte cuando era necesario, Mi padre al igual que ella siempre comía con nosotros, era nuestro tiempo para charlar, ellos siempre me motivaron a ser un buen hombre, al ser su sucesor, me decían que debía siempre pensar en las personas, mejorar su vida en lo posible, pero también debía tener el carácter para nunca permitir que alguien cambiará mi forma de pensar, ya que siempre habría quien quisiera aprovechar el gran poder que tiene un m*****o de la realeza.
-Cuando ellos viajaban, siempre me traían mapas del lugar a donde iban, y me hacían memorizar cada rincón de ese lugar, también me llevaron a conocer esos lugares en su mayoría, así es como aprendí muchas cosas, por la manera de educarme, ellos te agradaría, y tu a ellos estoy seguro.
Llegaron a un pequeño lago, Donovan sacó una pequeña cesta con unas tartas, queso, frutos,y un vino que al el le gustaba mucho, puso una manta y ambos se sentaron y comenzaron a comer. Kareena apreciaba ese hermoso momento, el era un hombre muy amable, se había tomado el detalle de preparar un pequeño picnic, era algo nuevo, sentimientos que ella nunca había tenido, el le daba protección y sentía que podrían llegar a sentir amor, pero sólo el tiempo lo diría, por su parte Kareena haría lo que el le pidiera, pues no había forma de negarse, el se preocupaba por ella, así que ella comenzaria a cuidar de el también.
Ambos estuvieron charlando algunas horas, hasta que regresaron al Palacio, Kareena se sentía muy feliz, sentía el rose del cuerpo de Donovan, el tomo las riendas del caballo con una mano, y con la otra la abrazo hacia el, eso a ella la hacia sentir protegida.
Llegó la noche y ambos se dieron un baño y fueron a dormir, esa noche durmieron en la misma habitación, abrazados, Donovan se sentía muy cómodo con Kareena a su lado, y aún que ella era muy Joven, el sentía atracción por ella, pero sería paciente, no quería asustar a Kareena.
Los meses pasaron, Kareena había cambiado mucho, ella era más segura de si misma, había aprendido como manejar muchos asuntos del Palacio, ella de vez en cuando se escabullia a la cocina, y preparaba algo para Donovan, lo interrumpía para que el comiera lo que ella le preparaba. El lo agradecía, Kareena era una exelente cocinera, y su fuerte era una tarta de manzana que le quedaba deliciosa, el se había hecho muy ávido a comer tarta, el notaba que ella se preocupaba por el, por que en ocaciones, Donovan olvidaba comer, así que ella se había preocupado por llevarle Meriendas.
Una tarde Kareena esperaba la llegada de Donovan, pues ya se habían acostumbrado a dormir juntos, pero el no llegó a la alcoba, ella se preguntó que habría pasado, por que el no llegaba, así que se puso una manta y salió para ver si seguía en su despacho, pero el no estaba ahí, fue a su antigua habitación y le pregunto al guardia si su esposo se encontraba ahí, el guardia respondió que si, que el Rey ya dormia desde hacia algunas horas, Kareena se preguntó que pasaba, el no le dijo nada, ella pensó que tal vez hizo algo que lo molestaba, se sintió un poco triste, y se fue a su habitación. esa noche ella no pudo evitar derramar algunas lágrimas, tal vez era su destino estar sola, al fin y al cabo, el Rey no la amaba, el sólo quería que dejarán de molestar con lo de buscar esposa, así que ella tenía que ser agradecida, tenia todo lo que necesitaba, y paz, pero se había acostumbrado a el, a verlo, a dormir protegida entre sus brazos, sería doloroso, no tenerlo cerca, pero comprendía que el sólo le había hecho un favor.
Esa noche ella sóño que Donovan. venía por la noche, y besaba su mejilla, al despertar por la mañana, se vio sola, así que eso sólo había sido un sueño. Su anhelo de verlo de sentirlo cerca de ella.
Esa mañana ella se dirigía a hacer algunas labores, pero quiso pasar a saludar a Donovan, pero fue informada que el no estaba en el Palacio, había salido a unos asuntos, y ese día no regresaría, ella se dio cuenta que el noble informó que saldría, así que ella no volvería a molestarla, pues era más que claro que el no quería nada con ella, había puesto una pared, frente a ellos, aún que eso a ella le dolía, sabía que no podría reclamar nada, pues el sin tener que hacer absolutamente nada por ella, la rescató de casarse con el Duque Sebastián.
Kareena se la paso en su despacho, que había sido acondicionado con todas las comodidades, Kareena fue informada que el Emperador había llegado, pero ella sólo se quedó en silencio y agradeció, pidió que sus comidas fueran llevadas a su despacho, quería evitar molestar a Donovan con su presencia, al fin. y al cabo el había dejado claro que no quería estar cerca de ella, así era mejor.
Donovan al encontrarse sólo en la hora de la comida, pregunto al mayordomo donde estaba Kareena.
-La emperatriz, pidió que llebáramos sus comidas al despacho.
- Que? pero y eso por que.
-Desconozco la razón señor, ella se veía un poco triste, pero sólo me pidió eso.
-Esta bien retirarte.
Donovan se sintió mal, el no quería dormir con ella, pues cada vez era más difícil controlarse y hacerla suya, por eso prefirió dejar de dormir con ella, pero tal vez ella pensaría que lo molestaba, supo que la forma de su actuar había sido errónea. Tenia que arreglar eso, pero no sabía cómo, pues que sólo lo dejo pasar.
Así ellos no se vieron en días, los dos sufrían, pero cada uno pensaba en el otro y en porque creía mejor para los dos
Kareena una tarde ya casi oscura, salió al jardín trasero del Palacio, ella iba caminando cuando vio algo pequeño que se movía al acercarse vio a un pequeño cachorro, parecía hambriento, enfermo, Asi que ella tomo la capa que llebaba para protegerse del frío, y lo tomó para llevarlo a Palacio, al llegar le pidió ayuda a una de las sirvientas, ella le dijo que era un cachorro muy enfermo tal vez no sobreviva. Pero Kareena estaba dispuesta a cuidar de el.