Estoy lista

1231 Words
Kareena se concentró en sus obligaciones, y encontró como pasatiempo cuidar al cachorro que encontró, el tenia grandes garras y cara grande, pero era un bebé todavía, las sirvientas le traían formula y comida, en algunas semanas el cachorro comenzó a tomar peso, y Kareena se sentía feliz, el se veía mejor. Se pregunto si a Donovan le molestaría verlo. Después de terminar sus labores ella salió al jardín frontal con su cachorro, ella iba corriendo y el tras ella, Kareena estába feliz, el pequeño se veía muy bien. Desde su despacho, Donovan. al escuchar la risa de Kareena se asomó a la ventana, ahí estaba ella con una bola de pelos, pensó que será parece un cachorro, pero lo que llamó la atención de Donovan fue el Joven que bajo de un carruaje y saludo a Kareena, beso su mano y comenzaron a hablar. Donovan reconoció al joven, era el Duque Albert wenthen, el había sido llamado por Donovan, ya que le ayudaría en algunas visitas a los diferentes pueblos y fronteras, el joven veía a Kareena con mucha atención, así que Donovan lo mando llamar enfurecido, ella era su esposa, el no tenía derecho de verla así. Ella era intocable, sintió ira en su ser. -Su Majestad, estoy a sus órdenes. -Te voy a advertir, que la proxima vez que veas de esa manera a mi emperatriz, estés listo para perder tu vida. Donovan nunca había sido tan descortes con Albert, al contrario el siempre lo había visto con mucha empatía, Albert era un hombre fiero y capaz, muy trabajador, no necesitaba esperar, siempre tomaba la iniciativa, pero Donovan estaba celoso, y no pudo evitar tratarlo así. -Comprendo su Majestad, yo desconocía quien era la joven. -Eso espero. Ahora vamos a arreglar el viaje. Ambos estuvieron estudiando los mapas, trazando los lugares por donde viajaría, los diferentes pueblos y puertos. Albert sabía que Donovan estaba molesto, pero no le dio importancia ya que comprendía, si La emperatriz fuera su esposa, también se molestaría si algún hombre se fijaba en ella. Después de varias horas ambos hombres terminaron de trabajar, poniendose de a cuerdo con los generales, para la colocación de tropas, el cuidado del Palacio en ausencia del Emperador. Donovan tenia que hablar con Kareena sobre su viaje, pero para el era difícil, cada momento cerca de ella era difícil, pues con el pasar del tiempo ella se ponía aún más hermosa de lo que ya era. El la había visto sonreír con Albert y eso lo hizo endurecer, el sólo la quería para el, pero no quería asustarnos, por eso se había alejado de ella, pues había estado cerca de besarla, tenía la necesidad de hacerla suya, pero tenia mesura, el tenia que conformarse con saciar sus deseos de otra manera, en soledad. Donovan mando llamar a su Emperatriz, el hablaría con ella sobre el viaje. Alguien tocó a la puerta, el dio el pase sin voltear, esperaba a su mayordomo, para saber si encontró a Kareena. -Pase! -Me mando llamar, Emperador. Donovan sintió un dolor en el pecho y tristeza, ella había sido amable con el, lo llamaba por su nombre, pero al alejarse de ella, Kareena sintió que tal vez ella había sobre pasado el límite, así que lo trataría con respeto, ella no quería que el la obligará a volver a donde había sufrido mucho. -A si pasa porfavor. -Gracias, Emperador. -Por que me llamas así, creo que ya habíamos quedado en que me llamarías por mi nombre. - Em... si... es que yo.... -Dímelo, que sucede Kareena. Ella sintió felicidad, el la llamaba por su nombre, tal vez sólo había estado muy ocupado, pero no quería molestarlo. No sabía si decirle lo que pensaba. Pero se armó de valor y le dijo su pensar. -Hice algo malo?, te ofendo de alguna manera, yo no quería molestarte, y disculpame si hice algo incorrecto, es que yo no... Donovan no la dejo terminar, se sentía mal por esa pobre joven, ella había sufrido mucho, había pasado por tanto, el le dijo que nadie la trataría mal, y el con su distancia la había hecho pensar que había hecho algo malo, ahí estaba la pobre Kareena con los ojos llorosos, pidiendo disculpas, sin tener la culpa de nada, era un desgraciado, y la estaba desgraciando a ella tambien, el respiro profundamente, no podía irse dejándola con esos pensamientos, ella no se merecía sufrir. -No, tu no has hecho nada malo, al contrario, te haz preocupado por mi, aún cuando yo he sido malo contigo, me he alejado, no tengo perdon, pues tu vienes pensando que hiciste algo malo, y es por mi culpa, te prometí, no hacerte sufrir, y aquí estas al borde del llanto por mi culpa. -Es que yo no comprendo, yo crei que había hecho algo malo, pero saber que no fue así, me hace pensar en que sucedio. Pues de pronto sólo no llegaste a dormir. Yo me sentí sola, pero no quiero molestar se que tiene sus razones. Donovan no sabía si decirle la verdad ella era tan dulce, tan cariñosa, ella no se merecía sufrir, que pasaba con el, estar acostumbrado a siempre estar en soledad, lo había hecho olvidarse de como tratar con las personas que eran importantes para el. Pero si no era sincero Kareena tal vez terminaría en los brazos de otro, buscando la compañías que el no le daba, así que tuvo que armarse de valor, y ser sincero de una vez por todas, pues al final de cuentas, algún día tendrían intimidad para tener a el o los futuros herederos, así que tomó un gran respiro se levantó de su asiento, y seco las lágrimas de Kareena, la tomó de la mano y la levantó de su asiento, para darle un gran abrazo, Kareena se quedó inmóvil no sabía que hacer, estaba un poco nerviosa, pero terminó por abrazarlo también, Ahí estaban ambos abrazados gentilmente, sintiendo el calor uno del otro, sintiendo el latir de sus corazones llenándose totalmente con sólo un abrazo. Donovan se separó un poco de ella, la tomó de la barbilla, la alzó y la beso, dulcemente tocó sus tiernos labios, ella trato de contenerse pero ese beso la hizo derramar lágrimas, pero eran de felicidad, esa hermosa felicidad que ella no había sentido nunca, ese beso que el le daba, tenía sentir, su corazón latía con fuerza, ella no quería separarse, quería estar ahí por siempre. Donovan se separo y la vio a los ojos. -No te imaginas como he necesitado tu aroma, tu presencia, verte, pero también es lo más difícil, pues con cada momento de cercanía contigo, hace que sienta la necesidad de hacerte mía, tu me haces sentir por todo el cuerpo una sensación que jamás había experimentado, tu dulzura tu preocupación por mi, toda la bondad que posees, hace que no quiera estar lejos de ti, pero no quiero que te asustes, yo no voy a forzar, jamás a estar conmigo, yo esperaré a que tu estés lista. Kareena se quedó completamente impactada, ella creía hace un momento que Donovan no sentía nada por ella, y ahora se asombraba de saber que el la necesitaba a su lado. Ella lo anhelaba también así que decidió no seguir posponiendo lo que pasaría de todas maneras, ella sentía que lo quería cerca de ella. -Estoy lista! Le contestó Kareena.
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