Ella es mi esposa, mi Emperatriz.

1360 Words
Kareena durmió plácidamente esa noche, al despertar el sol entraba por su ventana ella estaba en paz tan feliz, ella haría que todo valiera la pena, disfrutaría y ayudaria al Emperador con su trabajo, ella era una persona agradecida, las sirvientas llegaron y le llevaron el desayuno, después de desayunar le ayudaron a darse un baño, aquello era un placer, un baño digno de la emperatriz, con aceites florales, masajes, era una verdadera maravilla. Kareena salio de su habitación, se dirigió a un hermoso despacho que se había ocupado para ella, tenia muebles de madera que habían sido traídos de lejos por orden del Rey el padre de Donovan para su madre, ahora sería ocupado por la Emperatriz Kareena. Ella se sentó a esperar al maestro que comenzaría a enseñarle sobre sus labores, durante los siguientes días Kareena no vio al Emperador, el se la pasaba en su despacho, recibiendo visitas de nobles que deseaban hablar con el, por otra parte Kareena había recibido bastantes invitaciones a eventos de té, bailes, en fin todo a lo que se esperaba la Emperatriz hiciera acto de presencia, ella tuvo varios maestros para enseñarle de sus diversas obligaciones en el imperio. Kareena se esforzó mucho en aprender y hacer todo lo que se esperaba de ella, los días pasaron, tres meses ella se dedicó a estudiar, había hecho un gran cambio, y se ocupaba de diversas cosas, era muy inteligente. En ese tiempo ella no vio a Donovan por ningun lado, el se la pasaba ocupado, y en realidad ella lo agradecia, pues había tenido clases en donde le explicaban el acto de tener bebés, y eso la tensaba demasiado, el pensar en el dolor por el que pasaría, así que prefería no le dar en ello. -Su Majestad, tiene usted una visita. -Kareena se pregunto quien podría visitarla, se extraño pero salió en busca de la persona. - Hola hermanita, William había llegado a visitar a Kareena, ella al verlo se sintió preocupada, a que vendría pensó si siempre la había tratado mal, la humillava. - Hola William, que necesitas. -No puedo sólo venir a visitarte. -S i claro vamos a la salita. -Valla veo que te va bien. -Si es bueno. -Necesito de tu ayuda, tengo una pequeña deuda, y necesito que me ayudes. -Yo no tengo dinero, y padre que pasa si el siempre te ayuda. -En está ocacion es mucho y el no tiene, a pero tu si. -Te equivocas, Donovan es quien tiene, yo no.... -No seas estúpida, si el tiene posesiones son tuyas también. Kareena se molestó, el siempre la había tratado mal, era un desgraciado con ella, ya se imaginaba que a nada bueno iría a buscarla. -Quiero que te vallas. Dijo ella muy molesta, el nunca la había visto así, pues ella siempre era sumisa, ya que su padre había dejado claro que su favorito era su hijo. -Que dices, como te atreves, correrme a mi, ti deber es ayudar a tu familia, eres una desconsiderada. -En verdad piensas que es mi deber. Por mi familia me iba casar con un viejo, por mi familia me casé sin amor, gracias al cielo mi esposo es noble y se ha portado bien conmigo, pensó ni si quiera lo he visto. y aún así dices que debo darte dinero para pagar tus deudas, no tengo que hacer nada por ti, arreglárselas como puedas. Kareena trato de irse cuando el la jalando del brazo provoca dile dolor, ella dio un pequeño grito, y le pidió que la soltara. -Sueltan me lastimado William. -Tendré que enseñarte a obedecer y no darme la espalda. William en más de una ocasión la abofeteo, ella nunca se quejó, pues nadie le ayudaría. En ese momento que el la iba a abofetear, Kareena intuitivamente cerró los ojos, esperando el golpe, el dolor que en más de una ocasión había sentido y sufrido sola. Ella al no sentir nada, abrió los ojos, vio una mirada aterrada en los ojos de su hermano, y a su lado sin haber escuchado a que hora entró en la salita, estaba el Emperador, Donovan había detenido el golpe que William le había tratado de dar a Kareela, ella se quedó muda viendo la imagen, no supo reaccionar. -Quien demonios te crees que eres, maldito animal, como te atreves a intentar golpear a tu emperatriz, a caso no valoras ni un poco tu vida. Y Donovan. lo tomó del cuello y lo levantó, Kareena quedó totalmente asombrada, el era un hombre tan grande, fuerte muy musculoso, pues a través de sus ropas se notaban esos brazos torneados, el veía con ira a William, Kareena no podía creer que el estuviese ahí, que el la estuviera defendiendo, ella se sentía tan feliz, pero cuando pudo reaccionar, le pidió que lo soltara, aquel hombre parecía querer matar a William. -Por favor déjalo, el no... No vale la pena. -Dañar a cualquier m*****o de la realeza es motivo suficiente para la horca, tu sólo dimelo y hoy dejará de respirar este infeliz. Y Donovan al ver a Kareena asustada, lo soltó, el estaba tosiendo, tratando de recuperar el aliento. Luego Donovan. lo levantó. -Quiero que veas muy bien a mi esposa, y sepas que está vez seguirás respirando por ella y su piedad, ya que eres su hermano, pero la próxima vez que tu la trates de lastimar, o simplemente la veas mal, dejaras de tener tu cabeza pegada a tu cuerpo, comprendes!!!! Grito con furia el Emperador. - Si si está bien. -Ahora quiero que te largues, y no vuelvas a menos de ser invitado por mi amada Esposa. Amada esposa pensó Kareena, si ni siquiera nos hemos visto ni un solo beso dado, pensó es por el trato que hicimos, tal vez el sólo me protege por no quedarse sin esposa ante los demás. William salió casi corriendo, aterrado por lo que había pasado, el nunca había sentido tanto miedo hasta ese día, pensó maldita Kareena me las pagarás. Kareena sin saber muy bien qué hacer, agradeció al Emperador lo que había hecho por ella. -Le agradezco, si usted no hubiera llegado, el.... No me hables con tanta formalidad, sólo Donovan, y lo que hice fue sólo protegerte, se que tu hermano no es una buena persona, al saber que había llegado me imaginé que a nada bueno venía, así que decidí venir para ver que todo estuviese bien, debes comprender una cosa, tu eres mi esposa, mi emperatriz y yo haré todo por que tu estes a salvo y segura, estas bajo mi protección y nadie bajo ninguna circunstancia tiene por que hacerte daño, así que lo que le dije a tu hermano fue real. La próxima vez que el se atreva a lastimarte comprendere que no valora su vida y haré que deje de respirar, tu eres mi única familia, así que tenlo por seguro que estarás a salvo siempre, el se acercó y la beso en la frente, ella al sentirlo tan cerca, sintió que el puso se movía y se desmayó. Donovan la atrapó en sus brazos y mando llamar al médico, inmediatamente, la llevo a su habitación, la de ella estaba un poco más retirada, el médico real llegó de inmediato, el al revisarla le dijo que sólo necesitaba descanzar, había sufrido un gran susto, era normal el desmayó, lo que el no sabía era que el desmayó fue por sentirlo tan cerca de ella. Donovan estuvo a su lado por algunas horas hasta que ella despertó, al abrir los ojos ella se vio en una habitación que no conocía y se asustó. Donovan llegó a su lado y la tranquilizó. -Estamos en mi habitación te desmayaste pero todo está bien sólo tienes que descanzar. Kareena asintió y se recosto otra vez. -Duerme, necesitas sólo descazar. -Puede quedarte hasta que me duerma. Aquello parecía una súplica de una niña, ella era tan tierna, el pensaba que era un infeliz, pues ni siquiera había preocupado por investigar saber que cosas le gustaban. -Duerme aquí estaré cuidando de ti, descansa. Y se recosto con ella en la gran cama y sin darse cuenta ambos se quedaron dormidos.
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