CAPITULO 6: Angel tentador
═══════ •Alex• ═══════
Cuando Billie me avisó que hoy tenía la cita en persona con Sienna para escoger los materiales y terminar de tomarle unas medidas que faltaban, yo no tarde en subir a mi Jet privado y aterrizar directamente en el aeropuerto mas cercano.
No sé que es lo que me sucede, pero desde que volví a ver a Sienna estoy sintiendo cosas tan raras que no logro identificarlas.
—¿Y dices que es la misma mujer que te besó en aquel desfile? —pregunta mi mejor amigo, es el piloto del Jet y yo estoy a su lado, una de las cosas que más me gusta en la vida es poder ver el cielo desde este lugar y como hace algún tiempo hice un curso de piloto, puedo ser su ayudante sin problema. Claro, no tengo la experiencia ni los títulos para pasar a su puesto, me gusta estar de este lado y sobre mi no cae toda la responsabilidad de llevar un avión sano y salvo a su destino como si la tiene él.
—La misma —bebo de mi taza de café viendo el amanecer, estimo que llegaré a la hora de la cita y no antes para poder recoger a Billie en el hotel.
—¿La misma a la que le enviaste un generoso cheque para que iniciara su empresa? —mi sonrisa es pequeña y tímida.
—La misma.
—¿Vas a decir más que la misma? —pregunta entre risas y yo me encojo de hombros dando un suspiro. —¿Ya le dijiste que fuiste tu ese donador anónimo?
—No y jamás se lo diré —respondo con simpleza.
Desde que la conocí y vi su talento supe que la tenía que ayudar a brillar, no tuvo que ver aquel beso —al menos no en gran medida—, simplemente quise apoyar a una joven talentosa a crear su imperio y no me equivoqué porque sé que no gasté mi dinero en vano, Sienna ha logrado maravillas con ello y aunque no conozco a ciencia cierta los números de su empresa, me atrevo a decir que por lo menos a triplicado la inversión que yo hice en ella.
—Deberías decirle al menos, que ella sepa que lo que tiene es gracias a ti.
—No es gracias a mí, Sienna es realmente increíble, yo solo le di un pequeño empujón para que no empezara de cero, pero estoy seguro de que aunque no tuviera capital, habría logrado salir adelante ella sola porque te digo algo, esa mujer es inteligente y sabe lo que hace, se proyectó un futuro y a arrasado con este.
Hace algún tiempo tuve la oportunidad de leer un artículo de periódico en el cual la entrevistaron como la Neoyorkina mas exitosa en el mundo de la alta costura, allí pude conocer un poco de donde venía y como había logrado crecer por cuenta propia.
Ella ha sido una mujer que no ha tenido que dar nada a cambio y a cualquier lugar que llegue simplemente encanta porque es única y especial.
—¿Y qué piensas hacer ahora?
«Quiero besarla»
Desde que la volví a ver, mi cabeza no ha dejado de repetir esa escena, cuando me tomó del cuello y me pegó a sus labios tan de repente que jamás imaginé lo importante que sería ese momento en mi vida. He pasado años buscando su rostro en cualquier rubia que me encuentro en los eventos, he querido encontrar sus besos en cualquier labio que bese, pero no lo consigo, porque ninguna es ella.
—No lo sé. Es absurdo todo lo que tengo dentro, quiero besarla mucho —le confieso, él me mira durante unos segundos. —Lo sé, Billie también está y la quiero, no estaría por casarme si no fuera de otra manera.
—Pues no sé, hasta que no tengas un anillo en tu dedo y hayas firmado algún papel, eres soltero. Solo bésala y mira que sucede.
—Nunca he sido infiel —él ríe con fuerza y yo golpeo su hombro con un puño —. Te lo juro, nunca lo he hecho, yo respeto a las mujeres que pasan a tener una relación conmigo y cuando estoy realmente soltero, disfruto cada.
—Entonces solo porque no eres infiel, te quedarás sin saber que es lo que te está dando vueltas en la cabeza desde que la volviste a ver, ¿Verdad?
—Tengo que hacerlo, Billie es una linda chica y no merece que le haga eso.
—Pero solo será un beso, eso no es tan grave, hace poco vi una foto de Billie en un anuncio besando a otro hombre y tu no estas pegado al cielo gritando que te ha engañado, un beso no se me niega a nadie.
—No es lo mismo… Eso es por trabajo —digo y hago una mueca —. Un beso si significa mucho cuando hay personas de por medio.
—Vamos, Alex. Eres joven y puedes hacerlo, si no es ahora ¿Entonces cuando? O la besas hoy y ves que no fue tan irrelevante o te quedas con esa espina clavada para toda la vida.
—Y si ella no quiere besarme, ¿Qué hago?
—Pues dejas de pensarla y ya está. Si ella no permite que la beses, entonces tú sigue con tu vida sin recordar aquel mágico día —dice con burla.
—Eres tan idiota, Duncan.
—Pero este idiota es tu mejor amigo y sabes que nadie más te conoce mejor que yo.
En eso él está en lo correcto. Rasco mi barbilla mientras veo al horizonte, no he hablado con Sienna desde que me fui de su cabaña, ni siquiera le avisé que había llegado sano a la ciudad, aunque tuve un pequeño contratiempo debido al difícil camino, pero nada que no pude solucionar y aún así, no quise enviarle un mensaje o llamarla porque estaba molesto.
Molesto de que ella estuviera causando esas dudas en mi y yo no pudiera encontrar la manera de darle solución a mis ganas de besarla sin que fuera besándola.
Me imaginé una y otra vez cómo habría estado ella, no sabía si estaría preocupada por una señal de mi parte o si no le importaría en lo absoluto si llegaba bien.
No sé si hice bien en confesarle todo lo que me estaba pasando, pero sabía que tenía que soltarlo porque no soy un hombre que se ande guardando las cosas cual cobarde. Si quiero besarla se lo tenía que decir y lo hice. Y si sigo con más ganas que ahora, se lo diré de nuevo hasta que solo me dé una nueva oportunidad.
—¡Le voy a robar un beso! —exclamo cuando se prende un foco en mi cabeza.
—¿Eh? —pregunta Duncan extrañado —, ¿ahora de dónde sacas ese arrebato de valentía?
—Ella me besó a mi la primera vez porque quiso y de le dio la gana. Yo haré lo mismo porque quiero y porqué se me da la gana e incluso le diré lo mismo que me dijo antes de darme el beso: «así que te pido perdón de una vez, pero no pediré permiso»
—¿Eso dijo?
—Lo hizo —Duncan ríe y yo veo a lo lejos la ciudad, estamos a pocos minutos de llegar y no sé en qué momento podré robarle un beso, pero de que lo haré ya es seguro.
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—Hola cariño, estoy aterrizando —le digo a Billie cuando responde mi llamada —, no creo alcanzar a pasar por ti, ¿Nos vemos en la entrada de la empresa?
—Hola cielo, si. Esta bien, nos vemos allá —responde, voy a colgar, pero la escucho hablar antes —, te amo.
Termino la llamada sin decirle nada.
—Yo no me casaría con alguien que no me ama —dice mi amigo con una mueca. —¿Por qué no dejas toda esta mierda del matrimonio y simplemente le terminas y besas a Sienna? Es más que obvio que no amas a Billie y teniendo en cuenta de que piensas en otra mujer, siempre es mejor quedarse con la segunda porque si amarás realmente a la primera, no habrían más.
—Por supuesto que amo a Billie, es una gran chica y…
—Ven, dime tres cosas que ames de Billie.
—Yo… ehh —lo escuchó soltar un bufido. —Espera, ¿Si? Billie es hermosa, tiene un cuerpo de infarto, una linda sonrisa, es tierna y amable y…
—Pero que no suene como si estuvieras describiendo a tu hermana, por favor —hago una mueca de asco.
—Estoy haciendo lo que me has pedido.
—Me estás diciendo que amas un cuerpo de infarto, pero te recuerdo que el tiempo avanza y con ello llega la gravedad y todo lo que está bien puesto va a caer y luego de que Billie ya no sea la hermosa modelo de cuerpo perfecto, ¿tu que es lo que vas a amar de ella?
—Mira, yo sé porque la quiero y realmente lo hago. Ella es muy importante para mí y me gusta tenerla en mi vida. No necesito una terapia a miles de metros del suelo, me voy a casar con la mujer que yo escogí y ella me escogió y punto.
—Luego te quejes cuando te des cuenta de algo más y ya sea demasiado tarde para arrepentirte.
—¿Con respecto a qué? —pregunto.
—Sienna.
—Ella es otra historia aparte, aún no la conozco bien, las ganas de besarla no se traducen en que la amo a ella y dejaré a Billie solo porque he encontrado un nuevo amor. Eso no va a suceder.
—Si tú lo dices…
Él continúa el viaje y logra aterrizar el Jet sin problema alguno, el clima fresco me recibe nuevamente y busco rápidamente el taxi que me está esperando, he tardado un poco más en bajar del avión debido a que no nos habían dado espacio para estacionar nada más llegar.
Le indico la dirección del lugar al hombre del taxi y espero pacientemente a que lleguemos a mi destino, unos quince minutos después estoy pagando el viaje y encontrándome con Billie en la puerta.
—¡Mi amor, por fin estás acá! —se cuelga de mis hombros y sonrió abrazándola. Me llena la cara de besos antes de tomar mis mejillas y aplastar sus labios contra los míos durante unos segundos —. Te extrañe muchísimooooo.
—Exagerada, apenas me fui poco tiempo.
—Pero eso fue mucho para mí.
Entrelaza nuestros dedos y comienza s caminar hacia el interior del edificio y acá es donde comienzo a padecer porque estoy a poco de volver a ver a Sienna y cada vez que lo hago, las ganas de besarla incrementan al 2000.
Billie le dice a la chica de recepción que tiene una cita con Sienna y justo en ese momento un guarda de seguridad sale del ascensor, nos dice que ella nos está esperando así que subimos sin preámbulo.
—¡Estoy muy emocionada! —Billie se apoya en mi brazo —, el boceto es increíble, realmente lo amo tanto, ella es magnífica, ¿no?
Ay…
Debería de ser fea y poco talentosa, pero es todo lo contrario.
—Si.
—Me hará una tiara y casi lloro de la felicidad cuando vi su idea, voy a ser una princesa el día de mi boda.
—Cariño, serás una reina.
Los ojos de Billie se abren felices, besa mis labios repetidamente y nos damos cuenta de que jamás apretamos el botón del segundo piso, entre risas llegamos hasta afuera de la oficina y nos quedamos callados cuando escuchamos a una mujer estar molesta.
—Tengo miedo —reconozco la voz de Sienna y algo dentro de mi corazón comienza a latir con fuerza.
¿Miedo, qué le provoca miedo?
Escuchó con atención la conversación que llevan a cabo y pudo entender que hubo alguien, un hombre, específicamente que le hizo daño.
Joder, odio a los malditos hijos de puta que se creen más grandes por golpear una mujer. No saben lo cobardes que de ven rebajandose al golpear a una delicada flor.
Billie interrumpe la conversación y agradezco que lo haga porque estoy molesto y dónde siga escuchando que Sienna está llorando. No sabría cómo responder.
La otra mujer que hay en la oficina nos da una sonrisa apenada mientras Sienna limpia su rostro, a pesar de que nos está dando la espalda se nota que lo hace.
Cuando se da la vuelta y nuestros ojos de encuentran, me siento bastante afectado al saber que ha estado llorando porque alguien la hirió y me doy cuenta de que yo no puedo ser como ese tipo de hombres, no puedo engañar a Billie solo por el capricho de un recuerdo y tampoco puedo permitir que una mujer tan maravillosa con Sienna sea la segunda. Ella nunca puede ser la segunda en nada.
—Si no es un buen momento… —comienza a decir Billie, pero Sienna sonríe.
—Es un excelente momento, te estaba esperando, hay muchas cosas que tenemos que definir.
Se acerca y le da dos besos a Billie. A mi simplemente me tiende la mano y la tomo con formalidad, como si entre nosotros nunca pasó algo.
—En ese caso, manos a la obra.
Tomó asiento en un cómodo sofá frente a una pantalla de TV de 70 pulgadas en donde se reproducen varias fotos de las ideas que tiene Sienna. A cada una que pasa me encuentro más que maravillado con su talento.
—Estas son unas muestras de las telas que me gustaría llevará tu vestido —le dice y veo que tiene una carpeta con trozos de tela doblados perfectamente, Billie toca cada uno de ellos y sonríe mucho. —Mira.
En una pizarra a mano derecha, hay un lienzo de unos 60 centímetros por 60 centímetros en el cual está plasmado la idea del vestido y tiene las telas. Es una maqueta de la idea perfectamente desarrollada.
—¡Me encanta! —exclama Billie volteando a mirarme —, ven y míralo de cerca.
—Faltan los detalles, claro. Ahí solo podemos observar las diferentes telas que harán que el vestido se vea mucho más hermoso.
Me acerco mucho y me gusta demasiado, si cuatro pedazos de tela lucen así de bien, ya quiero ver cómo se verá el vestido terminando con todos los detalles que Billie me ha contado que llevará.
—Es impresionante —digo bastante asombrado, Sienna sonríe con timidez y aún pudo ver destellos de tristeza en sus ojos.
—Gracias, yo estoy segura de que vas a amar el resultado, me tomará unas ocho semanas tenerlo listo…
—¡Pero la fecha es en tres semanas! —exclama Billie y los ojos de Sienna se abren con sorpresa.
—¡¿Qué?! ¡Nunca me dijiste el día! —ella corre hasta su teléfono fijo que está en el escritorio y marca un número con rapidez.
Mueve su pierna izquierda de arriba hacia abajo mientras espera que le respondan, Billie me mira con temor y yo le guiño un ojo para que se tranquilice.
No sabía que lo habían hablado de fechas. Es lo más importante y no lo tuvieron en cuenta.
—Lo siento, nunca piden un vestido con menos de un mes de anticipación y como habíamos hablado de tus proyectos, fue mi error haber hecho cálculos sin consultarte y haber llegado a la conclusión de que al menos tenía ocho semanas para hacerlo… Que es lo que realmente tarda hacerlo.
Murmura lo último.
—¡Hola, soy Sienna! —dice al teléfono —, necesito que se me envíe el pedido de telas que ya había cotizado, pero necesito que sea para hoy mismo.
Ella continúa hablando y en menos de diez minutos ha logrado que varias personas tengan muchas de las cosas listas para hoy.
—Como entenderán, es un gran reto y por eso tendré que cobrar un valor extra ya que tendré que detener cierta área de producción para poder tener ayuda extra en las próximas dos semanas y además de ello, traer los materiales del extranjero en solo unas horas costará un poco más.
—Por el dinero no hay problema —comento —, solo dinos que tan probable es que ese vestido si esté listo en tres semanas.
—Lo estará, lo prometo. Mi única prioridad será el vestido de novia de Billie, apenas lleguen las telas y los hilos de plata comenzaré a confeccionar.
Abre una caja fuerte que está oculta tras un cuadro y saca varias cajas de joyería.
—Estos son los diamantes que creo mejor se verían en el vestido.
Tomó uno entre mis dedos y observo que es de muy buena calidad, hay fe diferentes tipos de colores, pero ella nos muestra los que tienen destellos azules y dorados.
—Para la tiara están estos otros, son hermosos y realmente son perfectos para los accesorios.
—Si a todo —responde Billie mucho más tranquila.
Ella se entretiene mirando el brillo de las piedras, mientras yo me entretengo mirando a alguien más.
De vez en cuando noto que ella también me mira y se sonroja, nuestros ojos de encuentran varias veces y me es imposible no sentir la química tan fuerte que hay entre ambos.
Pero ya he prometido que yo no voy a hacer nada, no es ético ni está bien.
No voy a pecar solamente porque el angel tentador es una rubia hermosa. No puedo caer.