CAPITULO 8

1427 Words
                                                                                   CAPITULO 8                                                                                          MABI                                                                                       ***********   Soy una mujer luchadora, desde niña soñaba con una vida distinta a la que tenía, llena de lujos, joyas, ropa costosa, sin tener que desear cosas que no podía alcanzar, por eso la oportunidad de ser una prepago me parecía un camino hacia el éxito, conocer narcotraficantes, me da la esperanza de algún día poder llevar la vida que he soñado. El hermano menor de los Hidalgo me era una pieza clave para mi plan aunque el solo me veía como una mujer con la que pasaba buenos momentos sexuales. Odiaba la suerte que tenía Luciana y como la desperdiciaba con el perro, el no aprovechar que uno de los hermanos te desee como mujer es una estupidez, con la excusa de que eres una niña de Dios. La vida me había mandado un hombre maravilloso, para una mujer que no tenga objetivos en la vida, juan pablo era el príncipe pobre y por más bello y cariñoso que sea no le cambia la pobreza que lleva tatuada en la frente, ser la esposa de un simple albañil no era el sueño de mi vida, su sueldo no alcanza ni para comprar un par de zapato de los suelo tener, mis amigas piensan que soy muy cruel sin embargo yo considero que soy realista. Hoy por ejemplo me invito a comer al pequeño restaurante de doña Catalina la mama de Tiny, incluso sentía lastima de su inútil presupuesto para sorprender a una mujer como yo, mientras Tiny está viviendo una aventura en la finca del mal con el patrón del cartel, que desagradecida es con las oportunidades que la vida le regala. —Que bacana estaba la comida de doña Cata ¿no? —pregunto. —Usted cree que esta es la vida que merece una mujer como yo Juanpa. Véame papito, soy una mujer sumamente atractiva, merezco más que una comida en el barrio. Yo a usted lo quiero y lo respeto mi amor, no quiero presionarlo, pero si sigue en ese trabajo de mierda lo nuestro se acaba. —Que gonorrea suenan sus palabras Mabel. Vos sabes que yo soy albañil ¿Qué dijo? Este man se va meter a narco solo porque me ama ¿acaso cree que yo no me imagino de dónde saca usted toda esa ropa costosa y a donde va con la tigresa los fines de semana?. —¿Acaso se cree con derecho de reclamar? —soltando una carajada —. Tendré una vida distinta, saldré de este barrio con plática mijo, no estoy hecha para vivir en una pieza, lavando pañales y haciendo calentado, ¿Qué dijo pues? Yo con mi sueldo deslumbro a Mabi, lo siento papito —levantándome y caminando hacían la salida. —Mabi. —Abrace mijo, tengo cosas que hacer. Nos vemos doña Cata, como siempre su comida deliciosa. —Mabi, ¿no ha sabido de mi niña? —pregunto angustiada.  —Doña Catalina cálmese, mire Luciana salió para esa finca hacerle compañía, ella está bien, solo que esos manes no dejan usar teléfonos móviles. Salí del restaurante y camine un poco por la plaza, pensando en cómo ganar más dinero del que me generaba ser solo prepago. Una camioneta negra se estaciono frente a mí, al bajar el vidrio me di cuenta que era cebolla uno de los matones de los hidalgo. —¿Qué hubo muñeca? Usted se cayó del cielo ¿sí o qué? —Que pereza usted cebolla, no tiene ni donde caerse muerto y apuntando a una vieja como yo, que autoestima más bacana mijo.  —Móntese el patrón quiere verla —abriendo la puerta de la camioneta. —¿Que patrón? —Mal parida mala costumbre de las mujeres hacer más preguntas de la cuenta, suba pues que llevo afán. Entre a la camioneta, el me entrego aquella funda negra para tapar mi cabeza y manejo por largas horas, por más preguntas que le hacía no me contestaba ninguna, se estaciono y me bajo de la camioneta aun con la cara cubierta, al quitarme la funda frente a mi tenia al patrón Andrés Felipe, era la primera vez que lo tenía tan cerca, guapo y atractivo, de esos hombres que provoca tenerlos de marido, mucho dinero y poder, su mirada era oscura. —Buenas, señor —tratando de ser cordial. Abrió una de las gavetas que tenía en su mesa de escritorio, sacando tres fajos de billetes verdes, respire profundo para calmar la ansiedad que eso me causo. —Le gusta mucho el dinero ¿no? —dándole una probada a su cigarrillo —. Hable pues que no llevo tiempo para perder con una grilla. ¿Quiere ganarse la plata si o qué?. —Sí, ¿quiere que lo hagamos aquí o en una habitación? —¡Miren a esta!, no mamacita soy muy selectivo con las mujeres que me llevo a la cama. Usted se gana este dinero si me responde algunas preguntas sobre su mejor amiga. ¿Si está dispuesta?. Lo pensé algunos segundos mientras el sacaba un fajo más, mirándome con cierta frialdad que me hacía dudar de ese pacto que hicimos de protegernos, y jamás traicionarnos. —Sí señor, ¿Qué es lo que quiere saber? —Mire niña, el que es leal conmigo le va bien. El que me traiciona termina en una fosa común, o como bocadillo para mis mascotas ¿si entendió la vuelta?. —Entendido señor —respondí tragando grueso. —Usted me dirá todo, cuando digo todo es todo Mabel, lo que haga o diga su amiga, los planes, las noticias, las conversaciones, los secretos. Recibirá cada mes de la mano de mis hombres su paga. Empiece pues. —Su único sueño es irse a estudiar a harvad, largarse de calero va incluido, es una mujer muy verraca, inteligente pero tonta al mismo tiempo, le ha huido al cartel, la razón para aceptar la venta de su virginidad fue la plática para pagar la universidad. —¿Vos que dijo? Yo le digo un montón de estupideces al patrón y el me da esa platica, no mija, tiene una última oportunidad. —Se negaba a volverlo a ver, le tiene mucho miedo, solo desea que pasen los últimos dos meses que le quedan en Colombia para alejarse de usted y su cartel, vea es que ella es muy tonta. —Hágale pues siga, así me gusta, este es el tipo de conversaciones y secretos que deseo que me cuente. —Fuimos  a una doctora antes de volver a encontrarse con usted, ella desea cuidarse, para no tener ya sabe hijos de un narco que pueda truncar sus sueños.  —Agarre su plática, ya sabe todo lo importante me lo comunica. —Si señor —tomando el dinero —. Permiso. Salí de aquel lugar nuevamente con la funda, estuve en silencio todo el camino, pensando en que acababa de traicionar a una de las únicas personas en el mundo que ha estado para mí siempre, quien jamás me ha abandonado en momentos difíciles, una de mis mejores amigas por dinero. Me baje frente a la plaza. —Que gonorrea vender a su mejor amiga por dinero, soy un muerto de hambre pero no traiciono a los mios —comento cebolla arrancando la camioneta. —¿Usted donde estaba? —salte del susto. —Me va matar Diana. —¿Que hubo? ¿Por qué se bajó de una de la camioneta de los Hidalgo? No habían pedido una mujer para hoy. —Cebolla andaba por el barrio, le pedí que me llevara hacer unas vueltas. —Me contó juan pablo lo que paso. Usted no tiene derecho de tratarlo así, si no lo quiere se lo dice y ya ¿Qué es capaz de hacer usted por dinero?. —Deje la cantaleta Diana, lo que haga con mi vida no es asunto suyo. Con permiso. —Miren a esta, porque será que algo me dice que la conciencia no la deja procesar. No mija, permiso le digo yo —dejándome sola. Me fui a casa con la imagen de Tiny revoloteando en mi cabeza. Después de todo lo que le conté al patrón probablemente su vida esté en peligro ¿en que estaba pensando usted Mabel? Me lo preguntaba una y otra vez, lo peor de todo es que tenía que seguir contándole cosas al patrón si quería seguir con vida.  Diccionario: grilla: prostituta. gonorrea: mala persona abrete: vete de aqui. NOTA DE AUTOR:  ?QUE ES CAPAZ DE HACER UNA PERSONA POR DINERO? COMENTENNNNNNNNN
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