Dariel Pov:
-¿Sigues molesto conmigo, hermanito?- le pregunto en un puchero a Aleckey quien tiene cara de molesto. No puedo creer que siga molesto por una tontería como la que ya paso.
El pasado queda en el pasado…Algunas veces.
-¿Tu qué crees, enana?- pregunta tosco y cruzándose de brazos.
Yo alzo una de mis cejas mirándolo burlonamente.
Ya ha pasado todo el fin de semana y aun el idiota de Aleckey no ha querido hablarme, por lo que hice con su maleta. Es un exagerado de mierda Yo no tengo la culpa de nada, yo se lo advertí, le dije que se saliera de mi habitación, pero el muy machito no se quiso salir y mira lo que tuve que hacer.
Se lo merecía el gilipollas.
Mi fabuloso fin de semana paso en mi teléfono, libros, suspiros, aburrimiento y en ver la cara de amargado de mi hermano gemelo. Nuestra madre nos inscribió a Aleckey y a mí en tiempo récord en un lujoso instituto cercano a la mansión donde vivimos, Muy conveniente, teníamos que asistir hoy sin falta.
Aburrido.
No tengo muchas ganas de ir al nuevo instituto en el cual me inscribió mi mamá, bueno, nos inscribió a mi hermano y a mí. No me considero una persona muy sociable aunque tampoco soy asocial, digamos que no me gusta estar rodeada de tantas personas, pero tampoco huyo de ellas, además de mi extraña manía de llamar la atención. La sola idea de estar rodeada por personas que no conozco, mayormente jóvenes con la hormona alborotada y perras en celo no me atrae mucho; no es por presumir, pero me considero una persona atractiva y seductora lo cual causa envidia en algunas estúpidas de poco cerebro, aunque me encanta ser el centro de atención.
Me encanta jugar con los hombres y permitirles jugar conmigo.
¡Claro! No con cualquiera, solo con el que me gusta. Y jamás se niegan a mí; jamás.
En Rusia no tenía amigas puesto que todas las de mi antiguo instituto eran unas hipócritas de mierda; una vez cuando yo era una idiota mocosa tuve una amiga, pero ella era una puta desgraciada que ahora prefiero no recordar.
Volviendo a la realidad.
Ambos, Aleckey y yo, vamos rumbo al dichoso instituto, vamos en una de las tantas camionetas de nuestro padre, nos lleva uno de sus guardaespaldas de confianza, creo que se llama Carlo, quien se hace el sordo ante nuestra conversación y mantiene su mirada fija en el camino. Estoy segurísima que hay muchos otros guardaespaldas vigilándonos desde una distancia prudencial; sólo que no nos lo dicen para no agobiarnos, pero mi papá es demasiado protector y con mamá, peor.
Observo como mi hermano se acomoda la corbata de cuadros color vinotinto que trae puesta y se acomoda su saco n***o con la insignia de la institución cerca del corazón. Trae puesto su uniforme que consta de una corbata de cuadros entre n***o y vinotinto, un pantalón y un saco a juego de color n***o y por ultimo una camisa blanca de botones.
El mío es básicamente igual solo que en lugar de un pantalón tengo una falda con el mismo diseño de la corbata y uso medias largas de color n***o con franjas vinotinto en la parte superior.
-Creo que eres un puto exagerado- bufo y me recuesto del cómodo asiento de cuero gris y brillante- es una tontería…
-¿Tontería?- pregunta ofendido fulminándome con sus grises ojos- ¿Crees que lo que hiciste fue una tontería? ¡Fue una verdadera locura!
-Exacto “Fue”- hago las comillas con mis dedos dándole énfasis a mis palabras-Ya, no es para tanto- digo tranquilamente- nada grave paso, no veo porque te pones así…
Un largo suspiro sale de sus labios y eso logra llamar mi atención.
-Eres imposible, piojo- se recuesta en el asiento; frunzo mi ceño ante su extraña actitud ¿Y ahora qué le pasa?- Por más que intente jamás te ganare, eres tan terca-me mira con su ceño fruncido; la verdad no puedo negar lo que dice, nunca he aceptado perder y mucho menos contra él- Debería estar acostumbrado a perder contra ti, la verdad no se ni porque me esfuerzo.
-Exacto- digo sonriente, no me importa lo que tenga que hacer siempre tengo la razón- Eres muy inteligente, hermanito.
-Eres insoportable- susurra pero decido ignorarlo porque ya hemos llegado a nuestro destino…
Hora de divertirnos
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