Lorenzo
Sé muy bien que Clara hará lo que yo le pida, ella sabe que le puedo llegar a transformar absolutamente todo, no es tan sencillo sentir que ya estoy viejo, y que por eso tengo que pagar por amor. Las cifras que me diferencian en edad con una mujer joven el dinero las hace desaparecer.
—Clara solo necesito que me asegures que no harás ni un solo escándalo, esa es una de las simples condiciones que yo tengo. —La observo, sé que está bastante insegura.
—Porque no empezamos por hacer el amor —ella dice, porque precisamente no hay día que no sea desnuda por mis manos y que termine gritando de placer.
—Sabes perfectamente que lo nuestro es sexo, pues tú misma me lo has advertido. Además, mi pene si desea desde ya estar adentro de ti, pero primero hagamos las cosas al derecho. —Muevo mi lengua sé muy bien que esos son los movimientos, los cuales la van calentando mucho más.
—Entonces porque no empiezas. —Ella se inclina para quitarse su panti, luego lo trae directamente hacia mí y lo coloca en todo mi rostro.
—Primero me escuchas. —Me voy directamente hacia ella para apretarle sus mejillas.
—¿Qué deseas? —ella pregunta.
—Sé muy bien que soy tu cajero automático, lo continuaré siendo si tú me ayudas. Todo es muy sencillo Clara —hablo con bastantes rodeos, puesto que no sé si es conveniente ser directo.
—Entonces dilo. —Ella tiene sus mejillas sonrojadas sé que lo que está pensando es exactamente lo mismo que le voy a pedir.
—Solo tienes que convencer a Alison, es mucho más fácil de lo que parece, ella tiene que decir si a absolutamente todo lo que yo diga, inventa cualquier mentira tu ya estás acostumbrada a manejarla —termino por confesar una parte de lo que quiero.
—¿Qué ganó con todo eso? ¿Porque algún beneficio debo tener? sabes exactamente que las obras de caridad no son lo mío entonces no tengo que fingir algo que no soy —Clara saca sus excusas, sé muy bien que todo lo está haciendo como una barrera para ocultar sus celos, le afectará admitir que sin mí es prácticamente nada.
—Parece que la información no te queda, porque ya te había explicado que precisamente es continuar en lo mismo. Quiero hacer el amor con Alison, no sabes cómo se me hace agua la boca con solo pensar en ella. —Me imagino todo en el cuerpo de Alison.
—Voy a colaborarte, aunque no esté de acuerdo. —Clara camina hacia la puerta.
—¡Se te olvida esto! —Sostengo con la punta de mis dedos su ropa interior.
—Claramente —ella responde mientras viene hacia mí, me empuja con gran fuerza hacia atrás hasta sentarme sobre la silla.
Cualquier hombre de esta empresa se sentiría afortunado, pero Clara es muy poco para mí.
—Me fascina cuando empiezas a darme algunos espectáculos. —La miro directamente al rostro, es complicado no sentirse excitado ante una mujer dominante.
—Me dan ganas de hacerlos, aunque solo me estás produciendo dolores de cabeza me estás traicionando Lorenzo. —Ella abre sus piernas y se sienta sobre mí, lentamente con mis manos le voy subiendo su falda y ella va acomodando su gran trasero.
Ella se levanta un poco para empezar a besarme en el cuello, con mis manos la empiezo a tocar, pero las ganas se me están acabando. Con gran fuerza la quito para que se frene ya mismo.
—Clara me estoy empezando a sentir algo mal así que te pido que te marches —invento una pequeña mentira.
—¿En verdad continúas creyendo que soy una estúpida? —Ella levanta su mano y me da una bofetada.
—Estas cosas no te las pienso soportar, así que lárgate. —La empiezo a evadir, Clara se va con bastante rabia lanzando la puerta fuerte.
Todo esto ya está colmando mi paciencia tengo que aguantar de todas a estas mujeres, por otro lado, está Luciana la mujer que me ha entregado su vida, en cambio yo solo la he hecho sufrir.
Sé muy bien que Luciana está conmigo porque aún le brindó la esperanza de encontrar a nuestro hijo, a bastantes locuras nos han llevado los errores que se han cometido por mi culpa y por eso pienso cambiar cosas, para volverla a ver sonreír, nunca me conformaré con la vida incompleta que llevamos.
Luciana termina por ser un polo opuesto a lo que es Clara, ella solo tiene dulzura y aunque las palabras no le salen su silencio, sé que me dice en muchas ocasiones te amo.
Mientras que Clara simplemente es sexo, por eso mismo es que sus caricias jamás llegan a mi corazón.
Ahora solo tengo que esperar para saber cómo es Alison, ella que termina por ser según lo que analizó el complemento de todo; sin embargo, tengo que volver a la realidad, y llegar todos los días a una casa donde solo se siente un vacío, cuando precisamente mi esposa me da la espalda estando en la misma cama.
Sé muy bien que nunca me voy a perdonar por haber abandonado a mi pequeño hijo en un orfanato, espero que jamás le haya faltado algo, porque si fue así tener una familia le hará tener todo; pienso cumplir cada uno de sus caprichos, porque espero que ese hombre que ahora es ya, prácticamente que sea como yo, un hombre imponente que se quiere tragar el mundo.
Sé que de todos los problemas en los que estoy metido, Alison será mi anestesia, con ella el arrepentimiento no estará, todas las heridas que tengo ella con sus manos las irá sellando, espero que Clara cumpla porque precisamente si no lo hace, pasaré a ser el peor de los villanos y la maldad es lo que más me fluye a mi.