Alison
Llegó a la universidad, me doy cuenta que sobre toda la entrada está Robert con una rosa en sus manos, apenas se da cuenta que yo estoy, camina hacia aquí; aunque actuó como si no me importara la verdad es que me estoy derritiendo por la ternura de él.
—Tengo bastante prisa, no entiendes que voy tarde a clases —digo, sin embargo, él me ignora.
—Sé muy bien que aquel día vivimos todo tipo de sensaciones, estoy dispuesto a dejar que las cosas cambien, pero con la condición de que no me quites tu amistad sé que está rosa está demasiado sencilla para todo lo que tú te mereces; porque ni siquiera te supera en belleza, pero es una muestra de cariño. —Él acaricia mi mano con suavidad.
—Gracias, pero ya te dije. —Intento seguir, pero Robert no me deja.
—Porque no permites que tu corazón deje de sentir remordimiento, sabes que, aunque seas tan orgullosa me encanta eso —dice Robert, pero no puedo dejar que mi corazón sienta, en todo eso mi mamá tiene razón solo caeré en una ruina de la que Roberto jamás me podrá sacar.
—En realidad ya lo está haciendo. —Me comienzo a irritar al ver a Xiomara.
—Quisiera tener una explicación para ti Alison, pero no la tengo Xiomara siempre no tiene malas intenciones y espero que acierte ahora en eso. —Robert se toca la frente, esa mujer nunca aceptará perder.
—¿Ustedes qué hacen juntos? —Xiomara pregunta.
—No veo la razón porque tengamos que responderle a usted, no le han enseñado a no meterse en cosas ajenas, además guárdese sus escándalos porque sé muy bien que con Robert ya no tiene nada. Él es un hombre libre y le aseguro que en el instante que yo quiera, puedo tenerlo solo para mí, de eso no tengo una duda —hablo directamente para ella, según su rostro la estoy destruyendo completamente y eso me está divirtiendo.
—Sé que no puedes evitar caer en tentaciones Robert, porque las mujeres fáciles como ella se meten donde nadie las ha llamado, pero sabes que sin ti no hago nada; pensé que luego de nuestra conversación todo cambiaría, pero mira cómo estás brindándole a ella los detalles que antes tenías conmigo por lo menos podrías utilizar otras estrategias. —Xiomara me empuja con su cuerpo para estar más cerca de Robert.
—Ya habíamos platicado Xiomara, nada de lo que ha pasado con nosotros tiene que ver con Alison, no tienes que echarle la culpa a ella, tuvimos muchos errores y eso ya pasó. No me pidas explicaciones porque no la vas a tener —Robert se expresa, me gusta cuando humillan a una mujer que detesto solo por respaldarme a mí.
—Ya escuchó, ahora lárguese —digo, podría insultar de todas las formas que quiera Xiomara, sin embargo, con lo enamorado que Robert está de mí nada me dirá.
—¿En qué momento dejaste de ser un hombre justo? —Xiomara demuestra lo sensible que está, aunque me quiero reír tengo que aguantarme.
—Lo soy y es Alison la que también lo merece, ella nada malo está haciendo, nada tengo que dudar por ti Xiomara. Precisamente tú eres la que debes cambiar, sinceramente eso no me debe importar puesto que lo nuestro solo fue un recuerdo, el cual espero seguir teniendo de la manera más bonita y no que lo dañes. —Robert la ubica, la verdad es que me gusta que le pase todo esto a Robert, porque todavía tengo la esperanza de algún día intentarlo con él; simplemente tengo que lograr que él me espere.
—Me estás haciendo daño Robert, porque ella nunca será tan buena mujer como yo. —Xiomara estira su mano, ella me quita la rosa de las manos y la lanza al suelo.
—Solamente es una inmadura esta mujer —digo, mientras que ella solo la destruye con sus pies.
—Eso es lo que debería hacer con usted, Alison ¿quién sabe con cuántos tuvo que acostarse? porque alguien como usted no debería estar en esta prestigiosa universidad. Por encima se nota que ni siquiera inteligencia tiene. —Xiomara me aplaude lentamente.
—Podré ser todas las cosas que usted me acusa, pero jamás desequilibrada mental. En verdad que yo de usted, buscaría una ayuda porque se nota realmente que tiene un problema bastante grande. —Muevo mis labios lentamente, la envidia no la deja a ella, por supuesto que eso me hace ser más poderosa.
—Así ustedes dos busquen estar juntos, jamás van a ser felices y no lo digo por mí, es por ella que nunca te va a brindar afecto, ella no te va a respetar entonces solo eres tú el que vas a amar. —Xiomara grita, tratando de despertar a Robert de los sueños en los que yo siempre lo envolveré.
—Parece que ya terminó porque no dice nada diferente. —Inclino mi cabeza para verla hacia el suelo, si me toca enloquecerla más rápido de lo que piensa voy a lograr de todo.
—Siempre te voy a estar esperando y usted no crea que me va a quitar al amor de mi vida. —Xiomara sólo llora, mientras que sus amigas la llevan hacia otro lugar, en contra de su voluntad.
—Te solicito demasiadas disculpas, estoy tratando de convencerla para que vea las cosas de una manera distinta. —Robert busca mi mirada, la cual no soy capaz de dársela porque lo amo.
—Es mejor que nos sembremos ilusiones entre nosotros, porque como ella dice yo no soy lo correcto, tú me has demostrado que eres el hombre más perfecto que he conocido y eso lo sé porque no miras solamente mi cuerpo. —Me acerco hacia él y le doy un beso en sus labios, de una forma muy tierna, lo hago como un impulso del que no me quiero echar para atrás.