LUNA Y ROGUE I

996 Words
EIDAN Me retiré rápidamente de la habitación cuando la deje de besar, cerré la puerta y me recargue por un momento en esta, mientras cerraba los ojos. ¡Por la diosa luna!, acababa de besarla y ella me respondió con un poco de inseguridad, pero me siguió el beso. —Mi Alpha. –Abrí los ojos cuando escuche una voz llamándome, era un lobo vigilante. Este me estaba mirando con un poco de preocupación y me maldije internamente por lo mal que me veía afuera de la puerta de mi Matte con los ojos cerrados y la sangre seca aun en mi mejilla. —Se encuentra bien –Preguntó, sin dejar de mirar mi herida. —Sí. –Contesté, retirándome poco a poco de la puerta. —No dejes que ninguna ninfa entre a la habitación, pondré a Riga al cuidado de mi Matte... Solo vigila que no escape, es algo ingeniosa para eso. Me retiré del lugar pensando en que Riga sería muchísimo mejor que las ninfas al tener que dejar el desayuno, comida y cena de mi Matte, por si aún no entendía que la manada era su nuevo hogar. Riga era una loba omega que llego a la manada Moon Red hace cinco años siendo una rogue al no estar en una. Obviamente, tuvimos cuidado de que no fuera una amenaza para nosotros, pero después de comprobar qué no y tenerla vigilada por un año y medio, fue bienvenida y acogida por todos los lobos y lobas, incluidas las ninfas. Ahora ella ayuda en la cocina junto con una que otra ninfa, todos en la manada nos apoyamos, al ser demasiado grande y el no tener ningún problema después de que se derrotó al príncipe oscuro hace años, Nuna y Gaia implementaron unas pequeñas tareas para las chicas coloridas y es tener labores tanto en la manada como en el castillo, aparte de ejercer su poder en los terrenos del castillo; tratando también de que ningún lobo se les acercara con malas intensiones. Nuna sería capaz de despellejar vivo a un lobo si se acerca a sus niñas con intensiones sucias, por eso mismo se le solicitó a los lobos machos de la manada en tener cuidado con ellas y si una fuera la Matte de alguno de ellos, primero tendría que hablar con los Alphas de la manada en este caso Kiron y yo con Nuna estando presente para posteriormente pedir su mano. —¡Riga! –Grité, cuando la vi pasando hacia la sala. Corrí escalera abajo, tratando de alcanzarla, ya que traía con ella una canasta llena de flores, talvez era porque arreglaría los floreros de la mansión quitando las flores marchitas para poner unas nuevas. —Riga... —Lo siento mi Alpha, es que no tengo tiempo para detenerme Nuna quería qué las flores se hubieran cambiado desde las siete de la mañana y ya son las ocho –Me interrumpió, deteniéndose de repente en la mesa central de la sala y cambiaba las flores del jarrón para posteriormente dirigirse hacia las otras mesas detrás de los sillones. —Perdón lo que pasa es que quiero pedirte un favor. –Mis manos fueron directamente hacia su canasta, quitándosela para poder ayudarla en su labor. —Uno bastante grande. —¿Un favor?, no se ofenda mi Alpha, pero usted ordena, no pide favores. –Cuestionó agarrando un puñado de flores de la canasta qué ahora sostenía yo, dejando las flores marchitas y agarrando unas nuevas para posteriormente dirigirse hacia fuera de la sala para terminar cerca de la puerta del patio trasero. —En todo caso... ¿Cuál sería este favor? —Solo sería cuidar a mi Matte...–Dije en un pequeño susurro, talvez ya se había enterado por parte de las ninfas como era el comportamiento de mi pequeña fierecilla. Cuando me miro con sus ojos color azul, cielo pude deducir qué en verdad ya le habían dicho lo que me temía. —¿Quiere que cuide a la luna? –Una de sus comisuras se alzó, pero sabía que no era por diversión ante mi pedido. —Creo que tendré que negarme mi Alpha, ya me comentaron las ninfas como es y bueno... Considero que usted también ya me lo demostró –Hizo un movimiento con su brazo para señalar con una de sus manos su frente. —Está sangrando. Cerré mis ojos con fuerza, ¡maldita sea!, se me había olvidado nuevamente la sangre. —Solamente estábamos jugando. –Me encogí de hombros, tratando de restarle importancia al asunto. —Debió de ser un juego muy divertido. –Meneo su cabeza en aprobación, meneando un poco su cabello corto. —Sí... Fue divertido, aunque suenes a pura ironía. –Dije después de unos minutos al observar su rostro. —Pero lo bueno de todo esto es que no te puedes negar, sino mal recuerdo, hace solo segundos dijiste que un Alpha dicta órdenes, no favores, así que... –Tome el ramo de flores que aún sostenía en la mano, quitándoselas por completo. —Vez con mi Matte y preséntate, de ahora en adelante tú la cuidarás y atenderás mientras se acostumbra a la manada. —¿Pero y Nuna?, que pasara cuando se dé cuenta de que no hice lo que me pidió. –Contestó un poco preocupada, y con un suspiro la tomé por un brazo delicadamente, empujándola hacia las escaleras para que subiera. —Yo me encargo de Nuna, así que ve, preséntate con tu luna. –Con eso último subió las escaleras, No la perdí de vista hasta que doblo a la derecha y desapareció. Sabía por qué se preocupaba, Nuna era exigente, no era algo, ni muy poco, sino más bien exigente en toda la palabra cuando se trataba de las labores de la mansión y no es que fuera suave con las ninfas, también con ella era especial, pero había algo en Riga que Nuna parecía querer tener a raya.
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