-Thomas... -No se preocupe, Mary Anne, algún día usted confiará en mí lo suficiente para contarme, mientras, seguiré pensando que ese hombre mintió al acusarla de una forma tan ruin -¿De verdad piensa así? -preguntó ella sorprendida -Por supuesto, querida, no encuentro otra explicación a sus reacciones, pero no pensemos en eso, ¿sí? No vale la pena, ahora estamos hablando de su vestido que me encantaría saber cómo es, pero no quiero arruinar nuestro matrimonio, tendré que esperar para verlo el día señalado. -Aún no hemos puesto fecha -le recordó ella. -Es cierto, querida -admitió él casi sorprendido, se le había olvidado por completo ese detalle. -Tiene que poner una fecha -le advirtió ella. -Tenemos, Mary Anne, el matrimonio es de a dos. Ella lo miró con emoción, no la iba