- ¿Pero dónde está el idiota de tu jefe?
- Realmente no lo sé, sra. Stella.
- Quítame lo de señora, no me gusta... Bueno, querida Alice, serás parte de mi país de las maravillas, empezando con decirte que la agencia que contratamos canceló a última hora y nuestra mascota está insoportable, parece diva.
Era la conversación que sostenían la asistente de Relaciones Públicas y la directora artística y directora de Publicidad.
Después de escuchar a la señora Patrick refunfuñar en contra de su jefe, el señor Filmore y de saber el panorama de la situación previo a grabarse el comercial para la próxima temporada de verano, Alice se puso manos a la obra, dispuesta a contratar de forma imperativa a una pareja para ello.
Ella ve a su posible víctima masculina. Es precisamente Ernesto que va rumbo a la cocina en la cafetería, Gissela lo procuraba. Pero ella lo interceptó.
- ¡Por favor, Ernesto! Tienes las cualidades para el comercial; el cuerpo, el color de piel... Por favor di que sí... - Le dice a modo de súplica al punto que él no pudo rechazar a Alice.
Alice llega victoriosa ante Stella con su primera adquisición.
- Sí... Ahora te falta la contraparte femenina, me avisas, que no tenemos todo el día.
Alice va interpretando con la actitud de Stella el por qué su jefe ha desaparecido. En ese mismo instante cuando observa a una joven jugando plácidamente con el perrito chihuahua que estaba de muy mal humor en el set, blanca, alta, de pelo n***o largo y de complexión delgada...
- Eres la indicada. Toma el perro y ven conmigo.
- Yo no... No vine a eso... ¡Señorita!
A pesar de las explicaciones, Alice no soltó el agarre que impuso en la muñeca izquierda de la joven e improvisada modelo, y cuando es presentada delante de Stella, ella luce conocer a la chica, y le explica lo que está pasando al darse cuenta la directora artística de que ella podría sacarla del apuro, pero el ambiente se tensa cuando los posibles modelos se conocen.
- ¡No, Stella! No pienso modelar junto a ese tipo.
- Jessica, por favor, mira que estoy apurada y a contratiempo. Hoy tu hermano me mata.
- ¿Nerviosa o falta de talento?-. Pregunta en forma divertida Ernesto...
Eso fue suficiente para que Jessica cediera para hacer el comercial.
Ya cuando están filmando, entra en escena dentro del set el presidente de la compañía percatándose de que su hermana es quien está, junto con Ernesto, como los modelos de la próxima campaña de perfumería de la temporada de verano.
- Stella, ¿Cómo la convenciste? Ella odia el modelaje, a pesar de tener madera para ser modelo.
- A mí no me lo agradezcas. Esto ha sido gracias a la asistente de Relaciones Públicas, ya que el director no se ha aparecido por aquí.
- Stella no hables de mí a mis espaldas...
Scott deja la pequeña pelea formada por aquellos dos para agradecer a Alice que, de forma sorprendente e inesperada, haya convencido a Jessica de estar frente a una cámara.
- Jessica es apática a los reflectores.
- No estoy de acuerdo, señor, ella capta la cámara de forma muy natural.
Y así era, tanto Ernesto como Jessica, además de ella llevarse muy bien con la mascota canina, fluían de manera muy natural frente a las cámaras, lo que logró que la filmación se tomara sólo ese día.
Terminada toda la jornada de filmación, tanto los modelos como el equipo tras escenas aplaudieron en señal de triunfo por el trabajo realizado. Aunque todo se tornó un poco extraño después de varios minutos...
- ¡Aléjate de mí, bestia! ¡Uicch!- Resonga la menor de los Dietrich al tener tan cerca al trigueño de ojos grandes.
- No parecías tan enfadada durante la filmación...- Él le contesta resoplando conforme ve que ella se va alejando y siendo interceptado por Alexander, quién se burla de él.
- ¡Déjala! Esa enajenada no va a ponerte caso, además no te veo como cuñado. Demasiado es con aguantarte de mejor amigo... Mañana pasa por contabilidad...- Ambos se despiden con un saludo de puños, al mismo tiempo que modelo le despide con un rostro fruncido.
Por otro lado, luciendo un semblante airoso se acerca George hasta Scott para invitarle unos tragos.
- ¿Viste, delincuente la clase de asistente que tengo?
- Logró lo imposible, convenció a Jessica de ser modelo, algo que ni padre pudo lograr. Es que ella tiene un encanto, una garra...
- ¡Eh... Anjá...!
- No es lo que piensas...- Interrumpe mientras su receptor lo mira de medio lado.
- Aunque he oído decir que es una rompe corazones y que no anda con una conquista más de dos veces. Quien cae en sus garras ya no vuelve a ser el mismo, sino mira el caso de Bernard Banks.
- Eso más bien suena a leyenda urbana, además siempre se ha sabido que a Bernard le gusta andar de flor en flor.- Scott termina de forma desenfada y sin darle importancia al asunto.
Al día siguiente, ya todos están instalados en sus puntos de trabajo, a lo que le toca a Alexander dirigirse a la oficina del presidente para que revise los presupuestos de la filmación del día anterior.
- Señor presidente, lo busca el asistente Dietrich.
- Gracias, Katy. Hazlo pasar.
- Alexander, ¿Qué hay?
- Sólo vine a qué revisaras estos números y nos dieras el visto bueno...-, va bajando la intensidad de la voz cuando ve que su hermano mayor se distrajo y siguió su mirada para posar la suya sobre la señorita Jefferson.
Y no era para menos, ya que ese día llevaba una falda un poco más corta de lo habitual, con una hilera de tachones en la parte del ruedo, lo que llevaba la atención a sus piernas. Y es que ella, sabiendo cuáles eran sus atributos, mujer de un metro sesenta y cinco, cadera voluptuosa, cintura estrecha y busto discreto, no ondeaba sus atributos de manera descarada, aunque estudiaba a su próxima víctima de acuerdo al comportamiento y su atuendo.
-¿¡En serio, señor presidente!?
- ¿Me decías?-, Scott vuelve de su viaje visual fuera de su oficina.
- Ella no te conviene.
- ¿Quién?
- No te hagas, Scott. Además con la experiencia que tienes en mujeres, una nula, ella va a destruirte.
Scott se quedó absorto ante la declaración de su hermano, no creyó que fuera malo admirar unas bonitas piernas.
- Sí, son bonitas piernas, pero no creo que sean para ti.
- Olvídalo, ¿Sí? Además ya revisé las cuentas... ¡Gran trabajo! Jimmy y tú hacen buen equipo...
El presidente Dietrich no era del tipo de hombres que andara posándose en cada flor, de hecho, no se daba la tarea de mirar a las mujeres, no por disgusto, sino porque las mujeres no sabían acercarse a él si no era de forma abrupta e invasiva. Pero Alice sabía cómo era Scott y este sería su próxima víctima.